Un amor en secreto.

¿Se puede seguir siendo amiga de alguien a quien amas en secreto? Avy Wong enfrenta este dilema mientras observa cómo su amor, Marcus Santiz, se casa con otra mujer. Desde pequeña, su corazón ha pertenecido a él, pero el destino parece tener otros planes.

Marcus, un hombre de carácter fuerte y atractivo, ha tomado una decisión que destroza a Avy: se casa con la madre de su hijo, a quien no ama. A pesar de sus sentimientos, Avy se ve obligada a aceptar su realidad.

En una noche oscura y llena de dolor, Avy se encuentra en el bar El Paraíso, donde la tristeza se mezcla con el alcohol. Llora junto a su amiga y confidente, Kelly, quien intenta consolarla, pero la rabia y el desamor la consumen. La lucha interna entre el deseo de olvidarlo y la necesidad de seguir siendo su amiga la atormenta.

Cuando su hermano llega para ayudarla, Avy se siente perdida entre la tristeza y la esperanza. Él la levanta, pero no sabe que detrás de su desconsuelo se esconde un amor profundo y no correspondido. La lucha por el amor verdadero parece un camino difícil, pero Avy sabe que, a pesar del dolor, su corazón sigue perteneciendo a Marcus.

¿Podrá el amor superar las barreras del destino? La historia de Avy y Marcus está lejos de concluir. La amistad, los celos y el deseo se entrelazan en un relato donde la verdadera felicidad aún está por descubrirse.

-¡Mañana se casa y no es conmigo! ¿Por qué tengo que soportarlo y duele verlo con otra? ¿Cómo arranco este dolor que siento dentro de mí? -llora Avy junto a su amiga Kelly en un bar, donde han tomado varias copas.

-No sufras más, Avy. Él no merece que llores por él. Ya decidió con quién estar y tú mereces un hombre que te ame de verdad y valore lo que eres -la consuela Kelly, quitándole la botella de licor de la boca.

-Dámela, necesito ahogar este dolor que llevo dentro y mañana mostrar mi mejor cara ante mi familia y la suya -trata Avy de arrebatarle la botella, pero su amiga la aleja y se deja caer de cara sobre la mesa.

-Es mejor que nos vayamos, Avy. Mira que ya has tomado demasiado y si quieres estar lista para mañana, debes descansar y ponerte guapa como una diva -le dice Kelly, ayudándola a levantarse. Forcejean hasta que unos brazos la levantan en el aire.

-¿Quién eres? Uy, pero qué guapo estás. Yo a ti te conozco -le dice, rodeando su cuello con los brazos.

-Vamos, mis padres no deben verte así. Te llevaré a mi departamento, allí estarás mejor -responde la voz familiar de su hermano. Ella llora en su hombro, aunque él no sabe del amor que siente por su mejor amigo.

Eliezer Wong lleva a su hermana hasta su auto; Kelly sube junto con ella, mientras Eliezer maneja con el rostro serio, mirando por el retrovisor que su hermana sigue llorando sin saber por qué.

-Sé que eres su mejor amiga desde niñas y tienen sus secretos, pero esto me preocupa y me gustaría saber qué es lo que sucede -le menciona, y Kelly no sabe si decirle la verdad o seguir guardando el secreto de su mejor amiga.

-Hay cosas que solo nosotras entendemos. Hoy, precisamente, ella está en esos días en que no queremos hablar, solo llorar y sacar cualquier dolor que llevamos dentro. No te molestes, pero es mejor que ella te cuente; no me corresponde hacerlo, y si Avy no quiere contar, yo tampoco lo haré -responde Kelly a Eliezer, mirando por el retrovisor. -Solo te puedo decir que ella necesita olvidar y sanar, solo eso -susurra mientras Eliezer continúa manejando hasta llegar a su departamento.

Al llegar, baja del auto y abre la puerta para sacar a su hermana y ayudarla a subir. Kelly va detrás de ellos con las pertenencias de su amiga.

-Adelante, estás en tu casa -Eliezer hace pasar a Kelly en cuanto abre la puerta. Luego deja a Avy, que está dormida en una de las habitaciones del departamento. -Hay ropa de Avy en el armario. ¿Me ayudas a cambiarla? Y si gustas, puedes tomar para ti también -le menciona mientras le muestra dónde es y le quita los zapatos.

-Bien, deja que yo me encargue de ella -menciona Kelly, sacando una pijama de dos piezas para Avy y otra para ella.

-Está bien, si necesitas algo, mi habitación es la que está al lado -contesta antes de salir de la habitación y cerrar la puerta.

Mientras Kelly ayuda a su amiga a cambiarse y ella se da un baño, Eliezer llama a su amigo Marcus.

-Hola, amigo. Disculpa que me haya ido sin avisarte. Kelly me llamó para ir por mi hermana. No sé qué le pasó, pero tomó demasiado y está muy triste -le cuenta a Marcus lo que ha sucedido.

-¿Pero ella está bien? ¿No le pasó nada? ¿Dónde está ahora? -pregunta Marcus, preocupado por Avy, deseando correr hasta donde ella está para consolarla.

-Sí, ella está bien. Creo que está en esos días que les pasan a las mujeres. Por lo que me dijo Kelly, Avy se siente triste y deprimida, necesita olvidar y sanar. Creo que mi hermana está enamorada -menciona Eliezer, luego de una carcajada.

-¿Cómo puedes decir semejante estupidez? ¡Avy ni novio tiene! ¿Cómo va a estar enamorada? Estás loco -contesta frustrado Marcus, sintiéndose desquiciado solo de pensar que Avy esté enamorada de otro que no sea él.

-Bueno, ya. ¿Listo para mañana? -le pregunta Eliezer, y un silencio se hace al otro lado de la línea.

-Sabes bien que no la amo. No estoy listo, pero así es esto, debo casarme -responde Marcus, con el rostro desencajado.

-Marcus, si no la amas, ¿entonces por qué te casas? Puedes ayudar con la manutención de tu hijo, no necesitas atarte a alguien que no amas -le aconseja su amigo, sabiendo el motivo por el que Marcus se casa con Claribel González, una modelo de grandes marcas del país.

-Sí, lo sé, amigo. Ya conoces a mis padres, son tradicionalistas que no quieren permitir que mi hijo nazca fuera del matrimonio. Y aunque no la ame, le prometí que la ayudaría a pesar de todo -contesta Marcus, dando un leve suspiro. -Bueno, ya estoy en mi departamento. También me fui temprano del club. La verdad, no me partió seguir allí, por eso me salí después de que tú te fueras -confiesa, y Eliezer sonríe. Ambos amigos se despiden, quedando en verse en el lugar donde será la boda.