/0/12949/coverorgin.jpg?v=ffc879dadcb2adc81ea946b029c807be&imageMogr2/format/webp)
Mi nombre es Rebeca y soy muy feliz en mi matrimonio. Soy
madre de una niña muy hermosa y mi marido me ama. Podría
decirse que es la vida que desee. Ya que tengo todo lo que
necesito, incluso en lo material.
Vivimos muy bien, Elvis tiene un trabajo estable y gana buen
dinero. Aunque no sé con certeza a que se dedica. No he sido
mujer de molestar haciendo muchas preguntas, por eso tenemos
un matrimonio armonioso, sin pleitos.
Mi marido es un buen hombre, incapaz de faltarme. Desde que
nos conocimos me hizo sentir segura de sus intenciones hacia mí.
Se organizó para viajar a verme cada dos meses. Reuniendo del
dinero que ganaba en Mérida, en un empleo que obtuvo en la
universidad donde estudiaba.
El no es andino, nació en Carúpano y su familia lo mandó a
estudiar allá, le pagaban una habitación en un apartamento donde
compartía con otros estudiantes, uno de ellos de nombre Klever,
su mejor amigo.
Resulta que la enamorada de Klever es mi mejor amiga. La
conoció en Caracas y se engancharon. Al punto que viajamos a
Mérida en unas vacaciones a visitarlo. Al terminal de autobuses
llegaron Klever y Elvis a recibirnos. La cosa se puso emocionante
para mí. Mi primera cita a ciegas, alucinante. Y así fue como el
destino unió nuestras historias.
Enamorados, nos vemos cada dos meses. Nos casamos en
menos de un año y me mudo con él. Dos años después recibe
una terrible noticia, su padre ha muerto, Y él debe regresar a
hacerse cargo de su madre y hermanos, no puede continuar
estudiando. Así fue como llegué a este pueblo.
Con el tiempo dejamos la casa de su familia y compramos una
casita. El lugar es maravilloso, frente al mar. Camino un poco
sobre la arena y ya estoy en el agua. Una vida espectacular,
soñada.
Elvis me compra todo lo que le pido, no escatima en nada. Una
muestra de que me ama. Mejor dicho, nunca me ha dado dolores
de cabeza. Ni razones para celarlo o dudar de él. Siempre lo he
visto dedicado a trabajar y a su familia.
Una noticia nos llena de alegría, estoy embarazada. Nuestro
primer hijo, algo que nos unirá por siempre. La ilusión es muy
grande. Comenzamos a vivir todos los días pensando en el bebé
y preparándonos para su llegada. Su habitación, ropa y algunos
juguetes, le esperaban ya en casa. Nunca vi a Elvis tan feliz. Se
involucró por completo, sin duda, va a ser un buen padre.
Una hermosa niña, de piel muy blanca y cabello rojizo, vino a
aumentar nuestra dicha. Mila es el nombre que le hemos dado a
la hermosa pelirroja. La niña nació llena de pecas y con mejillas
redondas y rosadas, muy llamativa.
Los gastos de la casa se incrementaron y la economía del país no
está en su mejor momento. Elvis estuvo nervioso unos meses.
Hasta que empezó en otro trabajo. Sus ingresos aumentaron y
volvimos a tener ahorros y una vida plácida. Se dedica a los
negocios y a veces hay altas y bajas, me explica.
La crianza de Mila me ocupa el día entero. Casi no descanso,
porque cuando duerme es que hago los oficios. Me la paso
cansada y cuando mi esposo llega a casa me encuentra dormida.
Su trabajo le exige mucho, se la pasa de viaje. Cada vez
compartimos menos y no me quejo, trato de entender que es una
etapa que pasará. Sin embargo, como mujer me resiento al no
tenerlo más tiempo a mi lado y me pongo a pensar cosas.
Tengo alguna que otra sospecha, no se trata de mujeres. Son los
hombres que lo frecuentan, su apariencia es muy rara. Algo no
me gusta, visten bien y andan pulidos, pero malencarados y con
marcas en el cuerpo.
Como quien no quiere la cosa, me le voy metiendo, buscando que
suelte prenda, pero nada. No acepta hablar del asunto. Me
cambia el tema, me rehúye. Yo trato de quedarme tranquila.
Como dice la abuelita, no hay que buscarle la quinta pata al gato.
Y yo con una niña pequeña menos, qué va.
