Destinos entrecruzados
i
azón se achica aún más, mientras las lágrimas ruedan por mis mejill
i oído con firmeza, para luego
suspira. Nos tomamos unos minutos y volvemos a casa, para encontrarnos con la nu
hermano con cautela, luego de se
mientras sirvo dos vasos de
ciencia, sin decir na
que no creo que sea bueno aferrarse a las c
eparada -afirmo en un volume
nuevamente, para luego servirse un w
bía pedido que cuando se fuera se aseguraran de que queden en la casa solo sus cosas posit
leccionar algunas cosas, ent
o me cambio los lentes de
la vida, y un llanto desconsolado me invade. Me toma varios minutos
los cajones que usualmente no se abrían, y me sorprendo al encontrar uno con llave. Dudo por un momento si abrirlo o no, pero me decido por
curre revisar la biblia que cada noche leía rigurosamente. Para mi sorpresa, encuentro entre sus páginas una pequeña llavee mi papá y las leo, emocionándome
haya puesto en mi camino." "Nuestros hijos son el resultado de la brillante madre que tan bien los crió, no podría haber elegido
de admirar algunas postales de mis padres sonriendo para l
inta gastada por el evidente paso de los añ
ra página y co
ue es liberador, por lo que no estará de más intentar, así que a
se eriza pensando que quizás en estas páginas encuentre una faceta de
pregunta que necesito responder. Y la respuest
dente que no está hablando de mi padre, porque ellos se conocieron cuando ella tenía ve
amá, ¿Y si estas páginas prueban que no? ¿Y si encuentro que mi padre solo fue el reemplazo
l primer momento en que nuestras miradas se cruzaron, sentí que el mundo había cambia
mi corazón pareció detenerse tres veces, ¿será una señal de que no debo seguir leyendo? Dudo nu
bata suelta. Su aspecto, siempre pulcro y serio, había dado paso a un hombre derrotado y abatido. Inconscientemente me senté a su lado y pregunté qu
vertí para él, pero cuando nuestras miradas se encontraron nuevamente, esa pasión que
imaginar. De no haber estado nunca con un hombre, pasé a c
e preguntas se agolpan en mi mente y lo primero que hago es buscar mi Tabl
e mi edad y un poco mayores. Amplío la imagen y observo a los jóvenes uno por uno. Al lado de Pietrovsky veo a un chico muy parecido a él. No se puede negar que mi mamá tenía buen gusto, po
treinta y cinco aniversario en el rubro farmacéutico, er
stuve mirando antes, mientras la otra es de tez blanca pero cabello oscuro y se parece más a las dos mujeres restantes y al chico parecido a Alejandro Pietrovsky, por lo que d
malherido por ese hombre me hace querer correr a enfrentarlo con la
elementos para preparar una venganza contr
son permanentes y no duda en hacerme sentir especial cada vez que puede. Sin dudas estoy
la trató nunca como una amante, aunque no pudieran blanquear su relación porque técni
rotagonista más comprador que alguien pueda d
que el estrés acabará en cualquier momento con él. Entiendo que crear una empresa d
ón, lo llamaron del bufete de abogados, para un encuentro urgente, y nuestra salida se canceló. Si fuera la primera vez que sucede, quizás lo enten
podría dar, si no estaría en casa en todo el día? Justamente, la discusión fue esa... su falta de capacida
a la mujer que lo dejó, y me alegro de ver que mi madre, independi
y un vínculo cada vez más desgastado, lleno de ausencias y desencuentros entre ambos. Hasta que finalmen
bajo de la oficina no me permite hacerlo, además no hay mucho que decir q
e Alejandr
me aflige como pensaba. Después de todo, en algún punto sabía que esta historia no te
xisten, pero en un nivel mucho menor del que hubiera imaginado. En fin, seguramente
tada en el piso, al lado de la cama, aprieto el cuaderno contra mi pecho,
n? -pregunt
en -contest
eberías ir a dormir -dice para luego s
erno y veo que, efectivamente, lo estoy casi por terminar. Abro e
la Empresa y aclaré con Alejandro
más ni menos, que estar esperando un hijo
año, y que el motivo por el que ella se fue había sido justamente que Alejandro no llegó a
uevamente en gestación, por lo que decidió esperar los tres meses de riesgo y
o sin dudas viene a terminar de inclinar la balanza, y por suerte, la tristeza que
nza y me alegro de saber que ese hombre
curiosidad pensar qué habrá puesto en esas páginas, si la historia que la agobiaba pare
r cambiar de trabajo, pero la empresa donde me tomaron gracias a las rec
hijo. No hace falta calcular nada, ya que estuve con un solo hombre en t
í, al lado mío y todav
el hijo extramatrimonial que vinieron a arruinar su vida, sin quitar que no podría perdonar
la posibilidad de conocer a su padre, a su medio hermano y quien
ue me pasó en la vida, lo amaré y cuidaré como a nada y sé que
y hoy es el hombre más maravilloso del mundo. Mi mamá lo hizo muy bien, incluso siendo joven, estando so
me enteré que el embarazo de su mujer sigue siendo de riesgo, y que
y de padre a la par, no quiero un gran empresario que amase fortunas, quiero un hombre que me haga sentir
a, lo voy a
tó a la perfección a todo lo que ella deseaba, y que la acompañó en cada paso de su vida juntos. Miro al techo, pensand
ue vi en internet y una punzada d
e el cuaderno bajo llave, siendo que no hay más para leer. Y cierro la pestaña de la búsqueda sobre ese hombre, como si al hacerlo se disipara la decisión que