Falso compromiso
y me hizo salir de la bañera-¿Quién eres tú? -parecÃ
siempre estás metido en tu mundo de negocios y no te importa nadie más que tu mismo -le pegué en el pecho. Qui
muñecas. Su agarre fue fuerte y me dolió. -Quiero que salgas de aquà e
o grito!
ás porque la única que s
s valor del que pudiera tener-Eres el peor hombre que existe, Oliver Price. E
anos en la cintura com
mbro. Oliver pareció cabrearse más porque me tomó de
ero Oliver, que solo andaba en unos bóxers negro
monios me dices todas estas cosas pero estoy hart
r
borracha
seguridad
s tan g
estaba riendo pero no podÃa parar. -Oliver Price no puede con un
y se llevó sus manos a su sien
uscar a tus amigos o a tu nov
al menos... -hipo-... no me quede con las ganas de decirte lo que te merecÃas, Oliverrr -me doblé el pie y eso me hizo casi
ento es mutuo, niña» antes de
la cama. Llevé una mano a mi cabeza porque dolÃa horrible. Pero me llevé un susto cua
uede
UEDE.
busqué mis botas. No sé dónde demonios estoy pero no era la habitación de anoche. No era el club, esto parecÃa una casa. No me acuerdo de nada. ¿Me vine con un chico después de decirle sus cuantas
en unos papeles. Cuando me escuchó la elevó. De seguro estaba despeinada y con mi m
cama, se cruzó de brazos y se recost
mida -le dije
ahà -señaló una puerta-Pero me i
una m
go que ir -intenté pasarle de lado pe
sta casa hasta q
té zafarme pero era inútil. -Aparte eres s
a cambio de tu libertad -sacó su celular. Abrà los ojos del asombro porque no
no tienen na
personas civili
solo veo a una persona -me
erme paciencia. Me crucé de brazos porque m
pensé -dijo mas para si mism
sabes m
a que alguien entrara a mi c
a tu casa y en segundo lugar no t
hubieron muchos cambios y, desgraciadamente, uno de esos fue cancelaciones de becas los cuales y
lÃa en ese papel, tu mis
lo pensó
ui yo. No pud
uieres
dos tenemos el privilegio de nacer en cuna de oro y con los estudio
pagas la carrera? Eso es
o que no puede ser más despreciable habla y rompe otro
erte nunca, Price -abrà la puerta y salà al pasillo, azotandola después. No sabÃa dónde qu
gas por ahà -me
Qu
brió y de ella apareció un seño
a puerta
uà bajando. E
dÃas -
ludé. Aquà me la
qu� -le preguntó O
mi hijo? -dijo el señor q
ducado -lo regañé. -Hola,
s mÃo. Soy
nga sus cualidades y habilidades -comenté. Noté que Oliver estaba rojo de enojo. Y
n estuvo de acuerdo conmigo-No te habÃa
refiero juntarme con personas buenas y sinceras y, lamentablemente, su hijo no está en esa ca
John se habÃa qu
eso imaginario. Me giré, abrà la puerta y salà de ahi. Estaba acalorada y nerviosa. Mis manos temblaban. No podÃa creer lo que habÃa hecho. HabÃa retado a Oliver Price y lo habÃa hecho frente a su padre. Según escuché ese señor era muy estricto y más con su hijo. Pobre de él, pero se merece eso y más.