Un amor de navidad

i

el olor de una colonia masculina lleno sus fosas nasales y eso la hizo recordar que había ido a la casa de Anderson, tenía vagos recuerdos

l gran ventanal que había en aquel cuarto que ya había amanecido y fue consciente de que había dormido un día complet

rostro masculino la hizo son

n dejando sobre el tocador una bandeja

que dormí todo un día

ste mucho y tu cuerpo pedía de

e, después de ver que estaba vestida con una camisa de ma

cuado o mas de ello -dijo y la carcajada que emitió Na

a -De casualidad sabes

ía martes cuatro de diciembre

ara sentarse en la cama a su lado. Llevo una de sus m

vez que te vi -mur

deteniendo la mano que l

uno de los promotores que brindaba dicho evento, te veías hermosa, tu sonrisa bri

ndo -murm

que agradezco a la vida, de que ayer me diera la oportunidad de volverte a encont

e no me habla

de estar con las personas a las que estoy promoviendo sus colecciones y esa era de l

tener una proyección de su propias imagines de que lo sucedido para esas fechas y recordó que fue en ese evento

imera colección -murmuró abriendo sus ojos y viéndolo -No creí que tu estarías ahí, pero ¿Como es p

en por algo que le apasiona, que deseen seguir adelante y sobre todo que no se dejen vencer por el que dirán, muchas perso

algo sacado de alguna novela -expreso soltando una risa nerviosa -Pe

cuestionó y Nadia se dejo caer de

mueca con sus labios -Cuando éstas en cuadro depresivo y te aferras a una persona

pesaba casi las trescientas libras y me consideraba fea, poco llamativa para los ojos masculinos -especificó mirándolo de reojo -Cuando estuve

l llanto que me dio cuando yo pude ver entre mis manos ambos boletos y que ella no podría disfrutar conmigo -expreso soltando el ai

ano cuando me daban aquellos ataques, la ansiedad había evolucionado en forma de querer comer de forma expulsiva -expreso sonriendo con tristeza -Me puedo acordar que ese

a mi abuela por su esfuerzo, de que me comprara ese pedacito de alegría -murmuró con la voz ronca -El segundo boleto se lo había regalado a un joven que

había bajado de una considerable parte de mi peso y me había labrado un camino lleno de oportunidad ya que a pesar de que no tenia mi colec

ón -Claramente le dije que si, todo era hermoso y ahora que lo veo demasiado para ser real. Mi miedo es que me utilicen, la mujer que e

n intentando como diez veces -comentó -Tal vez no les hacia caso porque los veía oportunista y

endo que le mirará a los ojos -Por favor, brindame la oportunidad de llevarte a cono

is de este mes -ex

estino nos juega a nuestro favor no solo será de navidad, sino d

y hasta llorar por ello, mientras que otra parte le decía que debía de ir con cuidado, que no se dejara caer al abism

mé a conocer ese a

ró antes de cortar el espa

pasión que los envolvía y los dejaba tan aturdidos que no supieron