icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Capítulo 3
Jenna Y Su Corazón Roto
Palabras:1590    |    Actualizado en: 13/02/2023

"Señorita, ¿a quién busca? ¿Tiene una cita?".

Jenna acababa de llegar a la recepción cuando la secretaría de Hansen le preguntó con frialdad y arrogancia.

Jenna se sintió triste. Después de estar casada con Hansen durante algunos años, nadie sabía que ella había sido la esposa del presidente de la empresa y nadie la reconocía. Lo que es más, ella nunca había pisado ese lugar y hoy, estaba allí solo para recoger el certificado de divorcio.

"Hansen, me invitó". La voz de Jenna era fría. Todos intimidaban a los débiles y temían a los fuertes. Esto resultó ser cierto, cuando la secretaria escuchó el nombre de Hansen, se apresuró a descolgar el teléfono.

"Señorita, por favor pase". Pronto, la secretaria sonrió y le hizo un gesto cortés con la mano. Jenna pasó junto a ella y se dirigió directamente a la oficina de Hansen.

Dentro de la lujosa oficina, las ventanas eran brillantes y las mesas estaban limpias. El sitio era muy singular.

Hansen era un hombre de muy buen gusto. Su vida siempre había sido distinguida y refinada. Aunque el decorado de la oficina era lujoso, pero no era vulgar.

El amplio escritorio rojo estaba a un lado. En el sofá de piel color beige, Hansen se encontraba sentado y sobre su muslo estaba sentada Aria Mcadams. Ella con su figura delicada, tenía sus manos alrededor del cuello de Hansen, y estaba recargada en el pecho ancho de él.

Los dos se besaban apasionadamente.

Jenna estaba muy sorprendida, estaba temblando. Resultó que la razón por la que le pidió especialmente que fuera a la oficina para obtener el certificado de divorcio era solo para humillarla.

Sintiéndose adolorida e incómoda en su interior, se dio la vuelta y estaba a punto de irse.

"Detente", Hansen le gritó con frialdad. Aunque besaba a Aria como si no hubiera nadie más, ya había visto a Jenna.

A Jenna le dolía el corazón y sentía sus pies tan pesados que no podía dar un paso.

“Cariño, sal un momento". Hanse finalmente terminó el beso ardiente. Su largo brazo cayó sobre la cintura de Aria, y su gran mano se movió con inquietud.

"¿Por qué cariño?". Aria se portó bien, fue amable, hacía gestos y actuaba de forma linda.

"Obedéceme". Hansen frunció el ceño levemente y dijo en un tono más frío: "Tengo algo que hacer. Te llevaré los regalos de tu padre más tarde".

"¿De verdad?". Aria abrió mucho sus ojos y estaba muy emocionada. Como estaba muy alegre se puso de pie obedientemente.

No podía creer que Hansen estuviera de acuerdo en reunirse con su padre. Esto significaba que accedía a casarse con ella. Las hermosas mejillas de Aria se sonrojaron de felicidad. Sus ojos estaban radiantes. Finalmente, había llegado el día.

Hansen sonrió un poco, pero sus ojos se volvieron hacia Jenna.

El corazón de Aria estaba lleno de miel y se marchó satisfecha. Cuando al pasar junto a Jenna, levantó la cabeza y le miró con desprecio.

Pronto, sólo quedaron los dos en la oficina.

Jenna tenía el corazón abatido por la decepción. La fuerte fragancia de Aria persistía, como si fuera un recordatorio de lo que había sucedido.

Jenna estaba muy incómoda y se sintió un poco mareada.

"¿Dónde está el certificado?". Se calmó y extendió la mano. ¡Ella solo quería que esa situación terminara lo antes posible para evitar ser humillada! No quería pasar un minuto más aquí.

"¡No te preocupes!". Hansen sonrió con malicia y se levantó elegantemente del sofá, acercándose lentamente a ella. Su apuesto rostro demostraba ironía y le preguntó "Tienes tanta prisa por divorciarte. ¿Ya has encontrado un amante?".

Jenna estaba muy enojada pero no lo demostró, así que sonrió dulcemente. Al ver la pequeña sonrisa en su boca, le entraron ganas de abofetear a él. Fue él quien le estuvo pidiendo el divorcio todo el tiempo, pero ahora resultó que ella era quien que le urgía.

"Sr. Richards, ya no somos familia. Por favor, respétame". Ella estaba mostrando indiferencia. Sus ojos estaban tan fríos como el hielo y su voz era firme. Esta era la primera vez en todos los años que estuvieron juntos, que ella le hablaba así.

Hansen se sorprendió por un momento y su mirada se apagó. ¿Cómo se atrevía Jenna a hablarle así? Pero pronto se dio cuenta de que ya se habían divorciado. Se le hizo un nudo en la garganta y le había golpeado fuerte el corazón.

