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Destinada al ceo
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Capítulo

Palabras vacías es lo único que he recibido de Lucas Sallow y como una tonta se las creí todas con la esperanza de que siente algo por mí; cansada de sus mentiras y dispuesta a olvidarlo continué con mi vida, pero el destino lo cruzó en mi camino nuevamente al conocer a mi mejor amiga, volver a ver ha hecho que algo despierte en mí, los sentimientos que un día decidí enterrarlos para siempre, ahora han vuelto a surgir de las cenizas y con más fuerzas que antes, perdonarlo es lo que me había prometido a mí misma que jamás pasaría y mucho menos que lo volvería a ver pero... ¿podré arriesgarlo todo por un amor del pasado? ¿En verdad lo he olvidado? © obra registrada bajo el código 2007224835690

Capítulo 1 CAPITULO 1

El amor puede llenar nuestro cuerpo de muchas emociones que no podríamos describir con palabras, pero lo que anhela tu corazón cuando estamos enamorados es ver a esa persona todos los días y admirar cada facción suya; es algo que todos hemos vivido en algún momento de nuestras vidas como también hemos sufrido las decepciones que el amor puede tener cuando no es correspondido Eso fue lo que me pasó a mí con Lucas Sallow, me enamoré de él y mi mente no dejaba de pensar en él día y noche desde el día de mi graduación; cuando me pedía que nos viéramos, mi corazón se aceleraba tanto que creía que e

xplotaría de la felicidad. Deseaba con tantas ansias en que llegara ese momento para poder escuchar esa voz tan varonil que lo caracterizaba demasiado, sentir su fragancia mientras sus labios pronunciaban mi nombre antes de robarme hasta el alma con cada beso que me daba haciéndome suspirar como una tonta enamorada por él Eral el chico de mis sueños, había incluso soñado como seria nuestra vida junto, la hermosa familia que seriamos. Pero así como me hizo amarlo logrando que soñara todas la noches con esos hermosos momentos que pasé a su lado donde me juraba amarme, también me hizo odiarlo después de saber la cruda verdad de sus intenciones hacia mí, la cruel realidad de sus mentiras y palabras vacías las cuales eran... enamorarme y jugar al novio perfecto con una adolescente ingenua que deseaba oír dulces palabras de amor de un joven tan atractivo y deseado como lo era él. Descubrir esa dura realidad me hizo despertar de mi burbuja de amor que me había hecho crear él, todo fue falso, jamás me amó nunca quiso nada conmigo, solo fui un juego que aunque no quería creer que era cierto pero lo era, me dolió tanto que no pude recuperarme jamás de eso. —Oye, oye... Laila —Mmm… —Tierra llamando a Laila. —Si… —respondí de inmediato y vi a mi mejor amiga hablarme preocupada. — ¿Está, todo bien? . —Si, si... lo siento es que ... Pero no tenía palabras para responderle, porque la verdad había vuelto a caer en mis recuerdos y de hecho a ella no le hablado mucho de mi pasado, solo lo suficiente para saber de su cuñado —¿Es Lucas, ¿verdad? —incluso ella se da cuenta que el mayor de mis problemas es él. Levanté mi vista para ver a mi amiga nuevamente, el matrimonio le había sentado muy bien y muy pronto daría a luz a su bebé. Al menos ella es feliz después de todo lo que ha pasado. —Ya falta poco ¿no es así? —cambié el tema para no mortificarme más. —Así es —Acaricia su vientre muy abultado. —Y no sabes lo emocionada que estoy. Y no te imaginas Max, está demasiado obsesionado y se asegura que la casa no sea un riesgo para el bebé. Ella había cambiado mucho en todo este tiempo. Ya eran cuatro años desde su boda, y hace ocho meses descubrió que estaba embarazada. — ¿Buscas a Max? — Si, es que hoy me dijo que almorzaríamos juntos. —Bueno... ahí viene tu príncipe azul. Señalé a sus espaldas al ver a Max apareciendo con su nueva asistente, Selene lo era antes, pero Max quería que guardara reposo durante su embarazo así que no tuvo más opción que aceptar sus condiciones por el bien de su hijo. su nueva asistente no perdía tiempo ya que era muy lanzada y no le importaba coquetearle a Max en todo momento; pero lo increíble es que él siempre la mantiene a raya, cuando antes era lo contrario. — Selene, amor, me hubieras avisado que llegarías pronto —besa sus labios y luego su estómago abultado. —Te tengo buenas noticias. —¿Asi?

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