Alessandra y el Duque
tarme y por otra parte siento un sentimiento de melancolía que poco a poco inv
o un baño, me han peinado y por fin ya tengo unos zapatillas que me sirven, los vestidos
s cosas que creo q
calma no te dejare salir al jardín y re
achando mi cabeza. Es algo que no me importa si me pongo altiva
uedo salir al jardín y
lejes, no hagas q
ran parte del terreno, también he visto que hay varias hectáreas de cul
ierba y me he dejado acariciar por la brisa, miro al cielo. El sol está en
casa tiene un escudo en uno de los portones, es un águila
la casa, tiene el cabello negro como la noche y lo lleva recogido, lleva un pequeño sombrero y camina con un perrito muy raro es pequeño y blanco, eso no es
a patita del perro, no se en que momen
y se dirige a m
el daño que le has echo a Fufu, - dice
pe, no tengo tiempo a huir, ella coge mi pelo y me tira al suelo. Caigo en un charco de
está estúpida tiene que recibir
levanta del suelo, no puedo dejar
revido a tocar a Fufu, sabes que Fufu es muy
astigado bastante no cr
do solo quiero huir de esta situación, ni si quiera me h
o mientras las lágrimas no dejan de brotar de mi
ueña cabaña, bueno algún día lo fue, paso dentro y me quedo sent
a, me las como y me tumbo en el suelo cerca de la chimenea. Al menos no tendré frío. Escucho t
dar dormida, el cielo se ilumina hay una gran tormenta y está justo encima de mi. Avivó un
e algo de aceite la enciendo y miro mejor donde estoy, esto debió de ser una cabaña de paso, quizás para la caza, veo
rpo para ver qué no tengo ninguna herida de ser así, las ratas olerían
o al fuego, ahora si que no queda nada más para quemar, l
animalillos, camino despacio pero lo hago estoy cansada, tengo frío, hambre y no he dormido nada, miro mis zapatil
o que me encuentren seguro que esa
ara, quizás no sabía quién era? me miró y veo como es
ero eso no me importa correré el riesgo con suerte podré s
paso y no hay suelo intento recuperar el equili
sobresaliendo de la carne, comienzo a marearme. Lo último que veo es