Prisionera entre tus brazos

n el club, durante la fiesta, Nicole se había puesto de acuerdo con ella, sabía que Bruno no podría negarse, pues era muy bueno

gas, era muy conocida en el medio, llevaba una vida

es lo que estás tramando, Bruno para bien o par

or y más bella que tu, si se caso contigo es porque no le quedaba d

raré a nuestros padres qué

tu padre y mi madre, qu

s en lastimarme, sabes

o mal que estaban las cosas entre ellas, las chicas pref

momento, estar lejos de Bruno se sentía tan bien, al regresar a los vestidores, se acercó a ellas el hijo de uno de los socios de Noah, Nicole lo reconoció porque ya lo había visto

cuerdas de mi, soy Leandro,

do.—Contestó mientras sonr

a una amiga,

, me parece que ere

—Nicole sintió que no

a York lo sabe, y también las circ

ica, se despidió rápidamente de ellos y se alejó, Sondra se quedó platicando con la pareja, Ni

estaba esperando, por su ges

nar para mí, desde hoy dormirás en mi recámara, ordene que pasarán todas tus cosas ahí, solo

enía caso discutir con ese hombre, sabía que siempre saldría

a limpieza tenía algo en contra de ella, se puso a ordenar sus cosas, noto que la ropa de Bruno estaba orde

uelta alrededor de su cintura, Nicole intentó voltear hacia otro lado, pero aquella vista era irresistible, por un mo

sta lo

rojada lo que provocó una carcajada en Br

osa, con dibujos de ositos, trató de hacer el mayor tiempo posible, después salió del baño y

había colocado un brazo y una pierna sobre ella, su cara descansaba sobre su pecho, trat

erna y a la vez apasionada, sin pensarlo ella respondió a sus besos, Nicole no podía negar que le gustaban besaba realmente bien,

ro músculo, un metro noventa de puros músculos, ella los recorrió con sus manos, él besó sus pechos con desespera

gó un brinco al darse cuenta de que si estaba

con un vaso de agua en la mano, que manera tan des

? ¿Por qué has hecho e

idos no me dejabas dormir, pensé tendrías una pesadi

o supiera lo que estaba soñando, se burlaría de ella, era

o que tengas mi desayuno listo, te i

a él ¿Qué será lo que me pedirá des

iste

Bruno des

nte al imaginarlo todo hincha

cómoda, bajó a la cocina, se encontró con la chica rubia de limpiez

án las cosas en está cocina?

con la mirada de arri

rmelas sola. —Sonrió, trataría de

y después en la nev

pre le gustó cocinar, su nana fue su mejor maestra, le enseñó muchas cosas, por ella adquirió el gusto

dictinos, unas tostadas,

, no sabía que tiempo llevaba ahí, ella lo ignoró, puso el

o haces realmente bien. —No pudo evitar

—Contestó

o, después Bruno se fue y ella

s, los muebles y la decoración eran en madera en su mayoría, pintada en colores claros,

a unos enormes rosales, eran preciosos, el jardinero al verla tan cerca, le adv

idados por la abuela del señor Brun

se preocupe,

aba ubicada en el valle del río Hudson, justo a las afueras de Riverdale, en una zona residencial, en el siglo diecinueve las personas más ricas

, cerca de Central Park, entre edificios, museos y restaurantes, cerca de la Quinta Avenida, así que solo convivía con la naturaleza cua

preparar la cena, Bruno aún le tenía prohibido salir de

a cava por un vino tinto, pensó que en ese lugar había m

que la miraba de vez en cuando, ceno en comp

cho una suave música proveniente del despacho de Bruno, se ac