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Enséñame a amar

Capítulo 7 La casa del profesor

Palabras:1408    |    Actualizado en: 29/12/2022

ítu

o no era como si lo conociera, apenas hoy lo había visto sin lentes y sin camisa, me hacía pensar en el de una manera distinta al imbécil del profesor que venía reprob

rdos para destrozarle la vida a un hombre casado y molestias inneces

errando la puerta del estante con fuerza completamente eno

pá, sabía que mi abuela comenzaría a pegar le

calamares sin salsa? No me ven

có mi padre algo agotado y al bord

profunda respiración pareciendo querer encontrar

mi abuela-, vamos al automercado, Eva quédate aquí mientras no estamos, con

, ya se habían metido a dos casas porque los dueños estaban de viaje o trabajando, mi abuela no le gustaba dej

importara mucho, ya mi abuela había agarrado sus cosas y

ron complet

comer, claro que ella las comía con galea, yo no podía hacer la misma gracia, p

iré lo mejor que pude rozándolo con mis dedos, sin embargo cuando casi la agarré no sé qué rayos pasó con la silla pero me tamba

ita

a me iba

r para echarla al envase otra vez y la coloqué nuevamente en el estante, sin embargo el piso q

l jardín de mi abuela lo tenía muy bien cuidado. Para mi suerte ahí estaba el cepillo así que fui a buscarlo, mi mirada fue al otro lado de la valla al jardín del vecino y me paralicé en sorpresa

mo es que podía tener una belleza tan atrayente? Esa aura oscura lo hacía jodidamen

bía atrapado

atención por completo, mi corazón se aceleró

a, va a pensar

sonrojarse mientras caminaba a agarrar el cepillo de ba

esor Raymon se había levantado y su mirada estaba fija en el cepillo d

huir de aquí porque cada vez que lo veía; mi mirada se quedaba estancada en s

impresionarme con eso

y igual impresionarlo o no, después

o de costumbre sin expresión aparente, mis ojos involuntariamente recorrieron su torso sin camisa

nces una mujer que no sabe limpiar es feminista? ¿yo q

a estúpida y me ponía de mal humor, ahora recordaba por qué q

lpa iba r

dije con algo de desdén-, no es necesa

hizo estremecer, definitivamente él podía ser un hombre despreciable pero la oscu

os pasa -dijo-, siemp

de que el sonrojo me invadiera el rostro, ¿por qué

mom

ha mi plan para engatusarlo y seducirlo, de

era sonrisa mirándolo bajo mis pestañas intentando parec

sido muy ofrecida? Joder, creo

a pervertida malpensada que hablaba de propuestas indecentes-, porque parece q

ecalcarme que iba reprobada, que era l

ome de repente un poco molesta, solo

ar hacia la cas

n, ¿te trajist

nde? ¡¿a

rándolo con

cabeza para enfat

o atrás como si midiera

mi

ra una propuesta? ¿o era pa

la cabeza e

tentado parecer tranquila-Ya

e limitó

sentía que tenía el corazón en la boca, no sabía exactamente las intenciones de Raymon pero sí sabía

y luego fui a buscar mis cuadernos para que el profesor Ra

ience e

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