La sumisa vainilla

ex Amo para recoger mis cosas, pero no me sentía lista aún para enfrentarlo y no tenía ganas de verlo. creo que podría probar vivir en el hotel al principio, si no, siempre podía arrendar o

lo que tenía en casa de mi Amo?, pero sobre tod

s veces, que no podía simplemente sacarla de mi mente… Había estado tanto tiempo a los pies de mi Amo, bueno ex Amo, poniéndolo en un pedestal casi a la altura de un semi-dios y después hacía eso… ni siquiera era como si

busador y le dejaba en bandeja de plata cientos de posibles víctimas? Aún cuando yo no lo sabía, ella era mi amiga y mi empleada, era mi responsabilidad proteg

r, luego fui a comprar algo de ropa, no podía andar por ahí con pantalones de cuero y corsé, además ya ape

e ¿Cómo va todo?- sa

a, todo muy bien, estamos cas

tá ocupada?- pregunté, esa era la

as últimas que q

yo ocuparé esa habita

que no entendiera nada… pero no estaba de humor para andar dando explicaciones, todo lo quería era dar

o una maldita condena “sin mi no eres nada” ¿y si era cierto?... ¿Y si no podía rehacer mi vida después de él?... ¿Y si nadie me quería con su sumisa más adelante?, ¿y si me quedaba sola el resto de mi vida? ¿Y si nunca encontraba a un Amo digno de admiración?, de los conocía, todos los Dominante

ra la chef en jefe, no podía simplemente dejar todo botado por un “mal de amores”, debía ser fuerte para no e

i mientras iba camino a mi negocio para intentar silenciar la frase que había estado resonando todo el día

e saludó Oscar que ya estaba en s

a vetado del pub para siempre ¿si?- le dije

nto mucho que las cosas entre ustedes no

ando sonreír, aunque creo

pezaron a preguntar que pasó y lo menos entrometidos solo me decían que lo sentían mucho. Era realment

cerrar dejé la cocina a cargo de mi sub chef y me fui al bar a hacer lo único que podía hacer en ese minuto, beber hasta que se me olv

criss, porfa- le

ene- dijo y lo prepa

l de puras estupideces, s

és de un rato, creo q

uinto que se toma

- respondí d

anto, no le vaya a p

perdido la capacidad de pensar con claridad hace unos dos tragos, nunca había tenido mucha resistenc

jo y me siguió sirvien

taxi” pensé en un momento de lucidez, caminé hacia una avenida para detener uno, entonces alguien grita “¡¡CUIDADO

ra un hombre de pelo o

racias

aso me tambalee y casi caigo al suelo si no fue

errible si te dejo sola en ese estado…- dijo mien

do ese acto de “heroe”- le

iero es que llegues a salvo

ey, si tu

ealidad prácticamente me cargó en brazos y al

irección de tu casa pa

único que pude decir a

lor de cabeza del demonio y no recordaba nada de la noche anterior… ¿Cuánto había tomado?, lo último que recordaba era estar en la barra del bar, no tenía idea en qué momento había salido de ahí ¿era algún Dominante d

- dijo en cu

je sin poder disim

rdad?- dijo con una

no sé quién es…-

casi la misma edad- dijo… espera, ¿no era Dominante? ¿E

ostumbre… entonc

os quizás hubiera intentado seducirte, pero no

¿entonces?.

a pero te quedaste dormida antes de poder averiguar tu dirección y no iba a dejarte ahí tirada… sé que

o? Quizás había inventado esa historia sabiendo que no recordaría nada, no era ta

o, por ciert

sentía raro presentarme con mi nombre en una

o estirando su

ya no te molesto más…- dije

olestia-

, tomé mis cos

acias otra

descendiente, “lo sabía, nadie hace algo así sin pedir nada a cambio” pero él era un vaini

alguien como yo- le dije, él me mir

orriendo y volví al hotel, me tiré