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Trio & venganza

Trio & venganza

Miri Baustian

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Capítulo

Todo se complica cuando la competencia de dos mujeres va más allá de lo estipulado y pasan ciertos límites cruzando las fronteras permitidas, sin embargo ellas no son las únicas que compiten, también lo hacen los dos primos, que terminan exponiendo situaciones y exponiendolas a ellas, quienes son señaladas por la sociedad, sin embargo, ellos pretenden luchar hasta las últimas consecuencias para lograr limpiar el nombre de las dos bellas muchachas, no obstante, los celos y la venganza, separan a las dos parejas que finalmente se formaron.

Capítulo 1 Entre amigas

Por Evelyn

Habíamos ido a bailar con unas amigas, hacía bastante calor y acabamos de terminar la escuela secundaria, es decir que nos recibimos.

La mayoría se anotó en la facultad.

Yo decidí seguir el profesorado de matemáticas.

La docencia me gusta bastante y soy muy buena para los números.

Isa, mi mejor amiga, por así decirlo, también se decidió por seguir un profesorado, pero en este caso, es el de literatura.

A ella le gustan más las letras y a mí los números.

Siendo bastantes distintas en los gustos de lo que decidimos estudiar, es inexplicable como siempre o la mayoría de las veces, nos gustaban los mismos chicos.

El tipo de ropa que nos gustaba también era parecido, nos vestíamos muy sexis y llamativas.

Competimos todo el tiempo para ver quién estaba vestida más llamativa, a quien le dicen más piropos, a quien la miran más en la calle.

Físicamente no somos tan distintas.

Las dos somos delgadas con cabello rubio, largo hasta la cintura, ambas tenemos lindas colas y un busto mediano, tenemos el mismo talle de ropa y de calzado.

Mi cabello es rubio ceniza y el de ella es un poco tirando a castaño, mientras que Isa tiene ojos marrones claros, yo los tengo celestes, a veces mi color de ojos parece verde.

Mi hermana sí tiene los ojos de un celeste más definido, pero Jaky, mi hermana, tiene el cabello castaño oscuro y es un poco más delgada que yo, apenas.

Ella me lleva 5 años y es profesora de matemáticas, debe ser por eso que también elegí esa carrera, muchas veces Jaky es mi inspiración.

Mi hermana está de novia desde hace 3 años, francamente no soporto a su novio, me cae mal, muy mal, ella es tan fina, tan delicada, tan hermosa y él es…todo lo contrario, trabaja en un taller de tornería, no sé bien de qué se trata, siempre tiene las manos sucias de grasa o al menos a mí me da esa sensación, es grandote, ella dice que es morrudo, a mí me parece gordo y no tiene la mejor presencia.

No entiendo como puede estar enamorada de ese hombre.

Algunas veces, cuando su novio va a pescar con amigos, mi hermana viene con nosotras a bailar.

Hoy no, hoy estaba con su novio.

Casi siempre íbamos al mismo lugar a bailar, era como una rutina.

Primero caminamos unas cuatro cuadras por una avenida, cruzandonos con muchachos que posiblemente irían a bailar al mismo lugar que nosotras, aunque era una zona que estaba llena de bares y discotecas, luego siempre tomábamos algo en un pequeño bar que extendía su lugar poniendo mesas en la vereda y hasta algunas en la calle, reduciendo el lugar para que circulen los vehículos, por lo que todos los autos iban a paso de hombre, entre el poco lugar que había y los jóvenes que se cruzaban de vereda sin prestar atención al tráfico, los conductores tenían que tener mucho cuidado de no atropellar a alguien.

En la discoteca o boliche, cada uno le decía cómo quería, y hasta discutían cómo sería el nombre correcto, mis amigas y yo bailábamos en una pequeña pista, inventando pasos moviéndonos al compás de la música.

Eso hacíamos, cuando se me acerca un chico y me saca a bailar.

Le digo que sí, era realmente muy lindo.

Antes, mi lado competitivo, mira a mi amiga Isa.

Lo estaba mirando, le había gustado.

Siempre nos gustaban los mismos y esta vez no era la excepción.

Fui a bailar con ese chico a la pista grande.

Terminamos en un reservado, besandonos como locos, sus manos no dejaban de tocarme, yo quería frenarlo, porque realmente pasaban los hombres de seguridad del lugar, lo hacían a cada rato para evitar que algunos jovenes terminen teniendo sexo, no era un hotel, pero algunos no lo entendían.

Sus besos eran calientes, apasionados.

Estuve con él casi toda la noche.

