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Mundos Diferentes (cuidado con los hijos del capo)

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Capítulo 1 Un adiós inesperado

Palabras:2107    |    Actualizado en: 19/12/2022

ena l

ni de fundas me iba para la finca, visitar a papá con su habitual mal genio. Desde la muerte de mamá todo cambió y no quería increm

Vero, ya sabes cuál es e

a través del espejo del tocador. Solo tenía su ropa interior

s terminan mal? —M

noble, pero con mala extraña cabeza y algo débil de espíritu. Su autoestima era un tanto bipolar, aparte de que sus fracasos amorosos la devastaban. Siempre su mirada reflejaba la tristeza en esos ojos cafés, su abundante

o no tan tu mundo, ¿puedes lle

iró—. Es agradable co

estido de su apretujado armario. Vive comentando qué no tenía ropa, pero mis

da bien,

partamento. Salí de su habitación para tirarme en el sofá, busqué los audífonos para estudiar el nuevo idioma el cual quise ap

bre?, o ¿quieres a

caminé a la cocina, saqué una galleta pa

ncepto de vida», pero no contaron con que jamás me gustó la educación en donde vivía. Desde mis dieciséis años regresé a la capital. El pueblo era increíble, amo los animales; estudiaba veterinaria, pero comp

años, pero su vida se mantenía un tanto intensa, demasiado en comparación a la mía. Yo solo he tenido un novio. Recordé ese inocente noviazgo el cual duró algo más de

o, luego me encerré en la habitación para ver una película. Puse una vez más «Mujer Bon

protestar, y cada vez que pasa quedaba sin hacer nada. Salí a trotar, vivía cerca d

negro. Había dos hombres en la parte de atrás a quien no les vi el rostro po

mandé a visitar al demonio. Esperé a Lorena en la entrada de la reja, venía sonriendo cuál

era una fiesta p

caminar como si el piso se le moviera en vez de ayudarla, «tremendos caballeros

otra putita s

ado me sacó de casillas, ah

respeta!, no me conoces y

omentó Lorena al llegar a mi lad

n, a d

n, fui a la cocina a preparar un café bien cargado para sacarla de esa resaca. Si su madre la viera, le daría u

estás, ¡vu

salga de la cama tener dos cervezas

nos, luego sonrió con cara de ¡ayú

vor, ami

repararte la bomba. —Sus ojos de; soy

s. Volví a trotar, medio cerré la puerta, aún era temprano; tomé el camino más corto para ir a la droguería cercana a la casa,

e automóviles hacía la autopista, generando un leve trancón. Me devolví por inercia, caminé obligando a mis pies a moverse, un joven

se mostró avergonzado—. Perdóneme, no lo vi, salió de la nada.

a culpa es mía porque no cerré la puer

na mujer muy bien arreglada se bajó de su auto para gritar que quitaran

s, jó

si mal no recuerdo era la tercera vez en expresarme de tal

r la otra calle! ¿No ve

uto perro

ella con la intención de jalarle el cabello a

rlo de en medio, así poder correr

nombre? —Se en

se bajaron, tenía los ojos tan nublados por las lágrimas que ni les presté atención. El joven fue

rto. Fue un regalo de mi madre hace seis años para no estar sola, su compañía reconfortaría la distancia. Timón era lo

, cara rellenita, de ojos y cabellos c

. Era el último regalo de alguien muy i

da de regreso al apartamento, ingresé y fu

blé el deseo por no estudiar más en la escuela del pueblo fue ella quien me ayudó con el permiso de mi padre. Del resto suelo ser autodidacta. Fue la primera en enfrentarse a papá e

aís. Me dejó en el apartamento equipado con lo necesario para tener una habitación cómoda. Era algo infantil para mi edad, pero en aquel entonces no me pareció a

imiento contra el cáncer de mama en etapa avanzado. Jamás nos lo dijo para no deprimirnos… Debía dejar el

! Despierta de

de conocimiento de su padre, pero su madre lo aceptaba. Ante los ojos de su familia él muestra otra imagen, ante nosotras puede ser libre, aunque siempre actúa de manera masculina. Fiel

