Rubà es un chica bendecida con gran belleza y maldecida a la vez, con mucho sufrimiento. Desde muy joven fue condenada por su padre a un matrimonio por contrato. Guiado por la ambición, la entregó a los brazos de un ser despiadado y dominante que la trataba como un objeto. Pasó años presa entre las garras de aquel hombre adinerado, sin esperanza de conocer nunca el amor verdadero. Hasta que un dÃa tropieza con Julián, un joven apuesto y amable, que luego descubre es el CEO de una empresa rival a la de su marido. Según pasa el tiempo Rubà cae perdidamente enamorada de Julián, y él de ella. Juntos planifican una venganza para apoderarse de todas sus propiedades y clientes, llevando su negocio a la quiebra para vengarse de todos los años de maltrato y horrores a los que la sometió. Pero el esposo de RubÃ, no la dejará ir fácilmente, peligrosamente obsesionado con ella se interpondrá en cada uno de sus intentos de escapar, haciendo todo lo necesario por alejarla de Julián.
El humo del cigarrillo inundaba la habitación cerrada, convirtiéndose en una niebla pasada y pestilente que impregnaba todo con su aroma dulzón. El cenicero rebosaba de colillas con un rastro de carmÃn y un nueva se añadió a ellas. Aún un hilillo de humo se levantaba desde el cigarrillo moribundo cuando sacó otro de la cajetilla. Acarició con la punta sus labios rojos y lo dejó en el centro de su boca. Lentamente acercó la llama y lo encendió dando una calada profunda y vomitando luego el mismo humo grisáceo en la cara de hombre que se sentaba del otro lado de la mesa mirándola fijamente.
- Esto ha sido idea suya... - dijo sonriendo.
- Señorita, no creo que comprenda la gravedad de las acusaciones en su contra. - contestó el policÃa.
Ella cruzó las piernas, y volvió a sonreÃr dándole otra calada a su cigarro.
- No cariño... eres tú quien no comprende. - El policÃa la miró confundido.
Ella se inclinó hacia adelante regalándole una pronunciada vista de su escote, apagó el cigarrillo y le susurró con voz seductora.
- Esto no es más que un entretenimiento. Una manera de sacarme del juego por algunas horas, para hacer algún movimiento en mi contra. Todas sus artimañas, son predecibles. Después de muchos a su lado he aprendido como funciona su mente, y he llegado a estar siempre un paso por delante suyo... -
- Señorita, la encontramos intentando sabotear el auto del CEO más importante de esta ciudad. Un hombre que tiene inversiones millonarias, que dona miles de dólares mensualmente a obras de caridad. Un pilar de nuestra comunidad. Alguien tan querido y prominente que está propuesto para postularse como alcalde en las próximas elecciones... -
- TonterÃas. - repuso ella enroscando las puntas doradas de su cabello alrededor de su dedo Ãndice.
- Ha desmayado usted a su chofer con taser. ¿Es consciente de lo que una descarga eléctrica puede hacerle al cuerpo de un hombre? ... - añadió el policÃa. - Sabe Dios, que buscaba usted con tanta urgencia para cometer tal atrocidad... ¿acaso intentaba robar? -
Ella contestó con una carcajada sarcástica y volvió a sacar otro cigarrillo de la caja.
- El arreglo de mis uñas vale más que nada de lo que hay en ese mugroso carro... el chofer estará bien, no es la primera vez que le ocurre. Se ve que eres nuevo en este pueblo y sabes muy poco de lo que hablas. Te cuento... - sacó chispas de su mechero varias veces, hasta que logró encender la llama azulosa.
- El vehÃculo al que intentaba entrar... sabotear es una palabra fea, me hace lucir mal- le susurró, mordiéndose los labios para contener la sonrisa. - ...es el coche de mi esposo... ese hombre tan honorable y querido, que dona miles de dólares y posee grandes riquezas... ese desgraciado y yo estamos casados hace ya un poco más de diez años. -
Aquella despampanante mujer rubia de rasgos elegantes, nariz afilada, profundos ojos azules y labios carnosos se levantó despacio. Sus tacones resonaron entre las paredes de la pequeña habitación mientras le daba la vuelta a la mesa rectangular. Se detuvo justo al lado del policÃa que la miraba con asombro, sin estar muy seguro de cómo deberÃa reaccionar.
Ella se sentó en la punta de la mesa y cruzó las piernas dejándole ver sus muslos a través de la abertura lateral de su vestido rojo.
Los ojos del policÃa la recorrÃan de arriba abajo. PodÃa sentir su mirada desnudándola poco a poco. Miró con atención el reloj dorado en su muñeca y sonrió.
Sacudió la ceniza del cigarrillo en el suelo y se acercó despacio mirándolo a los ojos antes de susurrarle al oÃdo.
