Una esposa de mentira. Saga familia Duque.
con la camisa manchada de sangre, el rostro lleno de rasguños, estaba desgreñado, y lue
-se quejó él-, no la quiero en
la señora Duque a su hijo, mi
arrugó
taba provocando y c
mbres que la sostenían. -¡Eres un atrevido! -rugió-, dile a la señora como mandaste a l
dagó María Paz, ne
la amenazante, y luego di
funde, no es ciert
los recolectores, y se
o sintió que todo daba vueltas a su alrededor, se puso pálida
e molestia, alcanzó a sostenerla-, no se queden a
cabeza, reaccio
de recolectores -ordenó María Paz, y luego observó a s
y arrugó los labios,
loca, c
a pesada, cuando abrió sus ojos, no reconoció el
onó asustada, se sentó de
nda la Momposina, te desmayaste -habló con dulzura aquella persona,
ojos, y reconoció a la dama
ser la madre del ser más insopor
la voz entrecortada, se sentó y busc
ar? -indagó María Paz
y suspiró profundo-, pero su hijo me echó de la hacienda, y.
sus cejas, la obs
uriosidad, y la mirada llena de tristeza-
s, se mordió los labios al recordar como por culpa de él
éntame, co
ostro con ambas mano
que se llevaban mis cosas -sollozó-, pero no vaya a pensar que he venido hasta acá buscando desquitarme
grieta, no comprendía porque su hijo se compo
a molestarte, puedes seguir viniendo si lo deseas -asegu
da que me regalen las cosas, siempre me las he g
muchacha, le agradó su acti
dor de los recolectores y pide que te sirvan de comer, aliméntate -propuso
a muy poco y eso lo invertía en los gastos de su pequeño, además el mundo estaba lleno de gente
ena -indicó y los ojos se
aría Paz la mi
os, le dio su nombre y su dirección a Paz
a mamá del... patrón?
unció
soy su legítima
mo usted, tenga por hijo a... ese nefasto ser, su hijo es de lo peor, lo lamento. -Salió de la alco
el asunto, mi hijo necesita aprender una lección -sus
*
n la muchacha quien te golpeó. ¿No te he enseñado a respet
garró las sienes
cara-, parecía una gata salvaje -resopló apretando los puños-, esa recolectora es una ofrecida com
r con las chicas que vienen a trabajar en esta hacienda, ellas lo hacen porque necesitan el empleo, no vienen busc
rodó los o
¿por qué tanto escándalo por una simple r
respeto, y más del patrón, en todos estos años que yo es
n la respiración agitada Juan
ectora, espero no se le ocurra volv
-vociferó el señor Duque-, a
o con profunda decepción, deglutió la saliva con dificultad
los ojos sin
uestionó con la mira
drés con nerviosismo-, esa piojos
s lágrimas, su pe
o que crie se haya convertido en un ser despiada
beza, ver llorar a su mad
am
r alto muchas cosas, pero esta... no -gritó-, te vas a disculpar con esa muchac
culpo con esa piojosa, no me van a humillar de esa forma, desherédenme si de
azó a su esposo,
amos con él? -cuesti
sido justos con todos, los hemos tratado por igual siempre con el mismo cariño, nu
fundo, se acla
nso que es la única forma que tenemos para darle una lecció
dagó Joaquín, la idea era una
a que sí, es la única per