De Dama de Honor a... Novia!
maldita
antada en el altar. Había tenido la esperanza de tener más tiempo para prepararme mentalmente antes de verlo a él y a su "familia". Pequeño detalle que había tratado de olvidar
ostro de la mujer y del fruto de su engaño. La pobre criatura no tenía culpa alguna, pero eso no hacía que
lejarme o tan solo mover un músculo ya que aún creía que podría tratarse de solo un mal sueño. Pero ¿Por qué negarme a la realidad? Sabía que este momento llega
o saca sus conclusiones ante mi reacción. Podía ver como su ceño fruncido se iba profundizando más y más al notar co
ro que ya sea una persona importante para mí. Había logrado desinhibirme junto a él con una facilid
r el que me fui de este país, aban
y yo atemorizada creí que me estaba rechazando sentí mi corazón encogerse, pero luego v
ción que Ryan tenía desde un principio. Lo agradecía, por un momento creí que me rechazaría, que me alejaría, pero verlo asumir esta actitud protectora hizo que mi corazón latiera con fu
a aquí no le dirijas la palabra si no es absolutamente nec
hé las ruedas del auto de Esteban irse, no me había permitido verlo o cruzar miradas con él y se lo agradecía porque, ¿Cómo podría? Él era un idiota y Ryan era el tipo de homb
mborracharnos un poco o quieres ir a la casa
abrazado y
soy especial y no cuento. -
en algún momento. Ya tendrem
o para luego apoyar su frente contra la mía y mirarme a los ojos – Descuida, cuando quieras contarme to
ue no había tenido intenciones de contárselo en ese momento, pero ahora, ahora todo es diferent
pequeño trayecto que nos faltaba no pude evitar inclinarme hacia él y besarlo una última vez. Había descubierto una droga a la que m
ente, pero si ves que tambaleas no te preocupes lo tie
ia Reyes estaba recibiendo a Esteban, su esposa e hijo. Mis nervios iban en aumento con cada centímetro que nos acercábamo
olo pudiera enfocarme en ella mientras bajaba del
saron en ese tiempo que ambas necesitábamos de esto, necesitábamos sentirnos nuevamente juntas como amigas, como hermanas. Ta
a caído, que la sorpresa al ver de quien se trataba hizo que se olvidara de lo que estaba q
í, una y otra vez – Esperen, ¿Vinieron ju
maldito seas Esteban, quien pidió tu maldita opinión. Ahora toda la familia sabrá que me b
sos y agradables que iban dirigidos a mi mejor amiga, quien por cierto no podía disimular su magnífica cara de ¡Shock! Ante tal revelación y confirmación - A Julia la conocí hace unos años atrás gracias
historia, se acercó a mí y rodeando mi cintura con su brazo izquierdo plantó un beso en mi cabeza frente a todos los presentes, sacando
como si lo adivinara. Como si supiese que me avergonzaba el que descubrieran que lo acababa de conocer y que ya estaba besándolo sin siquiera haber llegado
tra vez, los padres de Xime eran las mejores personas que pude haber conocido nunca. En su momento cuando ocurrió el desastre en mi casi boda, estuvieron conmigo odiando a su hijo por
e. - la señora Reyes es muy amiga de mi madre, fueron a la secundaria y luego a la
, hace tanto que no los
percatándose de la ausencia del bendito n
ponerme en el papel de la amiga acosadora e investigarlo en
- Fue a buscar a sus padres que se perdieron. Y su hermano llegará mañana, te lo iba presentar, pero
de loca que yo organizando cosas y manteniendo todo en un orden estricto, por lo que al tenernos ya a casi todos los presentes reunidos faltando muy pocos quienes
también tiene hijos, en otra cabaña. A Ryan y a mí nos tocó compartir con el hermano que aún no llega de Mason y Daniela, amiga nuestra de la facultad que hoy por hoy es colega de Ximena, en la cabaña más alejada, pero era de mis favoritas ya
muy agobiada podría escapar fácilmente. Aunque igual aún no conocía a uno de mis compañeros de piso por así decirlo, no sabía qué tipo de sujeto era el hermano de Mason así que lo descubriría mañana, en cambio Daniela era una amiga a quien conocía de mi época en la universidad ya que fue compañera de Xime
c To
a habitación, por fin había terminado de ordenar mi placard el cual me había lleva
ma de honor er
eño de un cuerpo que no tenía nada que envidiarle a los Dioses del Olimpo porque fácilmente podría ser uno de ellos. Me estaba observando con una sonrisa pícara en e
onocerte ya que estaremos en la misma cabaña además me han contado
era un bombón con todas las letras ahora comprendía porque quería presentármelo, es
lgo no seas
había dicho alg
erebro! Fue lo único que se me ocurrió decir -
ma extendiendo una mano y aun v
así no lo puede evitar. - Mas sorprendida veo como Ryan ingresa a mi habitación, p
os fuertes y fornidos, las remeras básicas que vestían abrazaban cada centímetro de su torso dejando nada para la imaginaci
ran mi habitación. - digo sarcástic
urra a Ryan, pero luego levanta la voz -
o apodo que se me ocurrió. ¡Maldita sea! Soy un asco c
ente levantara la cabeza para verlo, nuestros ojos se encontraron por unos segundos, p
da lograba que me sintiera luego de unos besos? No puede ser, cierro los ojos. Tantos sentimientos se arr
jos y lo veo recostado a mi lado mirándome - Quieres ir a tomar algo cerca d
ea - contesta el
ego de haber volado desde muy lejos. - digo esto último observando que el tiempo parecía ir despejándose, por lo menos ya no llovía -
dice muy sonriente Jesse logrando
tanto, yo solo tenía ojos para él, por más bueno que estuviera el cuñado de Ximen