? —pregunté, las l

sepultado, expresó su lamento ante lo suce

para darte y pudieras pasar la resaca, n

er

mechón de cabello detrás de mi oreja, trató de ca

abló en voz baja—. Sabes lo qu

e, ¡y si! Tengo mucha rabia. Solo vive para estar de mujerzuela y se la pasa de un pene al otro. No

o que estaba con el duro de todos, con el mismo don Rol

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1 Capítulo 1 Un adiós inesperado2 Capítulo 2 ¿Fiesta sana 3 Capítulo 3 Una fiesta diferente4 Capítulo 4 Encerrada en su fortaleza5 Capítulo 5 ¿Casualidad 6 Capítulo 6 Su otro mundo7 Capítulo 7 Comportamiento extraño8 Capítulo 8 Enseñando modales 9 Capítulo 9 Cuidado… hombre peligroso10 Capítulo 10 ¿Dijiste amigos 11 Capítulo 11 Es un hombre solitario12 Capítulo 12 Ella me desconcierta13 Capítulo 13 El famoso concierto14 Capítulo 14 Extraña satisfacción 15 Capítulo 15 Me hace actuar diferente16 Capítulo 16 Manteniendo distancia17 Capítulo 17 Aclaración 18 Capítulo 18 Regalo de cumpleaños19 Capítulo 19 Es mi asistente 20 Capítulo 20 No toques lo que es mío21 Capítulo 21 Debes besarme así22 Capítulo 22 Ya sabe que era un demonio 23 Capítulo 23 No soy hombre de una sola mujer24 Capítulo 24 No le convengo25 Capítulo 25 Le importo, por eso me aleja26 Capítulo 26 Los días pasan27 Capítulo 27 Mi hermano debe saberlo28 Capítulo 28 En ese escalón quedo… ¿Novios 29 Capítulo 29 Me enseñaste algo30 Capítulo 30 Sus términos por ser su novia 31 Capítulo 31 Huele a mí32 Capítulo 32 En Barranquilla33 Capítulo 33 Limítate a mantenerte lejos34 Capítulo 34 ¿Por qué te besó 35 Capítulo 35 Qué vergüenza 36 Capítulo 36 Estaremos semidesnudos 37 Capítulo 37 De nuevo en un yate38 Capítulo 38 Es candente39 Capítulo 39 Ella era una rival40 Capítulo 40 En su mundo de Capo41 Capítulo 41 Él necesita esto 42 Capítulo 42 No te tomes atribuciones43 Capítulo 43 ¿Perdonas a este demonio 44 Capítulo 44 De nuevo encerrada45 Capítulo 45 Soy un demonio46 Capítulo 46 ¿Qué nos impide estar juntos 47 Capítulo 47 Frustrado 48 Capítulo 48 Fue un delirio su boca49 Capítulo 49 Yo no soy digno de ti50 Capítulo 50 Te regalo un apartamento51 Capítulo 51 Jodida situación52 Capítulo 52 Baile53 Capítulo 53 En la boca del lobo54 Capítulo 54 Precio por mi cabeza55 Capítulo 55 Todo cambia en un segundo56 Capítulo 56 El anciano57 Capítulo 57 Mañana la desconectan58 Capítulo 58 No has hablado con nadie59 Capítulo 59 Recordar y Perdonar60 Capítulo 60 Pacto con el señor Dios61 Capítulo 61 Despertando62 Capítulo 62 Los cuidados de mi novio63 Capítulo 63 Tiempo de hablar64 Capítulo 64 Traición65 Capítulo 65 Te dejo libre66 Capítulo 66 Es mejor que te alejes de mí67 Capítulo 67 Castigo68 Capítulo 68 Estar de regreso en casa69 Capítulo 69 Salida70 Capítulo 70 ¡Oye Verónica!71 Capítulo 71 Dolió volver a verlo72 Capítulo 72 Borrachera73 Capítulo 73 Siempre le hago daño74 Capítulo 74 La cachetada final75 Capítulo 75 Que asqueroso soy76 Capítulo 76 Compromiso77 Capítulo 77 Recordándola78 Capítulo 78 Cambios en él79 Capítulo 79 Encuentro en Panamá80 Capítulo 80 ¿Reconciliación 81 Capítulo 81 Se fue82 Capítulo 82 ¿Casarme 83 Capítulo 83 Nunca me perdonó84 Capítulo 84 Su verdad85 Capítulo 85 Como no perdonarlo86 Capítulo 86 Te amo87 Capítulo 87 Preparativos de boda88 Capítulo 88 ¡Con ella no se metan!89 Capítulo 89 Muy cuidada y segura90 Capítulo 90 Abstinencia91 Capítulo 91 Por fin casados92 Capítulo 92 Mi regalo de boda93 Capítulo 93 Te amaré eternamente94 Capítulo 94 ¿Luna de miel 95 Capítulo 95 Nunca pensé sepultarte96 Capítulo 96 Desconectada de la realidad - mddos97 Capítulo 97 Retomando - mddos98 Capítulo 98 ¿Por qué lo hace - mddos99 Capítulo 99 Entendiéndola - mddos100 Capítulo 100 Terapia - mddos