Mi corazón se inquieta cada vez que viaja, por miedo a que no
regrese o a que le atrapen, que sé yo. Entre sobresaltos pasa el
tiempo.
Mila crece rápido y entra al kinder, ya tiene cinco años. La llevo
en las mañanas y luego disfruto de un valioso tiempo para mí.
Comienzo a trabajar con la lectura del Tarot, lo que me apasiona.
Elvis cada día está más distante. Al punto que me hace
sospechar que algo pasa. Su neviosismo me afecta y entro en
depresión.
Un día viene a casa contra el piso. Me cuenta que acaba de
perder su empleo y que tiene una gran deuda. Las cosas se salen
un poco de control y nos ponemos muy nerviosos. En ese
momento, me dice la verdad. El dinero con el que vivimos todos
estos años es producto del tráfico de drogas, en eso se
desempeña.
Forma parte de una mafia y los tres corremos peligro. Su rostro es
una mueca y sus ojos me transmiten terror. Mi esposo tiene
miedo, debe haber algo que no me ha dicho.
Siento que el mundo se me viene encima. Que se me acaba la
vida en un instante. Qué desgracia tan grande Dios mío.
— ¿Qué vamos a hacer? Elvis, yo no puedo perderte, no nos
puedes dejar solas. Haz algo.
—Tranquila, yo hablé con él, solo que lo que le debo no se lo voy
a poder pagar en esta vida.
— ¿De qué estamos hablando? ¿Perdiste el trabajo o hay algo
más que no me has dicho?
— Hay algo más. e l punto e que no solo estoy desempleado,
d
— Si no que la deuda que tengo con él tengo que pagar a costa
de mi vida. Lo que me preocupa no es eso. Son ustedes. No voy
a permitir que les pase nada.
/0/10771/coverorgin.jpg?v=4b7b6bdf9cf0ba3f5b24fc273b5ce62f&imageMogr2/format/webp)
/0/18064/coverorgin.jpg?v=16865603823ecc9a1b4c83628afbd27c&imageMogr2/format/webp)
/0/16404/coverorgin.jpg?v=a77444dd3c5a7a6d52e4c5d5e0f126f2&imageMogr2/format/webp)
/0/6286/coverorgin.jpg?v=69a830ed2bd6982ef9f6d4e49316e438&imageMogr2/format/webp)
/0/6404/coverorgin.jpg?v=20dfe6709feb62ae5449cb4fd5cc4025&imageMogr2/format/webp)
/0/17688/coverorgin.jpg?v=20a79f929fe35b6886c3199e47b284ff&imageMogr2/format/webp)
/0/8728/coverorgin.jpg?v=46f2e1306f7248edf71ea3f087e01a77&imageMogr2/format/webp)
/0/9852/coverorgin.jpg?v=06b45a103f581d4ce4b350a8cc40b89e&imageMogr2/format/webp)
/0/4960/coverorgin.jpg?v=45ba1465b499db5b271197e747d848e8&imageMogr2/format/webp)
/0/4792/coverorgin.jpg?v=5797b4bc9f5bea4c0c95bede64bc406d&imageMogr2/format/webp)
/0/10080/coverorgin.jpg?v=fb5112c337f5eb26b5faaab4e9518a51&imageMogr2/format/webp)
/0/5563/coverorgin.jpg?v=f133d18a5f48676543abff6e9505b581&imageMogr2/format/webp)
/0/1158/coverorgin.jpg?v=ae44d35a101f777cadb7bdd8ac33fdf8&imageMogr2/format/webp)
/0/17861/coverorgin.jpg?v=5037fcaf0049463d03f8c33cf868f83b&imageMogr2/format/webp)
/0/19016/coverorgin.jpg?v=3648d13f08ecd0079e67b755e6568278&imageMogr2/format/webp)
/0/17050/coverorgin.jpg?v=c1b50d7a6bcfda753e2e7b5ec2a6bc73&imageMogr2/format/webp)
/0/17109/coverorgin.jpg?v=69d4718dd201714d7063566cc642cafc&imageMogr2/format/webp)
/0/17445/coverorgin.jpg?v=3a68b826ed1cac47c5286b82da0502aa&imageMogr2/format/webp)
/0/20712/coverorgin.jpg?v=a7948686fdead3c68c1af1e95bbaa921&imageMogr2/format/webp)