Desde mi corazón

stantáneo que se había preparado. Se encontraba sola, al

rante toda la universidad y la vida los había unido también en la misma unidad médica,

nos d

do una sonrisa p

s, Rob. ¿Có

ría estar en mi casa mirando

smo, dejando el pequeño v

cientes el

ión y por lo tanto, necesitan de ob

ras miraba el reloj en su muñeca.-Yo debo ingresar a una o

que te vayas, quería hace

s talones, inclinando su cabeza para hacerle entender que se encontraba e

del turno. Hace poco abrió una nueva cafetería a un

pidamente con su cabeza, observando como los destellos

Ben para cenar. Incluso veré si Ellen me permite salir antes para poder

o de Miranda desde que compartían juntos clases en la universidad, más ella nunca lo había logrado ver con otros ojos que no fueran los de una amistad. Gracias a

blemas. Espero que hoy tengas una

ó en agrad

e hacía falta un poco de rela

fano, en dónde ahora le esperaba una señora mayor. Leyó rápidamente su expediente médico, notando que el proceso que se necesitaba realizar era una incisión

jo con la ayuda de la enfermera que le acompañaría durante la operación. La paciente ya había sido anteriormente sedada y todo el material quirúrgico se encontraba preparado y listo para su utilizac

tora

r. Su cuerpo se paralizó al verle, sabiendo que sea cual sea la razón por la que la buscaban, por como se veía la situación no lucía como algo bueno. La

Sí

e múltiple y varios afectados están ingresando a emergen

una operación pactada, ¿Dónde

los heridos. Necesitamos de su ayud

ue sus palabras eran ciertas, por lo que quitándose la co

ostergaremos la operación.-Indicó mientras salía dirigi

pregunta e

le que comenzó a tener fiebre

en los pacientes. Por otro lado, la joven enfermera que la acompañaba asintió rápidamente ante sus indicaciones mientras soste

era un caos, y el personal de salud corría hacia todas partes de una sala a la otra. Miranda veía como decenas de heridos viajab

lla hacia el enfermero,

uesta, necesita p

ierta en su pierna. A pesar de que ella ya llevaba unos cuántos años de experiencia como cirujana, nada la preparaba para ver escenas de e

as intentaban desinfectar la herida que no sólo tenía trozos de asfalto caliente pegados sobre la piel, sino

utura. Pero nuevamente, alguien interrumpió en la sala. Esta vez, la primera en girarse fue Miranda, observ

sin aire debido a seguramente

í, había algo en las facicones de su rostro..., en la forma en la que había so

el choque. No están

ovocándole a sus piernas correr sala por sala hasta sentir como su compañero le indicaba el lugar. Sentía que su corazón ya no latía, que el air

ó en llanto al verle completamente entubado, con el rostro magullado e inconsciente. Robin tuvo que calmarl