El Experimento

con un ojo en el reloj, anticipando el próximo movimiento de su compañera. Efectivamente, varias horas antes de que él prometiera recogerla, ella llegó a su puerta en pleno modo de pánico al estilo

ntentarías realizar tu propio experimento para resolver el problema, y esto podría resultar en un deterioro aún mayor de las cosas. Además, si descubro al final del experimento que mi propio problema no ha logrado una solución, podría culparte irracionalmente por permitirme emprender una táctica tan potencialmente peligrosa. Y, si asumiéramos las seis semanas de citas que te proponías, entonces sin duda descubrirías exactamente por q

ente despeinado, probablemente debido a la milla de cuatro minutos que su cerebro sin duda había corrido desde su lugar hast

No vas a

descubres algo sobre mí que te aleja?— Observó atentamente a su compañera en busca de una reacción, sintiendo una oleada de ternura por lo malditamente suave y real que era la m

olo en silencio con una súplica descar

funciona, te prometo que seguiremos teniendo nuestra am

tan seguro de eso?—

amente, para no enviarla corriendo hacia las colinas. — Te estás preguntando, ¿y si de repente descubre cosas que no le gustan de mí? ¿Se irá?— Llegando a su lado, deslizó un brazo alrededor de su cintura. Ella se fundió con él sin siquiera un rastro de resistencia y él la abrazó contra su pecho, rezando por

angustia escrita

¡esto podría c

es necesariamente algo malo. Es un experimento. A veces fallan. A veces tienen éxito.

n sequitur

e y tragó un suspiro de alivio. Si se hubiera

sorpresa en su rostro, él se rió entre dientes— Fui monaguillo,

un abrazo de amigos en este momento, era un poco aterrador pensar en el efecto qu

tra primera

estropeando sus

o sé,

sí,

ró con inc

ejarme arrojar dagas a una pequeña nariz de go

era pequeña—

garró su mano y metió sus dedos firmemente debajo de los suyos. —Está bien, te diré algo.

así,

to que estás j

la forma en que lo veo, esta cosa entre nosotros es la apuesta más segu

atemática, aunque no entendí por qué

ubierta, Aleck la guió suavemente hacia la puerta. Dejó escapar un suspiro de alivio cuando

X

as?— Blair miró el sol poniente. — Hemos e

odría no haber otras citas a menos que e

ntaba cuándo podría regresar a su laboratorio— Las próximas serán más cerca de casa. Esto es especi

arece que tendremos que pa

lemente era la persona más autosuficiente que había conocido, las cosas más extrañas podían

por un camino de

cuello hacia la creciente os

s como Buck y Wanda, no tienes

to— dijo sorpre

razón en

en un estacionamiento pequeño e improvisado. Se abrieron paso desde el c

damente, como un niño i

n a unos 500 metros de distancia. Antes de que pudiera disparar una anda

con un uniforme que combinaba notablemente bien con la noc

l FBI sonrió

a demostración lo suficientemente varonil de golpes en la espalda— el t

pequeña y flacucha de 140 libras. Ni siquiera podía hacer press de banca con su propio peso. Y en cuanto

nrió tím

vía está fuera de lugar gracias a sus carreras de obstá

do las palabras, apretando la mano de Blair con un agarre notablemente fuert

él no encajaba en la imagen estereoti

ojo— La página 187 es un movimiento

ca. No necesitaba

se quejó. — Uno pensaría que el resto de mi e

punto de salir— interrumpió el Sargento P

é, exactamente?

ció el ceño y

o le ha

l instructor q

to. Ve a

ue estás haciendo... si ella sale mal,

con las manos en las caderas.— Ahora

ajo hacia sí, para poder ver su

ón. Tienes un mied

eando al viento y sus ojos brillando de molestia, claramente se estaba preparando pa

es miedo de volar, por

ció en la noche, lo que obligó a Aleck a g

bien un poco de práctica en ese departamento— Una vez más, tomó sus manos entre l

ló el avión. — He volado

usa. Dado su coeficiente intelectual de genio y el zumbido bastante obvio del

¿Quieres o no quiere

odo lo que había estado esperando era que él saliera y lo dijera. ¡Y le gustó la idea! No solo gustó;

que a ninguno de los dos les quedara aire. Se conformó con agarrarla por la cintur

os en que esté seguro que no vas a salir corr

os!— Michaels bramó desde

do a ponerse el mono naranja brillante y el arnés de segu

justando sus gafas y casco.

cabeza, con los o

e involucra

juntos. Algo así como todo este

provocando un rastro caliente de d

de cada día, pero nunca tant

o, pero soy un instructor certificado, así que nos sa

ento y apoyó sus gaf

e cuidará

ligera turbulencia que el avión estaba encontrando. Se sentaron tomados de la mano, altern

,500

l que la mayoría de los novatos entraban en pánico y, por lo general, habían tenido al menos

os enganchó usando dos enganches laterales y de hombros en sus arneses. Una vez más, compro

de ella, le e

s si no abro el paracaídas por alguna razón. Sin embargo, si ese paracaídas falla, lo cual es extremadamente raro, tiras de est

tió con e

paracaídas se abra casi inmediatamente después, equilibrándonos a ambos en posición de caída libre. Después de eso, es una navegación tranquila y disfrutamos del viaje hasta los 2000

3,0

s y Blair jadeó cuando el vi

intura tranqui

Li

S

que hacer es dar dos

una metáfora de

rlo, dio un p

acia él mientras daban un

ón inicial de caer hacia adelante libremente, antes de que el paracaídas se abriera sobre ellos. Era más adictivo que cualquier juego de dados que hubiera jugado o cerveza que hubiera

ío! ¡ Esto e

mantén los ojos bien abiert

ro él aprendió rápidamente que la sensación de dar vueltas a través de un cielo osc

s y emocionados mientras se hundían y se mecían en la brisa d

pide de una colina lejana, brillando

eo— s

un ataque de éxtasis. Por una vez, el prolífico vocabulario

a j

! ¡esto es

a medida que la Tierra se acercaba. Más nubes. Un globo rojo desbocado que se desinflaba lentamente y se desplazaba varios metros hacia su izquierda. La científica generalmente reservada no se perdió nada, apreció todo, compartiendo su exuberancia c

rándolos hacia arriba momentáneamente antes de comenzar a

o que term

e nuevo— prometió— T

noche...— suspir

sión en relativo silencio, ate

a cabeza pa

eso

chó y la giró

que te

gafas y lo miró fijamente,

. Absolutamente todo. La luna, las estrellas y todo el cielo

era el papel. Sus ojos se empañaron de nuevo y se los secó con impaciencia. A

o simplemente— Todo de

staba si

que eso

erfecto— No podía explicarse por completo la necesidad de hacerlos esperar, pero er

aron a la camioneta tomados de la mano, ambos conscientes

tan bien en sus brazos, como lo había hecho en caída libre a través del espacio con él, que estaba en apuros para evitar qued

habitación y acomodarla debajo de las sábanas. Tenía toda la intención de usar la otra cama y se estab

Aleck. ¿

s se envolvían alrededor de su cintura. Tal vez por la mañana esto resultaría ser el movimiento equivocado. Pero por ahora ambos estaban demasiado cansados ​​y emocionados para pensar en otra cosa que no fuera dormir.