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H de Harry

Capítulo 4 4

Palabras:2485    |    Actualizado en: 17/02/2023

febrer

luego da un grito de éxtasis. Llevo de inmediato una de mis manos a su boca y con la cabeza le señalo la parte de atrás en donde, en el portabebés

ón durante el viaje -le recuerdo, poniendo en marcha el auto-. Enví

muy buenas canciones, debo admitir. Me gustan. Conozco unas cuantas, las viejas, debo de

do hacia atrás rápidamente para comprobar que Dan sigue durmiendo-. Porque sé que has

unta, metiendo uno en su boca y masticándolo ruidosamente.

mo lo eres conmigo... entonces

! -exclama-. ¿Sabes c

a -justo cuando termino de hablar, un quejido infantil llena el auto. Miro rápidamente y puedo darme cuenta de que

que de la garganta de Harry Daniel salga un estruendoso

digo, viendo momentá

rama, mami

jos grises con sus pequeñas manos y, poco a poco, d

e pide. Puede que en parte Harry Daniel sea así por el hecho de

. A veces, cuando él hace ese gesto, el de entrecerrar los ojos, me recuerda mucho

del que aprendí, al menos ahora acato esa parte de la biblia en la que dice: «Tu cuerpo es un templo sagrado». O al menos algo as

rasera solo para ver a Dan tirando del cinturón que lo mantiene en el portabebés. Impaciente.

llido, como si yo simplemente estuviera haciendo algo inde

no queremos a un gruñón en este largo viaje -le explico mientras Dan esboza una

e, Kathe saca a Dan con suma rapidez y, en menos de dos minutos,

-indica Katherine, co

Dan ama la naturaleza, Keith suele brome

mos, los cuales son muchos, por lo que, al final del viaje, estoy dispuesta a hace

gran bañera, en donde Dan juega enérgicamente con Kathe. El celular se mantiene pegado a mi oído, e

edes demasiado en Londres

s me tendrás en la oficina. Me

de sus características risas-. Aunque sé de

ella está hablándome de James, pero prefiero hacerme

Disfruta de Londres -dice Amelia an

da en la pared. No lo quiero admitir, pero tengo miedo de qu

a molestia de mandar a hacer un suéter que dice «Bebé BG.5» tiene el logo de la banda y en la parte de atrás se lee: «Soy el BG.6». Puesto que la camisa es de co

n lo que los acompaño, mientras que mis pies se encuentran cubiertos por unos botines súper sencillos y cómodos. Corrimos co

on la camisa que la destacaba como una de los miembros principales del club de fans

nte minutos, pero nos perdimos en el intento. Sumémosle el desespero de Katherine y las ganas de hacer

truendoso grito que Dan acaba por imitar, luciendo tan histérico y emocionado como mi hermana, como si él realmente supiera que e

ne detiene su risa histérica para sacar de su bolso su carnet de miembro oficial y luego

de las pocas menores de edad que acuden a este evento. O al menos la única que no tiene una hermana ma

uello y bajo del auto. Estiro mis piernas y veo hacia el frente, donde lo que parece ser un pequeño centro comercial se a

ramos en las instalaciones. Apenas estamos dentro del gran estudio, que cue

a que, por supuesto, Kathe tiene. Él revisa nuestras credenciales, nos

boca del hombre, en referencia a su bigote. Yo abro mi boca, Katherine cont

ponde el hombre con una gran sonrisa que en parte me da miedo. Yo no comparto

nde Katherine no para de moverse inquieta, mientras revisa su iPhone. Como cosa rara

ste maldito ascensor -ella grita de una manera que

e no malas palabras-. Y, como dijiste, estamos en el ascensor. A un

úmero que indica los pisos del ascensor. Suerte que nunca fui una fanática de ese tipo, más bien me gustaba

se abren y una Katherine emocionada sale de inmediato. La sigo, pero en ese instante una pequeña mano jala mi pantalón. Bajo la vista y Harry Danie

nani

un pie a otro. Por lo visto en esta ocasión no e

Justo ahora? -cuestiona Kather

a que le da una m

ella parece dudar. Creo que lo hace por cortesía pero luego, con una sonrisa, rápidamente me indica el

anos sucias. Paso una mano por su cabellera repleta de rulos, intentando aplacarla un poco ya que el frío ha hecho que esta se haga un poco más abundante, casi cubriendo sus ojos grises. Lo tomo en brazos y camino

mbros del club de fans -digo a la joven rubia que s

-dice sonriente, me parece más co

s a mí apenas entramos al estudio en donde hay un

ando una mano por su cabel

ciendo el ceño, como si é

buscándola con la

bebé en ese lugar. Paseo la mirada en busca de mi hermana y el primer miembro de la banda que aparece ante mi vista es un pelirrojo, supongo q

u dedo índice señalando y ha conseguido hacernos el centro de atención. Trato de olv

masiado, buen cuerpo, observa una hoja que ella le muestra. Me percato de que el chico está esbozando una pequeña sonrisa-. Efectivamente, es tía Ka.

hermoso... Azules c

sa no cambia, luego sus ojos se achican, se amplían y una sonrisa de incredulidad surca su rostro

da -m

bras, nani -me

e mi

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