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El Diario de Romina.

Capítulo 7 Vainilla

Palabras:1568    |    Actualizado en: 05/02/2023

abril

ida

do con monotonía y mis

l ins

mis t

etrás de las gradas (Sí, éste último ya regresó, casi como por arte de mag

piel pálida. Y su sonrisa era la

de mi voluntad para

r úl

r a mi

caciones así que ya estamo

r tanto algo. ¡Yuju

obillo derecho, es un ruiseñor y tien

tante

n especial. Eso dice él.

on el signifi

mo lago de la última vez y Adri

igarrillos y galletas con sabor a fresa para e

orilla a conversar

rí por qué viste

También descubrí que le gustaba cantar, pero desde el fatídico suceso dejó de hacerlo. Po

cuándo

uestros vasos de plástico con jug

e que la vida era una total mierd

fondo concordab

irando en redondo su vaso de plástico, con un

vía el estómago al mirar mi propio vaso de

gusta el

é crees

ac

lcohólica es sufi

la, la forma en la que el líquido bajó dolo

mismo al que le gustaba Michael Jackson. El mismo a quien no le d

tro años m

e refiero a

ste de los escenar

n, está

dad suficiente para beber, por eso me

horr

omarlo tanto cada fin de sema

zul oscuro brillantes y una sonrisa malévola e

lce conmi

yo tenía quince años. Él era mi mej

nada. Si no te gusta t

do hasta

la botella a los labios. Me arrepe

i alma cuando mam

bor del whisky, en algunas ocasiones regresa la misma s

ción de estar ebria, pero soy consciente de

bien c

con mis padres desde los seis años. Lo conocí una mañana soleada de octubre, caí sobre el césped

guitarra que perteneció a su abuelo. Él era realmen

s amigos d

a extraño verlo entrar por mi ventana.

especie de luz

s padres peleaban o no p

pre est

a noticia de que había muerto se

evast

la sensación de v

he superad

en abandonarme. Y una parte de mí

brio la noche

s para odiar

o tuvo oportunidad, murió antes de que llega

iecinueve y los te

ón al cigarrillo, o que tomaba su peso en alcohol los fines de semana. O que dormía por las noches en mi cuarto y yo me

do con orgullo y yo no s

o por un auto o quien me decía que todo estaría bien cuando no quería ir al colegio porque me

n para siempre y que debía llevarlos en el co

un puñetazo y lo haría callar, luego lo

ue a él le hubiese encantado cono

s

basta de

la notici

go e

enfoque en conseguir uno y Adr

una buena mane

duc

alds, serviré helados, estaré fuera de casa el mayor tiempo

no lo cre

a su

amos al local Adrien y

ado de vainilla, Tada y yo conversamos con el hombre que ahora es mi jefe. La chica que atendió a

iolenta, pero ganas inmensas de sacudirla y gritarle

me co

mbre de mi jefe) él tomó la mano de Tada y

necí mirándolos r

pregunté... Al meno

siento" o la suavi

po por la confianza con la que interact

tió en su dirección con expresión vacía. Garret ni se inmutó, supongo q

freció helado y terminamos sentadas en la mesa junto a A

alimos le dol

tacto cada pocos minutos, me sonreía y el calor envolv

un remoto momento deseé ser ese hela

Moon. Creo que me e

me gusta

a que no me debo permitir. No

o ordenar

por qué me

pre tuya.

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