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Matt : La venganza del CEO

Matt : La venganza del CEO

Karonte de Cáncer

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Capítulo

Matt, es un joven que descubre el verdadero amor en una mujer mayor para su sorpresa es correspondido e inician una relación en secreto a pesar de la distancia, todo cambia un día que él va de visita y ella ha desaparecido eso lo sume en una profunda depresión concentrándose en sus estudios y trabajo como modelo. El destino los vuelve a reunir y Matt demuestra ser lo suficientemente maduro para ella e inician una vida juntos sin imaginar que esa decisión lo llevará a conocer el significado de dolor y amargura sorprendiendo a propios y extraños.

Capítulo 1 Inicio de Clases

Una antigua casa del siglo XVIII hoy en día funge como colegio, de nombre “ Colegio Bicultural del Pacifico ” Uno de mucho prestigio donde sus alumnos eran hijos de ricos, políticos ,artistas famosos, aunque también había becados, con un territorio de quince hectáreas la construcción aún conserva su estructura original así como unas que otras pinturas y adornos, se veían ya vestigios de modernidad, luz eléctrica , aire acondicionado, alberca, el que fuera el comedor hoy es un amplio pasillo con hermosas ventanas que van del piso al techo de solo dos pisos de alto era lo suficientemente amplia

para albergar a mil alumnos, desde niños de preescolar hasta jóvenes de preparatoria, su planta de maestros era como cualquier otra con maestros capacitados y preparados.

Va a iniciar el nuevo ciclo escolar mil novecientos noventa- mil novecientos noventa y uno, por tal motivo se están realizando honores a la bandera y el discurso de bienvenida, todos desde preescolar a preparatoria poniendo atención y observando el cuerpo de docentes que estaban detrás el director.

_Sean todos bienvenidos a este su segundo hogar, a los de preparatoria les recordamos que deben cuidar de los menores, si los ven en problemas no duden en ayudar, y a los pequeñines en pedir ayuda de sus mayores, bien, ya damos por concluida la ceremonia y nos vemos el viernes.

Así todos los alumnos se dirigen a sus salones ya asignados los de preescolar corren alegres por los pasillos, los de preparatoria ríen al ver a los pequeños pocos minutos después, todos los alumnos están ya en sus respectivos salones.

En todos los cursos el día transcurre de lo más normal entre matemáticas, química, física, español, deportes, etc, etc, unos alumnos destacando más que otros se llegó el receso, todos salieron a comer.

Los maestros cuidando el orden entre los alumnos, que por lo regular asi era, casi nunca había incidentes, se termina el receso, todos marchan a sus salones otros tantos al área deportiva, entre ese tanto iba el grupo de segundo de preparatoria, el segundo B, en ese grupo en especial se encuentran dos alumnos Carlos David de tez blanca, cabellos castaños oscuros, ojos color miel, ojos grandes, pestañas que más de tres enviaban, labios delgados, de un metro con ochenta y cinco centímetros, cuerpo atlético era el capitán de fútbol así como del equipo de natación , el otro joven es Matthew Reanielli, tal alto como su compañero Carlos David, cabellos ondulados, sus ondas caen en la frente dando la impresión de estar despeinado, negros, ceja poblada igual de negra, tez ligeramente bronceada, sus ojos azules resaltan, también perteneciente al equipo de futbol soccer, delantero igual que Carlos, pero su fuerte eran las pruebas de pista, cuatrocientos metros planos, doscientos metros, cien metros, era el velocista estrella no solo de la escuela, pertenecía al equipo nacional de atletismo, si algo tenían los dos adolescentes de casi diecisiete años era que llamaban la atención por su altura y por su belleza y esa belleza no era ignorada tan fácilmente por las chicas.

Los chicos eran muy amigos lo que tenían de buenos deportistas lo tienen de diferencia en caracteres Carlos era muy alegre, divertido, era amigos de todos nunca le importo eso de "las bolitas" lo mismo era amigo de la chica popular que de la nerd el para todos era amigo, por lo contrario Matt, de lo más serio, era como si sobre sus hombros cargaba una gran responsabilidad, siempre con el semblante serio, solo su amiga Raquel conocía su sonrisa, él era popular pero eso nunca le importó, sabía que era guapo pero tampoco le importaba, se corrían rumores de él por su seriedad y porque no se le conocía novia, se decía que era "ratito" otros que tenía una novia pero que murió en un accidente" varios rumores cosa que tampoco le quitaba el sueño al joven atleta. Los adolescentes llegan con el entrenador habla con ambos largo y tendido pues en octubre iniciaban las competencias antes de los estatales, otra diferencia entre los amigos es que Carlos David es becado, es el mayor de cuatro hermanos, era huérfano de padre, pues este había muerto hace cinco años justo edad de su hermana menor, el entrenador debía cerciorarse de que el cumplirá también con la exigencia académica o quedaría afuera del equipo y del plantel, Matt era hijo menor de un eminente empresario y poderoso político, no por eso era mal estudiante, tampoco estaba en el cuadro de honor, los amigos se deben quedar en el campo, el resto de alumnos a la siguiente clase, termina el entrenamiento en fútbol y en pista, los equipos completos van a las regaderas. Se llegan las dos de la tarde da fin el turno matutino, dando paso al vespertino, Matt, mochila en el hombro derecho molestando a Raquel, sin duda una adolescente muy bella, blanca cuál porcelana, cabellos rubios, ojos claros, era como ver una muñeca Barbie hecha carne y hueso, ambos ven pasar corriendo a Carlos, siempre era así, ya que a las tres de la tarde va a su trabajo de medio tiempo en un supermercado. Matt, suelta a su amiga, se despide de ella dándole un zape en la cabeza, sin correr camina por el estacionamiento de la escuela, sube a su deportivo, enciende un cigarro y se pone en marcha hasta alcanzar a Carlos, lo obliga a subir, el chico internamente agradece el favor, mientras escuchan música y Matt conduce, él come lo que su mamá le puso de lonche.

