A CUESTAS CON MI MADRE
ITU
TÚNG
ndo la cabeza en las manos, como si le pesara demasiado. Sus mejillas se arrugaron en un gesto que a John se le antojó casi infantil. Se acercó con el café con leche cargadito y con espuma que le solía pedir y lo dejó ante ella, que ni se inmutó. Mecánicamente echó el azúcar en el café y lo removió tomándolo como un autómata. Los minutos pasaron y John se llegó de nuevo para preguntarl
do se
onrió forzadamente, antes
or favor
ida, como ausen
y…la verdad es que no sé si estoy bien o no…vi
go, tienes la apariencia de re
”…”resignada”…no sabría mantener una conv
esa palabra…”supina”…quizás seas
sprendía de su cazadora, colgándola de cualquier manera en el pe
Me tienen loca estos burros de obreros que no saben liar la O con un canuto…-se quejó amar
rrada y palidec
da en casa del ahorcado
hablabais si p
afé americano…debes
si os parece. -John que se acercaba con el café vio qu
y a comerme uno de esos pinchos de tortilla que tan buena es
ue llevas dentro…ja ja ja ja, si es que
uraaaaa…con lo que te cuesta mante
e voy a ir al gerena…o algo así, que tiene un n
asa…-le dijo Marla, que se hallaba pe
a dicho que la van a poner una casa, una vaca y un río, en
na casa en medio de las bombas y una vaca sin hierba que pastar, en una
mala, que soy…babilónica y no me van a poner una
s túngidos? ¡No los co
con la revista ¡Dormid!, predicando un mundo
dejan revistas de cosas raras…¿Cómo has dicho que se llaman?-A
e me van a enviar al gerena ese, donde me quemarán c
n un nombrecito el
i vienen de verdad a casa esos
ían al gerena ese y se te chamuscar
hes del fin de semana en vela. Al comprobar que las risas y la conversación habían dado c
poner a la plancha…ja ja ja –reía Marla, con el sarc
túngidos se la tienen jurada, y quieren captarla o amedren
¿me queréis decir de qué va todo es
nviar a Babilonia, a tostarse al sol, mientras ella vive en una casa, con una
el gerena y esa movida de la casa la v
una casa…una vaca…y un río en Babilonia y que dicen que soy babilónica y me voy a quemar en el
puño a los que necesitan de un asidero al que aferrarse,
… ¿no son novelitas porno?,
no, con la de pelis guarras que hay ahora…se trata de cuentos para personas ma
io del amén en la sala, y una virgen del camino seco, en el comedor. Ponía el belén cada navidad y también iba a misa todos los domingos y fiestas de guardar. Pues tras dos visitas de los túngidos, que yo entonces vivía con mi amiga, gracias sean dadas a Dios…tiró todo
n su madre, ahora también túngida…le entregó su pañuelo moquero perfectamente doblado y esta se sonó rui
ya me lo darás otro día, t
bie de religión así como así…-recrim
una vaca y un río pa ti sola…¡vamos digo yo que te lo piensas poco. Que
a vaca y un río a tu madre?, es que en el cielo de eso yo creo
e y se llenó el cupo y ahora van a Babilonia, que es que tuvieron un nuevo entendimiento…lo
e tantas casas, tantas vacas y tantos ríos?, po
pegas…ellos tienen muchos ríos y los regalan, y las casas también y las va
os americanos, de buenos, no tenían ná de ná. Esos nos mandan las vacas
bajar de los helicópteros los túngidos para quedarse, ¿qué?, ¿las hipotecas?, igual nos
mas del infierno alrededor y a sus amigos rodeados de túngidos, que les trataban de vender sus rev
¡¡Comprala!!! O te enviaremos a Babilon
entes ante la avalancha de túngidos predicores, que le
ros, y cuando le contaron lo que pasaba, exagerándolo todo, creyó que se habían vuelt
os túngidos,!, ¡que vienen los túng
ían de los miedos de los ignorantes. Entretanto John, no paraba de reírse a causa del ataque que le había dado. Hacía tanto tiempo que no lo hacía, que ahora le resultaba imposible parar. Cuando al fin los ánimos se calmaron y pudieron tomarse el café, era muy tar
algunas palabras que no les habían hecho mucha gracia…eran dos predicores túngidos. Menearon la cabeza en signo de desaproba