Bailando con el diablo
gradezco a todos los santos que existan porque si Andrew me hubiera seguido probablemente hubiera h
azul se detiene en medio de la
eremos compañeras. — respondo trat
Escogí esta cama que está cerca de la salida, no me gusta e
o, no te
personas pudieran convivir, cada una tenía su cama sencilla, y un pequeño escritorio
para guardarlas en unos cajones
es muy joven. — la chica del cabello azul se sie
o dentro de tres mes
osa, por las noches suelo tener episodios de sonambulism
está
La chica era bastante social y agradable incluso me informo de la fiesta que hacen para todos los de nuevo ingreso, lo pensé dos veces en mi c
alir de la casa de mis padres, ellos tampoco estaban de acuerdo con la decisión que querían tomar para mí. Coloco la foto sobre mi escritorio y admiro todo lo
lor negro, estaba pegado a mi cuerpo como un guante, aun no podia acotumbrarme a este tipo de ropa, pero debia hacerlo para dejar mi pasado atras, a juego unos tacones no tan altos, tampoco es que los sepa manejar a la p
ista. — Me i
do. — respondo c
te de ocultar una pequeña sonrisa al ver el momento que estaba viviendo, si me hubieran dicho en el pasad
o hasta llegar a la zona de fraternidades, el bullicio, personas yendo de un lado al otro, era como… una típica película de destino final donde todos se
en navidad. — l
nca fuiste
s son estrictam
eres la oveja ne
ellos querían silenciarme, a toda costa, mis dos h
lices, todos deberíamos disfrutar de los placeres de la vida y si
mis padres.
antesca, a las afueras todo lucía como el video de Sor
ampoco se quedaban atrás, sin importar el qué dirán, solo tenian arches en sus pezones para taparl
e acerca a nosotras. — ¿Quieren p
a y se encog
. — Diana deja ver su antebrazo y un tatuaje de un ángel sale a relucir. la chica d
— pregunta la chica a
e la cara. — Respondo co
ue qui
a… que no s
, no estamos e
y lo rústico del pincel va acariciando mi piel y en
aste l
e? — le preg
n, si quieres t
a mi lado como si nos conocieramos de toda la vida. Diana me entrega el teléfono y en mi rostro puedo ver dibujada una línea
opia saliva. Con aquella sonrisa traviesa Andrew Matarrazí se encontraba perfectamente vest
todo lo que va de la mañana Genevieve.
sigues a t
es el ombligo del mundo querida, estoy aquí
s? — mi voz ti
ice acercándose más a mi. Andrew extiende su mano
ue entre ustedes dos. — la chica de las pinturas me señala
to a mi compañera de habitac
s a tu amiga? — And
otras no vamos a entrar allí. — Tomo
é? — preguntó e
ela para que estés con tus niñerias.
locarme en cuclillas hasta quedar cara a cara… o algo así. Pude sentir su perfume penetrar mis fosas nasales, el condenado olía maravilloso, su maldita m
cupo con rabia, también por mis
vi le dije a mi padre que eras la