El sustituto

no ciego!… ¡No empieces a llorar, que en cualquier momento lleg

he permitido toda mi vida que Gaspar se adueñe de todo

tomar mi orden? Oímos decir, lo que nos

cuché la campana emitir un sonido, anunciando la lleg

al de que algo impedía que la puerta se cerrara

r que la puerta se cerrar

es llamarnos y con gusto atenderemos tu pedido, profesor. Digo, esf

e excelente calidad… Elige el mejor que tengas, sin imp

tomar asiento en una de las mesas para esperar más cómodamen

¿Profesor, lo quiere con azúcar? Pre

te unos segundos, lo cual me provoca un escalofrío en todo e

tan seca que siento como si una en

o, deseando liberarme de esa incómo

ofesor. Digo sonriendo, señaland

se puede disfrutar de una increíble vista al muelle y

adie le estuviera hablando a su lado… Siento como si

emente estoy causando problemas, de manera que me

idamente empecé a caminar en dirección

esor desayuna serpientes, con el fin de tener

a está el caf

é civeta, recién preparado,

iere solo, ¡lo más seguro es alérgico a la dul

e su café!… ¡Solo y amargado! Le d

lleva el café al cliente!… no hagas esperar a esa persona

staba la taza de café, posteriormente comencé a caminar, en direc

zúcar! Le manifiesto, a la vez, que voy co

este, tardaste tanto porque estabas diciendo que ese c

me otro café… Pero esta vez, asegúrate de que e

usto! Contesté, y rápidamente me di la vuelt

deseo hacerlo ahora mismo con mi nuevo profesor. Llegué nuevamente a la ba

nté, al encontrarme frustrado, por su extraño comportamiento, tam

ah, preocupado al verm

o mismo si lo dejara caer sobre su cabeza?… Mejo

ba de decirme que nos entiende. Le digo a Noah, pero esta vez ya no se

aza de café y esta vez

a vez sea de tu

ando al reloj en la pared, conseguí visualizar que únicamente

gar, tal vez al ver que ya vamos a cerrar,

amos a caminar hacia el armario, donde se encue

cafetería. Sin embargo, todavía no podemos irnos, ya que e

os la cafetería, quedándonos con el profeso

irle que se vaya a casa porque ya hemos cerrado

tés que se vaya a su casa. Sé que es un hombre solitario, al menos eso es lo que me

rrar e irnos a descansar, y tardamos demasiado en llegar a cas

ugar sin moverse ni un centímetro, como si lo que l

ue lleva más de media hora sentado, con esa taza

de todas formas… Dos jóvenes que ni siquiera son mayores de

los llevaré en mi auto, así no ll

har las tonterías que e

os llevaré a c