Él la miró con ojos ardientes, recordando la noche anterior, y en sus labios apareció una pequeña sonrisa.

"¿Por qué no te acuestas conmigo de nuevo esta noche? ¿Cuánto dinero necesitas? Te complaceré". Su majestuoso cuerpo se acercaba cada vez más y más. Sujetó su delicada barbilla con los dedos mientras sonreía con malicia.

"¡No necesito nada!". Jenna se movió ágilmente y evitó que la tocara. Su rostro se puso completamente pálido. Su cuerpo entero temblaba mientras le decía en tono áspero, "Dame el certificado".

Maldita sea, incluso aunque ya estuvieran divorciados, él no se olvidaría de humillarla.

¡Enamorarse de él fue el error más grande que pudo haber cometido en la vida!

La delicada mujer frente a él lo evitaba como si estuviera evitando la mala suerte, lo que hizo que Hansen se sintiera muy incómodo.

Siempre había sido una mujer la que tomaba la iniciativa de coquetear con él. Pero en el caso de Jenna que por lo general se veía frágil y débil, nunca tomó la iniciativa en buscarlo, siempre estaba calmada e indiferente, lo que a él lo irritaba.

Caminó lentamente hacia el escritorio, tomó el certificado de divorcio que había preparado y se lo entregó a Jenna. Le dijo con frialdad: "Recuerda, si le dices a la abuela que nos hemos divorciado, no te perdonaré. Ya sabes de lo que soy capaz".

¿Estaba amenazado? Jenna se acordó que la Abuela era la persona más respetada por Hansen. En aquel tiempo, su abuela le ordenó que se casara con ella.

Se dio la vuelta y parpadeó con sus ojos radiantes, que mostraban determinación. Ella sonrió con calma y levantó las cejas, diciendo: "Sr. Richards, piensa demasiado en sí mismo. De ahora en adelante, seremos simples desconocidos. No interferirá en su vida".

Ella extendió la mano para tomar el certificado de divorcio que él sostenía, se dio la vuelta y se fue, dándole la espalda a él.

Tan pronto como se cerró la puerta del ascensor, el disfraz de Jenna desapareció. Estaba tan triste que no podía mantenerse en pie. Se arrodilló y cubrió su cara con las manos mientras sus lágrimas brotaban.

Su corazón aun sentía dolor.

"¡Si no te rindes al destino, tendrás que enfrentarte a la adversidad". Las palabras de Javon resonaban en sus oídos.

Jenna recuperó gradualmente la conciencia del dolor en su corazón.

La puerta del ascensor se abrió y le deslumbró la luz.

De pronto apareció como un relámpago una figura alta que le resultaba familiar. El olor de un hombre rodeaba el ascensor estrecho. Ella levantó la cabeza y sintió pánico, pues el rostro apuesto y duro de Hansen apareció frente a ella. Después de un momento de conmoción, Jenna intentó huir a toda prisa, pero la mano grande y poderosa de Hansen con rapidez la tomó del brazo. Jenna era muy delgada, él sintió como si fuera a romperse tan pronto como se le tiró de los brazos. De inmediato disminuyó la fuerza de su mano e inconscientemente la apretó contra su pecho. Sus respiraciones estaban entrelazadas y él podía oler su fragancia única. Vaciló, pero todavía había un rastro de rabia en su corazón. Ella era una mujer tan frágil, ¡pero era más orgullosa y fría que cualquier otra persona!

"En un mes y medio la Abuela cumplirá noventa años. Supongo que desearía verte. Espero que puedas venir". Hansen dudó y su tono fue un poco duro.

¿Le estaba pidiendo ayuda?

Hansen no sabía cómo es que Jenna se había ganado el corazón de su abuela. Ese día por la mañana, su abuela le había dicho que quería ver a Jenna en su fiesta de cumpleaños.

Respetaba mucho a su abuela y no quería ir en contra de su voluntad. Después de todo, ella ya tenía 90 años. Así que él le pidió deliberadamente que fuera a recoger el certificado de divorcio. Y ahora le estaba rogando pues no podía obligarla porque ya se habían divorciado.

"Por favor, suéltame." Jenna frunció el ceño y volteó la cara para evitar su respiración tanto como fuera posible. Ella se sintió triste. Ellos habían estado casados durante tantos años, y él nunca había mostrado tanto interés por acercarse a ella. Ahora estaban divorciados, pero le estaba rogando por su abuela. Jenna dijo: "Deberías llevar a Aria. De todos modos, la verdad saldrá a la luz".

El hermoso rostro de Jenna estaba pálido y en sus ojos fríos se veía desesperación. La manera en que lo dijo fue indiferente y decisiva.

