Un trato con la CEO

y me vestí, como era una salida normal me coloqué un jean negro, una camiseta y zapatos deportivo; apenas terminé de vestirme sonó mi celular, era Sophie quien me dijo que y

e íbamos a ir con ropa parecida y no iba a estar desencajando. El vehículo en el que andaba era uno pequeño tipo sedan col

nde ella estaba, no me molestaba que me llamara así,

ie — corregí para saludarla

os — me dijo y

ue si tenía dinero y una familia con influencia, era lo más normal que así fuera, s

que yo sepa, ese lugar era un restaurante y no muy económico, nunca había comido allí porque quedaba un tanto retirado de mi departamento y

ompras y ese es uno de mis lugares favoritos

dinero — dije en voz baja más para mí

, la ropa, anillos, si quieres un reloj, también te lo compro — me dijo tranquila

galado y esos regalos eran esporádicos y en mis cumpleaños, además que mis padres siempre me han dicho que no esperara a que nadie me regalara nada para tenerl

ello, mis cumpleaños, desde que vivo en Nueva York, los he pasado con pocos amigos, de hecho, podía contarlos con los dedos y me sobrarían, y el ultimo lo pase todo e

rar algo importante ya que los cumpleaños lo son, discutir con una mujer era difícil

leaños iba de viaje pero que este último no pudo por el trabajo por lo que esperaba que lue

fer que fuera a desayunar también y este se fue

gunté una vez que pedimos la comida, yo ordené

y desayunar con su esposa, este trabajo le obliga a pasar mucho

pongo que sí —

esperaba que luego de que su padre le diera la empresa familiar, tener más tiempo libre para hacerlo, igual me dijo que amaba pintar, pero no era muy buena en eso, aunque de vez en cuando lo hacía para desestresa

lgún hobbit, pasatiempo, tocas

ver películas, estuve aprendiendo a tocar guitarra, p

sí podemos escribir alguna canción — me dijo riendo levemente y yo

de llegar le pregunté en voz baja a ella el nombre del sujeto, me dijo que se llamaba George y asentí

ñorita Morrison? —

, George — le respon

co lejos? — le pr

y me encanta, además, no vamos cami

que tienes buenos

— me respondió sonriéndome —

quieres

ace cuanto vives en Nueva York? Lo que tú quieras — me dijo

una hermana menor que vive c

s — dijo impresionada —. ¿Qu

ció a mi madre en un viaje que hizo a Los Ángeles, se enamoraron y

e venir a estudiar acá

uerido venir y como la universidad de NY es una de

ocionada por saber cosas de mí y, de hecho, desde que le dije

daba tiempo y me alcanzaba el dinero para salir uno que otro fin de semana, también le conté que mi últim

dijo luego de que t

uro tu vida fue

a estudiar en Inglaterra, aunque bueno, fue de las únicas cosas buenas que me obligaron a hacer, pero de resto, me exigían demasiado, además, estuve rode

ento, p

illa, pero no, nunca tuve novio formal, la mayoría me quería por mi dinero o porque me querí

r la que decidiste contra

le, esa fue la razón por la que te escogí, pero no planeo enamorarme de ti en u

no pretendía

o hablamos más e