El Último Latido del Sol de Oaxaca

El Último Latido del Sol de Oaxaca

Gavin

5.0
calificaciones
1
Vistas
24
Capítulo

Ella era mi Sol, la mujer a la que salvé, la que aprendió a amar mi mundo humilde en Oaxaca y prometió su amor eterno. Nuestro taller, nuestros sueños, su tatuaje de colibrí... todo era real. Hasta que recuperó su memoria. Volvió a ser Scarlett Salazar, la fría heredera. Me llevó a su mundo, pero yo era solo un adorno. Su madre me ofreció dos millones para desaparecer, y por mi abuela, acepté. Con el corazón roto llegué a la capital, solo para ver a Scarlett con su prometido, Máximo. Él me humilló una y otra vez, y ella, mi Sol, me miró con frialdad y desprecio. Cuando Máximo rompió el copal sagrado de mi familia, lo que para mí era mi alma, ella lo defendió, echándome de allí. Y luego, en esa fiesta, sus amigos me destrozaron la mano, me arruinaron la carrera para siempre. Pero lo peor no fue el dolor físico, sino ver a Scarlett ofrecerme dinero, como si mi vida valiera tan poco, como si nuestro amor nunca hubiera significado nada. Me arrebataron mi futuro, mi pasión, todo lo que era. ¿Cómo la mujer a la que amé más que a nada pudo convertirse en mi verdugo? ¿Acaso el amor podía morir tan rápido? Con lo poco que me quedaba, decidí irme, renacer de las cenizas. Pero el destino es un hilo caprichoso, y cinco años después, nuestros caminos volvieron a cruzarse. Esta vez, ella rogaría por mi perdón.

Introducción

Ella era mi Sol, la mujer a la que salvé, la que aprendió a amar mi mundo humilde en Oaxaca y prometió su amor eterno.

Nuestro taller, nuestros sueños, su tatuaje de colibrí... todo era real.

Hasta que recuperó su memoria. Volvió a ser Scarlett Salazar, la fría heredera.

Me llevó a su mundo, pero yo era solo un adorno.

Su madre me ofreció dos millones para desaparecer, y por mi abuela, acepté.

Con el corazón roto llegué a la capital, solo para ver a Scarlett con su prometido, Máximo.

Él me humilló una y otra vez, y ella, mi Sol, me miró con frialdad y desprecio.

Cuando Máximo rompió el copal sagrado de mi familia, lo que para mí era mi alma, ella lo defendió, echándome de allí.

Y luego, en esa fiesta, sus amigos me destrozaron la mano, me arruinaron la carrera para siempre.

Pero lo peor no fue el dolor físico, sino ver a Scarlett ofrecerme dinero, como si mi vida valiera tan poco, como si nuestro amor nunca hubiera significado nada.

Me arrebataron mi futuro, mi pasión, todo lo que era.

¿Cómo la mujer a la que amé más que a nada pudo convertirse en mi verdugo?

¿Acaso el amor podía morir tan rápido?

Con lo poco que me quedaba, decidí irme, renacer de las cenizas.

Pero el destino es un hilo caprichoso, y cinco años después, nuestros caminos volvieron a cruzarse.

Esta vez, ella rogaría por mi perdón.

Seguir leyendo

Otros libros de Gavin

Ver más
Renacer de salto de puente

Renacer de salto de puente

Romance

5.0

Mi médico suspiró, confirmando lo inevitable: mi leucemia estaba en etapa terminal, y yo solo anhelaba la paz de la muerte. Para mí, morir no era una pena, sino la única liberación de una culpa que nadie, excepto él, entendía. Luego, mi teléfono sonó, y la voz fría de Mateo Ferrari, mi jefe y antiguo amor, me arrastró de nuevo a un purgatorio autoimpuesto. Cinco años atrás, en los viñedos de Mendoza, su hermana y mi mejor amiga, Valeria, me empujó por la ventana para salvarme de unos asaltantes. Su grito y el sonidFmao de un disparo resonaron mientras huía, y cuando la policía me encontró, Mateo me sentenció con un odio helado: "Tú la dejaste morir. Es tu culpa." Desde entonces, cada día ha sido una expiación, una condena silenciosa bajo la crueldad de Mateo. Él me humillaba, me obligaba a beber hasta que mi cuerpo dolía, disfrutando mi sufrimiento como parte de esa penitencia interminable. Mi existencia se consumía bajo su sombra, una lenta autodestrucción en busca del final. La leucemia era solo el último acto de esta tragedia personal, la forma final de un pago que creía deber. ¿Por qué yo había sobrevivido para cargar con esta culpa insoportable y el odio de quienes una vez amé? Solo ansiaba el final, la paz que la vida me había negado, el perdón de Valeria. Una noche, tras una humillación brutal, una hemorragia masiva me llevó al borde de la muerte. Sin embargo, el rostro angustiado de mi amigo Andrés, y la inocencia de una niña que lo acompañaba, Luna, me abrieron una grieta de luz inesperada. ¿Podría haber una promesa más allá de la muerte, una oportunidad para el perdón y una nueva vida que no fuera de expiación?