_ ¿Cuándo vas a aceptar el trabajo que te ha ofrecido mi padre? - su tono de voz serio y varonil-

_ Gracias, pero no puedo, necesito los fines de semana para mis estudios y para ir a dejar e ir por Claudia a su trabajo. - su tono de voz suave y agradable sin quitar que es grave y profunda-

_ Puedo hablar con él, lo sabes. No me gusta que andes a las carreras de un lado a otro.

_ No todos tenemos la suerte que tienes tú.

_ !Jum! Termina tu comida. En la noche te llamo a tu casa para pasarte las tareas.

_ Si, gracias. Alessio, nos dijo que nos dejaron un buen de tarea de español, a máquina o computadora.

_ No te preocupes, yo la hago por ti, te la traigo en la mañana.

_No sé qué haría sin ti amor mío.

_ Ya bájate ¡baboso! - los dos sueltan la carcajada-

Llegan al supermercado, Matt obliga a su amigo a qué deje sus pertenencias con él, ya que se encargará de enviarlas a casa. Se despiden, el pelinegro llega a su casa da las pertenencias de Carlos a Adrián, uno de tantos que trabaja en su casa, le da instrucciones, la dirección de su amigo, hace que Adrián lo espere un par de minutos, regresó con él da una cajita, con la instrucción de que se la dé a Claudia, una chica de catorce años, entrega todo despide al trabajador a hacer el encargo. Busca a su mamá por toda la casa hasta dar con ella en la cocina, Ana, mujer de ya cincuenta años, su cabello grisáceo, blanca como porcelana, de ojos azules, ojos que le heredó a sus tres hijos, mujer sencilla, es ella quien sirve comida a su hijo, lo acompaña a comer.

Se llega el día siguiente, Carlos en el transporte público cabeceaba por el sueño que aún llevaba, cómo todas las mañanas Matt pasa por su amiga Raquel, llegan a la escuela, el grupo de amigas de la rubia ya la esperaban van directo al salón hablando de cosas propias de la edad, Matt, espera en el estacionamiento a Carlos mientras fuma su cigarro matutino, Carlos llega corriendo con Matt, este le entrega la tarea, los dos ven a un Volkswagen verde pasar rápido.

_ ¡Fíjate babosa! Es estacionamiento no pista de carreras- gritó Matt enfadado-

_ Casi nos mata.

_¿Estás bien?

_ Ujum, fue el susto.

_ Es una salvaje para conducir.

Los dos van hablando de las tareas, los pasa una chica pelirroja, ninguno de los dos ven el rostro, solo la espalda, los dos ladean la cabeza juntándolas, una chica baja no más de un metro con sesenta, lleva una falda azul marino algo ajustada, una blusa blanca por fuera, zapato de piso a juego con la falda, lleva una mochila que se ve pesada, incluso ella se ve ladeada a la derecha, pasa su mano izquierda por la cabeza retirando los walkman y colocando una diadema azul marino, la chica hace alto en la puerta de segundo B, ve la puerta, se arregla el cabello, se mete la blusa por debajo de la falda, se coloca el saco, suspira, iba a abrir la puerta cuando siente algo detrás de ella echa la cabeza hacia atrás sus grandes ojos verdes se topan con los estudiantes, parpadea varias veces, se hace a un lado dejándolos pasar. Los dos ven de arriba a abajo a la chica.

_ Oye, ese no es el uniforme te van a suspender - Carlos se adelanta a entrar - será mejor que vayas a prefectura a pedir un justificante.

_ Aunque no se puede negar que se ve bien esa falda - Matt sin moverse un paso baja la mirada a las nalgas de la pelirroja- más que bien diría yo, redondas y firmes, se ve que se ejercita, lo mismo puedo decir de las piernas- pasa a la chica cierra la puerta en sus narices-

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