WHEN SPRING COMES

año llegaba. Al igual que l

a mí, no había invierno sin primavera ni primavera sin invierno porque en mi corazón, l

a juventud de una noche de invierno se había esfumado, mi fr

miraran por última vez, pero esta vez no con lágrimas en sus ojos, esta vez con una sonr

mporada? Me pregunto, ¿dónde estás mirando ahora?,

untas haga al viento, él

ndote en cada copo de nieve que cae, ¿cómo eres

, ¿por qué ese adiós sigue trayendo lágrimas a

ías entre las mías, quería quedarme en ese lugar que no debía, quería gritar tu nombre una y ot

ías son tan ordinarios, y aunque pue

ión, recuerda que hay una primavera esperando por ti, hay un árbol de cerezo que aún mira a

sa voz que me ha mantenido

de la noche. Sonreí haciendo a que ella se acercara y se sen

a enfermar. — Le dije acer

—señaló inocen

tá nevando. —Mur

e los árboles se congelan con la primer nevada, y yo soy un árbol. —D

tra decir para que mi pequeña niña no saliera

sí que, nada te va a pasar. —La abr

er realmente, lejos de él, lejos de su cultura donde la existencia de uno y de otro parecía irreal, lo volve

r mi atención la niña qu

la cultura de la persona a la que mi corazón no ha podido ver en estas quince primaveras que han pasado. Y au

hubiera querido para su futura hija. La hija que q

encontrar a mis padres, encontré a mis abuelos, ellos eran la explicación al p

, mi

mpre me dice que te deje a sol

dad con los pétalos que derramarían mis ojos esperando poder verlo aquí sol

ada primavera?, ¿cómo has pintado tu mundo?, ¿seguirá siendo de

ga historia

e en el fondo de mi

tiemp

enía, siempre que se tratara de mí pues al fin

toria de amor

s de amor. Y por alguna extraña razón, los fin

toria de amor. Es la triste hi

ú, m

con p

uestas en mis piernas mien

! —Saltó a

o que tu madre

así lo desee mi corazón porque realmente hay otro deseo, otro que pide con lágrimas de do