Ni tan santa

de la estúpida boda. En la última cena con la familia, lo unció que escucho

vez en cuanto miro a papá y algo me dice que me debo andar con cuidado. Álvaro Sandoval Montero

unos hombres encargados de la seguridad de la casa, no pude oírlo, pero si vi sus gestos de e

bustos puedo oculta

arás contra ello? — le advierte a la persona al otro lado del teléfono —. Así que quiero que tomes las precauciones del caso. Quiero a los mejores hombr

interior, m

no me pondrá fá

n las nuevas estrategias. Y tras analizar cuidadosamente el nuev

do ¿listo para la d

ome la soga, al cuello. Tu padre va a

erado, solo concé

Ya no hay marcha atrás. Todos estaremos muertos para

éntrate! ¿Tien

lculado. Como decía el

dispuesto una barricada en la c

que es de esperarse,

co que necesito es que lo que p

do es como lo creemos, los mejores r

rfe

que quieras, aún más siendo la hija de Álvaro Sandoval y apodarme la

dores fieles que son capaces de todo por mí. Hasta de plane

cho en lo planeado

e, se ha encargado de que me despierten. El gran día ha llegado y sus hombr

rápido y mi padre c

al contemplarme con el

uién diablos inventó los tacones? Me están matando, ¿para qué colocármelos si nadie va a mirarlos bajo el ve

álm

desde hace dos días. No soy una prisionera, ¿por qué

sabemos lo que

a? — le reclamo airadamente, caminado de un lado a o

o, que sé que planeas algo para

me obligada es un acto heroico. Tengo

e atr

l cura. ¿Eso es lo que quieres? Porque en es

tana, evitando mis miradas, es típico de mi

r con Ovidio— me a

que ser, los pactos se resp

ista? Se suponía que lo habíamos descartado desde hace

ociedad— se aleja, e

entregarme a un hombre que jamás ama

supe

e digas esto — me

mejor que nadie sabe cómo funcionan los negoc

una condición

ás amo en este mundo. Me duele este presente, créeme que, s

r lo menos me puedo quitar los

nríe, abrazánd

aci

tienes

atiana Sandoval; la diabla, m

caricia mis manos— si neces