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OCULTO

Capítulo 2 LIBRO DE SAN ARTUHUR VERSICULO 1

Palabras:1798    |    Actualizado en: 03/11/2022

ndo, le abrió la puerta y cuando los dos estaban

as en el pueblo y sus autos están obstruyendo la vía y por lo Arthur veía se iban a tardar nuestros buenos minutos allí den

u casita y uno de ellos se había colado al jardín de los vecinos, ya había tenido problemas con ellos por los mismos perros

entrenados para ser cariñosos con sus dueños y una máquina de matar para los extraños con malas intenciones, tenía miedo por las pobres personas que se le atravesaran en la calle, pero según la persona que lo entrenó, ellos no atacarán a

dijo por lo bajo al entender porque tenía un teléfono si no lo contestaba. Definitivamente haría pagar al responsable de este altercado

s de policías lo estaban esperando, las escandalosas luces habían es

l bajarse del automóvil. La abogada

incent? — preguntó u

onde sin más

sus perro

ño? — cuestiono Arthur

u vecino ha

nte interrumpiendo al patrullero. — ¿En serio me h

era vez y lo sabes! —

u música a todo volumen cuando hac

a. — su abogada

l patrullero no tuvo más remedio que colocar un

trulla. — de sus cuatro perros tres siguen desaparecidos, pueden s

lí sale un hombre perfectamente vestido, llevaba una sudadera y una camis

. — me anunci

cabeza un po

ufa el entrenador de los caninos.

remota idea, pero si

lo sabes, yo los ent

n tres debes encont

on dos policías, abrieron la puerta trasera y dos enormes doberman de color negro y con ojos

— si sigues ahorcándolos los van hacer enojar y es ahí c

to el policía. — estoy seguro

automóvil para inspeccion

entrenador viendo a Arthur.

al entrenador manejar aquellas máquinas de matar como si fuesen unos títeres, era la verdadera razó

los perros y se dirigieron a la entrada

egunto el entrenador. — e

amos asustados en un basurero

os ve confundido. — eso

como lo hace el viejo, pero cuando ellos agachan su mirada y se m

— comento e

ellos tienen miedo de e

ue todo retumbara alrededor y los perros chillaron del miedo, se

ron detrás de él, pero el dueño les cerro la puerta en la cara. Bajo demanda los patrulleros alegaban que debían entr

s que era bastante iluminada, así lo necesitaba el magnate para que estuvieran los

ventanas rotas. La puerta de la cocina siempre permanecía a

e estás mi amor? —

enzó a latir con fuerza. Miro a su alrededor y todo estaba destrozado, había agujeros en las paredes y por alguna extraña razón todo lucia gris. Si no fuera porque lo es

su hija. Esta era gruesa y tenía un tinte macabro, aquella voz

na gota de sudor bajo por su frente y un escalofrío su espina dorsal, justo en ese momento se cayó al suelo gracias a algo,

cia alguna, con mucho cuidado se acercó a ella y le tomo el pulso, suspiro aliviado al v

s conmigo? — escucha nueva

le habían hecho a su propiedad. Pero vaya sorpresa que se llevo cuando no vio a nadie, en medio del s

ueno encontrarte. —

s piernas tal cual como lo había dicho el policía minutos at

que estés

sa dirección y jadeo con sorpresa, pero la batería del teléfono no duro mucho. Arthur había visto a su hija

ganas de salir de la biblioteca,

llo no era su hija, físicamente se par

eth… ¿Qué t

ondió su hija con aqu

undo el gran magnate es

gruesa contrastaba con la apariencia de

zabeth separó la cabeza del perro de su cuerpo, la sangre del perro lo sa

arse en una carcajada. — ¡Ya no me quieres papá! — sus palabras retumbaron

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