Después de que me dejó, me convertí en su madrastra

Después de que me dejó, me convertí en su madrastra

Urban romance

5.0

La tarde en que Ricardo regresó, el sol implacable bañaba los impecables jardines de la mansión Vargas, casi tan cegador como el traje de lino blanco que él vestía. Un deportivo, escandaloso y ostentoso como su dueño, derrapó sobre la grava, soltando a una mujer pálida y frágil, aferrada a él como si su vida dependiera de ello: Camila Soto, la influencer desaparecida. Los vi entrar por el ventanal, sin invitación, como si la casa aún les perteneciera, ignorando a una Lupe que intentaba detenerlos. "Vengo a verla a ella," dijo él, su sonrisa torcida, esa misma sonrisa de hace tres años cuando me dejó plantada en el altar, diciendo que buscaba su «espíritu» en un rancho. "Sofía," espetó, su voz cargada de una autoridad inexistente, "veo que sigues aquí, como una buena perra fiel esperando a su amo." Luego, Ricardo se desplomó en el sofá de cuero de Alejandro, su padre, y dijo: "Hemos vuelto para quedarnos." Mi corazón no tembló, solo una fría calma, la calma de quien espera una tormenta anunciada, porque sabía que él no era el rey, y yo ya no era la ingenua que él había abandonado. Él no sabía que, con Alejandro, había encontrado dignidad, un hogar y un amor profundo que sanó las heridas de su traición. Me di la vuelta para ir a la cocina, con sus miradas clavadas en mi espalda, pensando que yo seguía siendo la misma Sofía. Pero justo en ese momento, una pequeña figura se lanzó hacia mí, riendo a carcajadas. "¡Mami, te encontré!" Un niño de dos años, con el cabello oscuro y los ojos brillantes de Alejandro, se abrazó a mi pierna, ajeno a la gélida tensión que se cernió sobre el salón. "Mami," preguntó con su vocecita clara, "¿Quiénes son?"

La Furia de una Mujer Engañada

La Furia de una Mujer Engañada

Moderno

5.0

Cuando desperté, el olor a desinfectante me golpeó, y las paredes blancas del hospital reflejaban el vacío de mi vientre. Una vez más, el doctor pronunció esas palabras devastadoras. "Señora Rojas, lo lamento mucho. Hicimos todo lo que pudimos, pero no logramos salvar al bebé" . Era mi séptimo aborto espontáneo, siete pequeñas vidas que se habían ido, y mi corazón ya no podía sentir más dolor. Ricardo, mi esposo, llegó corriendo, su rostro una máscara de angustia, y yo me apoyé en él, buscando consuelo. "Shhh, no digas nada. No es tu culpa, mi amor. Descansa, yo me encargo de todo" , susurró con voz tranquilizadora. Pero entonces, a través de la puerta entreabierta, escuché su voz, no la de mi amoroso esposo, sino una llena de alegría y emoción contenida. "Valeria, mi amor, todo salió perfecto. Se lo creyó todo" . Mi respiración se detuvo, un escalofrío helado me recorrió, Valeria Solís, su asistente. "Sí, el séptimo. Justo como lo planeamos. El doctor Ramírez es un genio, el 'accidente' fue impecable" . Planearon… ¿un accidente? Luego lo escuché, con una frialdad repugnante, llamar a nuestros hijos no nacidos… "engendros" . "Ya hablé con Ramírez. Le dije que necesitamos una solución permanente. Una histerectomía. Dijo que puede hacer que parezca una complicación necesaria por el último aborto" . Ricardo, el hombre al que amaba, el que había compartido mi vida durante diez años, había asesinado a mis siete hijos. Él y su amante, Valeria Solís, me lo habían quitado todo. Pero las lágrimas que ahora brotaban no eran de tristeza, eran de rabia y de una promesa silenciosa: iban a pagar.

Quizás también le guste

Renace como una mujer deslumbrante

Renace como una mujer deslumbrante

rabb
5.0

Emberly, una científica destacada de la Federación Imperial, se quitó la vida después de completar una investigación importante. Renació, y como en su vida pasada, nació en una familia adinerada. Podría haber llevado una vida próspera y sin preocupaciones. Sin embargo, hubo un intercambio de bebés en el hospital y ella terminó con una familia de campesinos. Más tarde, sus padres adoptivo descubrieron la verdad y la llevaron con su verdadera familia, pero esta ya no la quería, e incluso su malvada hermana adoptiva la despreciaba. Fue acusada injustamente y, al final, murió en prisión. Pero en su siguiente vida, se negó a seguir siendo una cobarde y juró vengarse de todos los que le hicieron daño. Solo se preocuparía por aquellos que realmente fueran buenos con ella y cerraría los ojos ante su familia cruel. En su vida pasada, había experimentado la oscuridad y había sido tratada como basura, pero también había estado en la cima del mundo. Esta vez, solo deseaba vivir para sí misma. Como si se hubiera encendido un interruptor dentro de ella, de repente se convirtió en la mejor en todo lo que se proponía. Ganó el concurso de matemáticas, encabezó los exámenes de ingreso a la universidad y resolvió una pregunta antigua... Más tarde, acumuló innumerables logros en investigación científica. Las personas que una vez la difamaron y menospreciaron lloraron amargamente y le suplicaron una autorización de patente. Ella solo se burló de ellos. ¡De ninguna manera se las daría! Ese era un mundo sin esperanza, pero el mundo depositó su fe en ella. Austin, el heredero de una poderosa familia aristocrática en la capital del imperio, era frío y decisivo. Asustaba a cualquiera que lo mirara. Sin que nadie lo supiera, adoraba a una mujer: Emberly. Nadie sabía que su deseo por ella crecía con cada día que pasaba. Ella trajo luz a su vida, que originalmente era aburrida y sombría.

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro