Seduciendo al coreano
o sus progenitores habían tardado tres años en lograr concebirla. Según los doctores fue una suerte que ese hecho sucedi
menos amados. Cristian y su esposa Karla, eran los orgullosos padres de seis hijos varones a los que consideraba sus primos
cuando apenas tenía diez años; Isabel, la abuela paterna que según mencionab
u primo, siempre fue un excelente hombre al igual que su padre Cristian. Cualquier mujer estaría encantada de llevarlo al altar, pero ella no era una de esas muchas candidatas. Tampoco creía que él la vie
los hombres, tampoco hacia ninguna mujer a pesar de crecer rodeada de compañeras de su mismo sexo. Lo cierto era que, en cuestión de libido, ella pensaba que debía existir alguna falla en su cerebro que la hiciera no sentir,
erla. Pasaba fines de semanas y vacaciones en casa con su familia, aunque conforme el tiempo transcurría, se sentía cada vez más cómoda en la institución. Allí conoció a su mejor y única
e imaginaba quemándose en el infierno, sobre todo a su tío Elián. La que nunca tenía citas, ni tampoco sufría por ello. La misma que había heredado más parecido
ectó que su pecho no tendiera a desarrollarse como el de su madre, aunque cuando lo comparaba, ella siempre le sonreía y le decía que podía comprarle unos nuevos. Sin embargo, Paola no se interesaba por nada referente a las cuestiones físicas. Le gustaba ser quien era, la santita, la monjita, Sor Pao, la
el bachillerato con honores y le esperaba la universidad, pero para continuar los estudio
a tuvo. De hecho, muchas veces sus padres pensaron en hacer una adopción legal, pero la madre biológica se negaba a perder a la hija de la cual se había desentendido y María
a la conclusión de hacerse novicias. Sabía que aquello no le agradaría nada a sus padres, pero
epararlas. Además, era demasiado orgullosa como para aceptar la ayuda de sus padres y, para Paola, sab
Ambas eran conscientes de que oír conversaciones ajenas a hurtadillas no era de buena educación, y lo más probable sería que después acabaran con las
ron y cenaron sin salir siquiera a saludarnos. Mi niña no está bien, puedo notarlo y tampoco Mari, ella también me preocupa much
lo intentó y dudaba que lograra hacerlo,
tío Elián-. ¿Tienen Coca-Cola? Me voy a hacer un calimocho q
ncillar haciendo esa mezcla -su padre carraspeó y prosiguió-: Ale, cariño, la niña está p
egas? Dije la verdad, esa niña el día que le abran las piernas necesitarán el gato de un coche para poder termi
ombría y se la doy a comer al caniche de la vecina
staríamos lidiando con él. No tiene perdón lo que hizo, dejó a Karla como una cornuda después de enviar a las revistas aquel
su familia él era su preferido. Pero nunca llegó a saber los motivos, quizá en algún momento si encontraba el
y la presentación del mal en su máximo apogeo. Hasta después de muerto sufrirían las consecuencias, porque ni creáis que se librar
és de tantos años, te juro que me lo pr
sin tenerme para alegraros la existencia. -Paola asin
rir un cambio, entrará a la universidad y estudiará algo que le sea de ayuda para la empresa. A ser posible un empleo que pueda llevar desd
la no pensaba trabajar e
como doctora. Le gustaba ayudar a la gente, y tal como veía a su familia creía que
mi monjita, pero aquí está tío Eli para ejercer
marica -exi
ela, algo que nunca comprenderé. Ale, tú que eras má
así de mi esposa... -el grito
aba mucho que esa dulce mujer se hubiese dejado tocar de ese modo tan... tan... pecaminoso por su marido. Aunque cada vez que se lo decía a Elián y salía en defensa de Aledis, éste se reía y
santa y ahora pretendes que Paola lo sea. La niña puede tener la suerte de no pasar mucho tiempo aquí y no escucharos rebuznar haciendo vues
enzar a vivir. A veces me da miedo que empiece la universidad, si alguien le ha
ntes que se pusieron a hablar con la puerta del balcón abierta, y yo que cotilla no soy, desde el cuarto contiguo mientras tomaba el sol escuché todos sus planes. -Negó con la cabeza y casi quiso correr de nuevo a su cuarto, pero s
una planta que no conozco, pero vamos que
madre superiora que la acogió en la escuela. Así que esas dos mustias se quieren hacer monjas, y antes muerto que tener una sobrina metida en esa institución d
ero lo que haga a mi hija feliz, pero sé que sueña con ser madre y tener hijos ca
lo tiene, en su casa, mientras yo viva nadie la toca y
a de que odiaba hacer discutir a su familia por ella. Además, su madre tenía razón, no se veía con ningún hombre porque no conoció a n
tarte la verdad. Yo no quiero ser monja, porque cada vez que veo a tu primo Jr. me
y su primo preferido juntos. Ellos desde niños se habían llevado muy bien, eran inseparab
arregla nuestro problema, si tú no aceptas que mis pa
ió intentando mostrar felicida
mpleo con el cual mantenerme, en un mes cumplo la may
un problema a la vez, afrontaría a su familia y les contaría la decisión que había tomado. Asistiría a