Juntos hasta el fin
Estás atrasada con todas las entregas. ¡Los clientes han estado lla
partidora, y las muchas quejas que había recibido por teléfono por
retraso con las
paración para arreglarla, pero intenté repararla yo misma y parece q
neta para pasar al siguiente. Tenía tanta prisa por recuperar el tiempo perdido que olvidó ponerse el casco, y cuando giró el acelerador a la velocidad máxima, Carla parp
teléfono, Carla se sintió un poco
e color rojo cereza y tenía pocos detalles. Antes se había averiado y no había talleres de reparación dis
del día, Carla guardó su teléfono en el
ilbaba en sus oídos. Tenía que concentrar
ía que hacer en ese día. Solo le quedaba un reparto más y estab
ia de ir a recogerlo en la tienda ellos mismos, pero para el repartidor era un trabajo muy exigente. Las entregas se realizaban por toda la ciudad y se necesitaba
a estaban encendidas durante un buen rato y había muy poca gente caminando por
la vuelta de la esquina, a no más de dos o tres minutos. Estaba sum
por parte de Karen por retrasarse en sus entregas, lo único en lo que Carla podía pensar era en entregar su
idez, Carla no se dio cuenta sino hasta el último mo
amente encorvado como si estuviera herido y la miró con una mirada fría y defensiva. Ella trató de frenar pero la moto no le respondió, de modo que soltó el acelera
ese mismo día, pero incluso si Carla lograba frenar, ya estaba
momento mientras esperaba el inevitable choque, pero en lugar de escuchar un golpe, sintió que la motoneta se det
iertos, tratando de procesar por u
de que estaba bien. Notó que el hombre tenía brazos musculosos y un cuerpo fuerte y rob
y, con una mirada interrogante, preguntó a Carla mientras hacía u
eto, y no dejaba de m
gradó. Carla tenía un positivo y sincero sentimiento por él. Era apuesto y ten
a motoneta a pesar de esta
ue se volvió para mirar la caja de entrega que estaba en la parte posterior de su motoneta y vio que todo el contenido estaba disperso y arruinado. Al ver aquello,
do! ¡El
a pensar era en el pedido que tenía que entregar y en cómo había terminado convirtiéndose en una
¿Cómo le explicaré esto
encontraba cuando, de repente, tuvo que salirse de sus p
rza que sintió que su delgada cintura se
l. "Te pagaré diez ve
acercaba y cuando se volvió, vio a un grupo de h
í es
! ¡Detén
del hombre que estaba sentado en la parte trasera de su motoneta y la t
le fue posible. 'Mi vida es más importante que la comida que tenía que entregar', se dijo mi
se de que el hombre que iba con ella no era más que un
así que se dijo para sus adentros que, tan pronto co
a entrega y luego podría irse a casa, suspiró y seguía
un pedido
pedido '
ara ser entregado', se
a, fue aflojando el acelerador y el chillido del motor se
los estuviera siguiendo, lo que le permitió estar más al
Carla pensó para sí misma. Era difícil
mente, Carla era una chica menuda, de lo contrario, no hubieran cabido en el asiento, especialmente porque este tipo no solo era alto, sino también muy robusto,
cer algo estúpido para deshacerse de él. Para ella eso resultaba muy incómodo, ya que no sabía quién era es
anos de la cintura y sostener
a fuerza. Apenas me deja respirar. Le agradecerí
d de que él la siguiera sujetando,
ora. Conoces el camino por aquí y estás familiarizada con
ar un lugar seguro donde pudiera limpiarse y desc
dos modos había salido herido en el proceso. Tenía la cara ensangrentada
ste ha sido un día infernal! Cre
de sangre. Ni siquiera sé si se trata de alguien peligroso. Además, mi último pedid
norarlo. Estaba abrumada por todo lo que le había sucedido ese día, y no te
cansado y dolorido. Distraída, Carla llegó a unas calles familiares, y antes de darse cuenta, ya había aparcado en la parte delantera de su casa y
ían detenido, volvió a encender la moto y giró
e preguntó Terence. "¿Por
e aferró al manubrio, y la moto de repente dejó de moverse. Carla le echó un vistazo y se dio cuenta de que el hombre estaba apretando los freno
, Carla pudo sentir su cuerpo duro contra ella y oler la sangre
í conduciendo para poder alejarnos de esos bastardos. Parece una calle sin salida. Soy una simple repartidora. ¿Cómo
puedes bajarte ahora. Aquí es seguro". Mientras tanto, apagó e
un peso en la espalda y girándose para intentar ver qué
Carla. "¡Oye! Despierta.
en frente de mi casa. ¿Podría este día ser peor?'