Me reuní con mis amigas a la hora de volver.

Con Omar, así se llamaba el chico, quedamos en hablar para vernos.

En la semana nos vimos, fuimos a cenar y no pasó más que unos besos mágicos, él tenía una moto y me llevó hasta mi casa.

Mi madre me ponía horarios para volver, más en días de semana, porque mi padre se levantaba temprano y como tenía el sueño liviano, si nos escuchaba llegar tarde y luego no se podía dormir, al otro día estaba de mal humor todo el tiempo.

A mi papá también le molestaba que el novio de mi hermana se quede hasta tarde, creo que es porque realmente tampoco lo soportaba.

Jaky no hacía mucho ruido cuando se quedaba con su novio en el living de nuestra casa, creo que hacía más ruido yo, escuchando música.

Al sábado siguiente yo fui a bailar nuevamente a ese lugar y en el bar de la esquina nos encontramos con Omar, el chico con el que se puede decir que había comenzado a salir, yo estaba acompañada por mis amigas, Isa, Fernanda y Soledad, en general éramos las cuatro que siempre nos reunimos para ir a esa discoteca los sábados por la noche.

Omar llegó con unos amigos suyos, un tal Liam, Sergio y Hugo.

Nos quedamos charlando entre todos.

En un momento veo como Isa no le saca los ojos de encima a Omar y él también la está mirando.

En muchas ocasiones, cuando yo le decía que me gustaba algún chico, ella lo terminaba besando y debo confesar que yo muchas veces me besé con chicos que sabía que le gustaban a ella, no por eso, sino porque a mí también me gustaban, pero ninguna de las dos, teníamos en cuenta los sentimientos de la otra, casi como que éramos felices de ganar esa competencia no anunciada.

Todo era competencia entre nosotras.

De todos modos, Omar me siguió besando y abrazando.

Cuando estábamos por entrar a la discoteca Omar me pregunta si podemos irnos a otro lado.

Veo como Isa lo sigue mirando y me molesta bastante, le digo que sí a Omar.

Le aviso a mis amigas que nos vamos, que esa noche no entraba a la discoteca.

-Estoy con la moto.

Llegamos al estacionamiento y como la otra vez, me dio un casco, me lo puse y me abracé a él para ir en moto, no sabía muy bien adonde, aunque no descarté que iba a ser a un hotel transitorio o un lugar similar.

No tardamos mucho más de 15 minutos en llegar a un edificio, bastante lujoso.

Entramos para estacionar la moto y antes de dirigirnos a un ascensor particular, Omar saluda al portero del lugar.

-Vivo acá, vamos a estar más cómodos.

Me guiña un ojo.

Yo lo sigo, pensando que realmente no le tenía tanta confianza como para ir hasta su departamento.

No parecía un degenerado que me fuera a matar.

Soy cuidadosa en los lugares en donde me meto.

Bueno, tal vez no tanto, porque Omar me parecía divino, pero era la tercera vez que lo veía.

-Vivo solo y te juro que no tengo escondidos a 10 amigos para violarte entre todos.

Me debe haber adivinado el pensamiento, al aclararme eso.

Le sonreí y él me besó, por supuesto que le devolví el beso.

Llegamos enseguida, vivía en el tercer piso de ese edificio.

Había dos departamentos por piso, todo era muy opulento, muy suntuoso.

El departamento era bastante grande, al menos lo que vi hasta ahora, el living comedor debía tener de 10 metros de largo por cuatro de ancho.

Fuimos a la cocina en donde agarró dos vasos y luego fuimos a un costado del living, había como un minibar y sirvió dos vasos de whisky, yo al mio le agregué gaseosa tipo cola y tampoco lo tomé todo.

Omar sí se terminó en un par de tragos, el contenido de su vaso.

Por lo que me pude enterar el día que fuimos a cenar, vivía solo, sus padres estaban bastante acomodados económicamente, pero eso no me importa.

El departamento se lo compró su padre, que era abogado y Omar seguía sus pasos, estaba estudiando derecho.

Trabajaba en el estudio jurídico de su padre.

Creo que tiene mejor relación con su progenitor que con su madre.

Tampoco fue que habláramos tantos temas personales y si lo hicimos fue sin ahondar en ningún tema en profundidad.

Nos besamos muchísimo y por supuesto, hicimos el amor, es cariñoso y apasionado, me hacía vibrar como nunca me pasó con otro chico.

No es que yo tuviera mucha experiencia, tenía 18 años y había tenido relaciones con tres chicos más.

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