- En aproximadamente tres minutos llegará alguien para sacarme de aquÃ. El archivo de tu pequeño arresto va a desaparecer como si nunca hubiese existido y tú serás llamado a la oficina de tu jefe dónde te contarán que no eres leal a la justicia, y que no estás aquà para proteger y servir al pueblo. Desde el minuto en que aceptaste trabajar para este departamento de policÃa tu lealtad yace sujeta a la voluntad de ese hombre ilustre que, como bien dices pronto se postulará como alcalde. -
Su perfume embriagaba al policÃa, que intentaba mantenerse fijo en su deber.
- Señora, me temo que debo pedirle que vuelva a su asiento si no quiere que me vea en la terrible necesidad de esposarla a la mesa durante el tiempo que dure el interrogatorio. - dijo con el rostro enrojecido.
Ella se volvió a reÃr. Se puso de pie mirando de nuevo su reloj y tomó su lugar detrás de la silla que le correspondÃa.
- Necesito su nombre para el archivo- dijo el oficial abriendo la carpeta amarilla que tenÃa delante y levantando la pluma para escribir los datos de aquella mujer tan peculiar.
- ¿Por qué ninguno escucha? - murmuró ella bajando la cabeza.
- ¿Cómo dijo? - preguntó él.
- RubÃ, mi nombre es RubÃ. - contestó ella alzándose de nuevo y poniéndose un cigarrillo entre los dientes. -
El policÃa comenzó a escribir en su reporte.
- Pronto... muy pronto, aprenderás que soy dueña de la mitad de este pueblo. - Escribe eso también en tu pequeño archivo. El policÃa alzó la mirada, molesto con su tono juguetón a lo que ella contestó con un guiño divertido.
La puerta de metal se abrió con un chirrido estruendoso antes de que las palabras dejaran sus labios y delante del policÃa se presentó la figura regordeta y enorme del mismismo jefe de la estación. Se levantó de inmediato, firme ante su oficial superior; pero aquel hombre no se dignó ni siquiera a mirarlo. Extendió su mano hacia la rubia que apagaba el último cigarrillo en el cenicero rebosante de colillas y cenizas. Ella la tomó grácilmente, dedicándole una sonrisa de agradecimiento, a la que el Comisario contestó quitándose su sombrero. Se movió de la puerta dejándola pasar, y cuando hubo salido le murmuró a su subordinado con tosca voz:
- Te espero en mi oficina. -
Mientras ella giraba cabezas al caminar hacia la salida, con su andar sensual y sus piernas largas.
CapÃtulo 1 Un juego peligroso
22/12/2022
CapÃtulo 2 Libertad
22/12/2022
CapÃtulo 3 La boda con el demonio
22/12/2022
CapÃtulo 4 Caer a tus pies
22/12/2022
CapÃtulo 5 Señoras y señores
22/12/2022
CapÃtulo 6 Labios sueltos
22/12/2022
CapÃtulo 7 Nuevas alianzas
22/12/2022
CapÃtulo 8 Las espinas de una rosa
22/12/2022
CapÃtulo 9 Enseñarte a obedecer
22/12/2022
CapÃtulo 10 Renacer de las cenizas
22/12/2022
CapÃtulo 11 Respirando tu aliento
26/12/2022
CapÃtulo 12 Las cuatro reinas
26/12/2022
CapÃtulo 13 El ego de un Rey
26/12/2022
CapÃtulo 14 Juntas somos fuertes
26/12/2022
CapÃtulo 15 Lealtades firmes
26/12/2022
CapÃtulo 16 Instintos
27/12/2022
CapÃtulo 17 Mantén a tus enemigos cerca...
27/12/2022
CapÃtulo 18 Intenciones ocultas
27/12/2022
CapÃtulo 19 Pequeñas venganzas
27/12/2022
CapÃtulo 20 A través del espejo
28/12/2022
CapÃtulo 21 Trofeo de caza
28/12/2022
CapÃtulo 22 Que gane el mejor
28/12/2022
CapÃtulo 23 Acechar al depredador
29/12/2022
CapÃtulo 24 Ligeras escaramuzas
29/12/2022
CapÃtulo 25 La impostora
30/12/2022
CapÃtulo 26 Tu Fantasma
03/01/2023
CapÃtulo 27 Un dÃa más
05/01/2023
CapÃtulo 28 Ciudad de hielo
06/01/2023
CapÃtulo 29 Ilusiones y espejismos
07/01/2023
CapÃtulo 30 La reina guerrera
08/01/2023
CapÃtulo 31 Amores prohibidos
09/01/2023
CapÃtulo 32 Asuntos pendientes
09/01/2023
CapÃtulo 33 Al calor del fuego
10/01/2023
CapÃtulo 34 El minuto de un soldado
11/01/2023
CapÃtulo 35 Sacrificios y secretos
12/01/2023
CapÃtulo 36 Tras puertas cerradas
12/01/2023
CapÃtulo 37 Cartas del más allá
13/01/2023
CapÃtulo 38 No creas nada de lo que oyes
13/01/2023
CapÃtulo 39 Aunque no sea suficiente
14/01/2023
CapÃtulo 40 Cuestión de inteligencia
15/01/2023
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