Átame

é por qué pero me crea una especie de ansiedad no poder adaptarme de inmediato y entonces lo hago lent

días, p

os un tanto cariñosos hasta que le dije que podía dormir conmigo. Entonces recuerdo el di

onado! —acepto mirando

vino, puolover blanco de cuello y unas zapatillas de lacoste que le hacen parecer un tenista sexy. También lleva gorra a juego c

me pregunta ignora

un b

ntenerse solo en mi rostro pero inevitablemente pasean un poc

ya, ponte algo adecuado para eso —grita desde el do

de Alessandro en la casa sino por el hecho de que saldré de aquí y podré tener la o

s tobillos, muy fresco. Gracias al Duque tengo un vestidor lleno de ropa que jamás usaré. Sé que cuando esta experiencia acabe dejaré atrás

alaga nada más pone sus

ú también es

rme a tu belleza surreal? —si

mimoso últimame

ido para desayunar solos nosotros dos, además de hacerlo en el enorme co

o incapaz de mantenerm

illeta en los muslos —. Lo que me gustaría es que fueras

debería y creo que en el fondo me da miedo descubrir cosas suyas que no

e la posibilidad de confesar por él mismo, y sal

s circunstancias que me trajeron aquí los dos estamos deseándonos como ninguno pudo prevenir, es por eso y en

ese lenguaje tan clásico, tan de

ero no le doy importancia. Creo que mi cabeza hace algún tipo de

de lo que di

lo hago desde el primer día y lo sabes...que me gustas. Eres preciosa, vivaz, divertida, suspicaz, sexy, inteligente y podría decir mucha

od

solo por la sinceridad que se lee en sus palabras s

ue nunca y me observan ardientes,

s —confieso tomando su m

nudillos —. Y eso

uestra parte al juntar las manos y poco más. Creo que los dos sentimos en ese moment

imos simplemente dos personas que se estaban conoc

.

guardias? —inquiero mi

s, él conduciendo y yo disfrutando del viento en el rostro sos

ocolo —cont

. Decido disfrutar de todo lo

pertenece a él o su ducado porque finalmente los guardias se d

do —reclamo quit

. Es casi un gesto involuntario que le lleva a morde

me loco —conf

l viento mientras le lanzo el vestido a la cara

. Un roce increíblemente sa

una niña y me zambullo una y otra

razos, riendo entre cosquillas que sus man

amos compartiendo en el que yo me he olvidado de averiguar sus verdaderas intenciones al traerme a su país y él deja de

e el abdómen —refier

ueras una bendita sirena y tus músculos se

saca una copa de piña colada helada y me la pas

a oscura en un vas

ía esto que mis múscul

verte reír

endo una especie de momento en silencio que grita montones de secretos entre los

o, no sé...la vida que lleva

e las que vivo. Luego de

? Se supone que eres un nobl

ente es una conversación en la que intento c

ntener. Dos casinos, cinco castillos, una reputación y reuniones de nobles a las que no me gust

mundana y plebeya pensé que te dedicarías a dilapida

adas más sinceras que le he vi

alguna época haya habido algo —asegura y

es sincero —cierro un solo

la fortuna, cuando murió y me legó todos sus desastres yo tuve que bus

Alessandro tuvo que tomar desde muy joven las riendas de una familia que e

¿Cuántos años tienes? —pregun

is años, Bethany y

y cuenta que se ha enfadado y he sona

ecostamos sobre nuestras espaldas m

mi copa y me siento tan incómoda des

s él me sorprende tomándome en el aire y cargando mi peso en su hombro llevándome al agua para lanzarme

y un poco tramposas, lo sé p

ciones a ninguna mujer. Lo siento —s

uiero c

do me da eso —me hace rodear

por sus hombros. Su boca está muy cerca de la mía y su sexo se sie

puedo evitarl

entre en mí. Me gusta demasiado. Pero callo. Callo porque sé que si me dejo llevar y me entrego a él, y

erca —. Si lo hago, voy a sufrir. Tienes un neón alumbrando la palabra pe

la punta de mi nariz —. S

—casi gimo en otro roce p

los ojos y me ví en e

me daño, Ale

estoy sufriendo por tí y aunque podría ponerte

ra que dice y me gusta tanto el baile que tienen entre ell

en el espacio que abre para mí dejando que la