Albert golpeó su muslo y se dio cuenta de que había cometido un terrible error.

"¡Rooney, debes ayudarme! ¡Nunca se me ocurrió robarle la esposa a Ryder! Además, ni siquiera es mi tipo. Parece demasiado ingenua e inmadura. Incluso me pregunto por qué él se casó con ella".

Rooney bebió un sorbo de café mientras una sonrisa significativa se deslizaba en sus labios.

Nunca imaginó que el frío y despiadado Ryder Friedman, quien siempre había sido indiferente con las mujeres, no solo se convertiría en Zayden Whitman, sino que también se preocuparía mucho por una chica como Meagan.

"¿No dijo él mismo que no le importaba ese matrimonio? Es solo parte de su tapadera para ocultar su identidad", continuó Albert mientras se encogía de hombros.