Ella estaba muy triste y desesperada. En el momento en que se abrió la puerta del ascensor, Hansen vio a una frágil y triste Jenna. A lo largo de los años, la trató como a basura y nunca le prestó atención. Pero en ese momento, podía sentir su tristeza.

Soltó su mano inconscientemente y dio un paso atrás.

Jenna escapó, se tambaleó y parecía que se caería en cualquier momento.

Hansen repentinamente se preocupó. "¿Le pasaba algo a ella?".

"¡Te lo mereces, Jenna Murphy! Te mereces sentirte triste". Entonces, el repentino odio que brotaba de su corazón cubrió la preocupación inexplicable.

Obtenga su bonus en la App

Abrir
1 Capítulo 1 Adiós, Mi Ex Marido2 Capítulo 2 Familia Sin Escrúpulos3 Capítulo 3 Jenna Y Su Corazón Roto4 Capítulo 4 Conspiración Y Muerte5 Capítulo 5 Una Hermosa Diseñadora6 Capítulo 6 Fuiste Tú7 Capítulo 7 Negociación y Coqueteo8 Capítulo 8 Su lugar En La Corporación Richards9 Capítulo 9 La Fiesta de Bienvenida10 Capítulo 10 La Gran Humillación11 Capítulo 11 Un Hombre Tan Extraordinario12 Capítulo 12 Frente A Frente13 Capítulo 13 El Hechizo14 Capítulo 14 La Ira De Marissa15 Capítulo 15 Recuerdos Que Duelen16 Capítulo 16 La Chica De Ensueño17 Capítulo 17 ¿Cómo Te Atreves a Tocar a mi Mujer ¡Estás Tentando a La Muerte!18 Capítulo 18 La Bofetada19 Capítulo 19 ¿Dónde estoy 20 Capítulo 20 Toma Y Daca21 Capítulo 21 El Destino Los Hace Encontrarse22 Capítulo 22 El Perdedor De La Primera Ronda23 Capítulo 23 La Gran Preocupación24 Capítulo 24 No olvide su promesa25 Capítulo 25 La mejor amiga26 Capítulo 26 El hombre perfecto27 Capítulo 27 Castigar A Esta Maldita Mujer28 Capítulo 28 Los Planes Para La Boda29 Capítulo 29 El Loco Norton30 Capítulo 30 Arbitrario31 Capítulo 31 El Contrato Forzado32 Capítulo 32 El Regalo33 Capítulo 33 Las Pesadillas Repetitivas34 Capítulo 34 Tan Cerca De La Muerte35 Capítulo 35 ¿Por Qué Me Salvaste La Vida 36 Capítulo 36 Hay Que Tomarlo Con Calma37 Capítulo 37 Una Visita Inesperada38 Capítulo 38 El Cuidado39 Capítulo 39 La Sopa de Langosta40 Capítulo 40 Una Habitación Misteriosa41 Capítulo 41 Confundidos42 Capítulo 42 Una Noche De Sentimientos Encontrados43 Capítulo 43 El defensor44 Capítulo 44 Una Visita A La Habitación De Trevor Richards45 Capítulo 45 Primera Cena Juntos46 Capítulo 46 Creo En Tí47 Capítulo 47 El Auto Desaparecido48 Capítulo 48 Una Mujer Misteriosa49 Capítulo 49 La Conferencia De Prensa50 Capítulo 50 La Identidad De La Mujer Misteriosa51 Capítulo 51 5152 Capítulo 52 5253 Capítulo 53 5354 Capítulo 54 5455 Capítulo 55 55 56 Capítulo 56 56 57 Capítulo 57 57 58 Capítulo 58 58 59 Capítulo 59 59 60 Capítulo 60 60 61 Capítulo 61 61 62 Capítulo 62 62 63 Capítulo 63 63 64 Capítulo 64 64 65 Capítulo 65 65 66 Capítulo 66 66 67 Capítulo 67 67 68 Capítulo 68 68 69 Capítulo 69 6970 Capítulo 70 70 71 Capítulo 71 71 72 Capítulo 72 72 73 Capítulo 73 73 74 Capítulo 74 74 75 Capítulo 75 75 76 Capítulo 76 76 77 Capítulo 77 77 78 Capítulo 78 78 79 Capítulo 79 79 80 Capítulo 80 80 81 Capítulo 81 81 82 Capítulo 82 82 83 Capítulo 83 83 84 Capítulo 84 84 85 Capítulo 85 85 86 Capítulo 86 86 87 Capítulo 87 87 88 Capítulo 88 88 89 Capítulo 89 89 90 Capítulo 90 90 91 Capítulo 91 91 92 Capítulo 92 92 93 Capítulo 93 93 94 Capítulo 94 94 95 Capítulo 95 95 96 Capítulo 96 96 97 Capítulo 97 97 98 Capítulo 98 98 99 Capítulo 99 99 100 Capítulo 100 100