¿Por qué no yo?

ño lo que te diré, pero no l

en este papel. Ya he perdido la cuenta de cuantas veces lo he intentado y de las veces que me repetí a mí misma que debo mantener silencio. Lo que siento

diéndome al salir del probador y de verdad

libreta de mis intentos frustrados por decirle

ensando que un hombre no debería ser tan guapo como lo es él. Su cabello oscuro y ojos del mismo color resaltan con ese traj

que me limito a responderle, y es que de cierta manera esa es la respuesta correcta, aunqu

— Cuestion

espejo, ese esmoquin te qu

alfombras roja de los eventos a los cuales asist

n pararme del sofá donde estoy sentada en esta elegante casa de ropa masculina y

ina quede deslumbrada al verme en el altar, al igual que seguramente

ado y mi corazón simplemente se rompe en mil pedazos al igual que lo hace desd

otro esmoquin que está colgado afuera del prob

que este si me guste.—

os auriculares y le vuelvo a hundir el botón de reproducir a esa canción que tan bien describe lo que siento en estos

, que jamás le diré, y que tanto me hacen llorar a cada instante. Los amores en silencio duelen

l probador haciendo que le ponga pausa

e que estuve a punto de volver a llorar como l

anzo una sonrisa de aprobación, una que me ha costado mucho ya que de lo que menos tengo ganas en estos momentos es de sonreír

la. — ¡Sabía que tú eras la indicada para venir conmigo a escoger el es

igos.— Le respondo c