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NUNCA ME OLVIDES

Capítulo 2 PRIMERA PARTE

Palabras:2273    |    Actualizado en: 15/05/2022

DE MISER

mil destinos más, llegaban por una sabia solución. Incluso si los seres vestidos de bl

vacíos, ojos rojos de tanto llorar, el esce

a la gente caer destrozada por las indeseables palabras

raba aparentar eso. Una tarde más, Fernando Montalvo había llegado para sentarse e

tidos de blanco corrí

parte del lugar, conocía perfectamente a dónde y con quién dirigirse si tenía alguna duda sobre la situación por la qu

ra a aceptarlo, él era l

to a ayudarla a manejar uno de los grupos más importante

día la esperanza de recibir esa noti

í, compensarle por todo el daño hecho. Daño que la co

a de trabajo, suspiró profundam

se enfriara un poco, pensar en Jade, recordarla sonriente y finalmente, sacar su carte

. El deseo no cambiaba, él

térmico quedó vacío. Era hora de emp

ado en el hombro. Sin m

ndo no esperando enc

reguntó el doctor sa

iempre esperaba que la visita

dea de cuándo puede despertar? —insistió nervioso

l, el doct

do, entre más tiempo pasa, más difícil n

Fernando desvió la mirada. ¿Cómo dec

componía y del que tanto habló Marina, se con

—aseguró para después,

acerle perder las esperanzas, existía un dio

mismo ritmo que antes. Quería continuar, quería llegar a la habitación y verla des

espués de eso, volvería a ser el mism

atención de la misma doctora que lo había estado ob

turno y no había tarde que no se pintara por la monocr

ntó la mujer de cabello castaño s

ompañera sin despegar la

aquí. —La poca importancia en la pregunta no fu

lvo, es dueño de las emp

corazón oprimirse. El dolor era evidente en é

rajo su atención la mujer d

sí!, ¿nece

e sie

ró metiendo las manos en

gar a él. El mismo hombre que había robado su atención

rse al mundo entero sin temer a una mala respuesta? Ahora más que nunca la neces

se a él, se dejó ser ella misma. Lo que Fernando le e

na de confianza —, ¿hay al

en la claridad de su sonrisa, sonrisa que le re

se alistaba para dar la media vuelta

m Castro, si necesita alg

racias, lo tendré en cuent

e ser encantada por el dolor que

as también sentían su dolor? «El cielo y tú» pensó al salir de su auto y

l pequeño edificio donde estaba su departamento, la

liera la pena record

sta ese momento recordó que la mujer

da de qué p

a calentar un poco de comida de todo lo que l

vez. Si su nani viviera, seguro le diría que el trabajo puede esperar pero su alimentaci

estar listo para hundirse en e

ntar. Un nuevo día llegaba. Débilmente, sus ojos se abrieron. Seis de la mañana, divisó en el

s de su propia sangre, a manos del único ser que le quedaba sobre la tierra. Su hermano se convirtió en su peor competencia, las ventas b

pensamientos. Con esperanza, contestó. Para esas fecha

Montalvo,

lante, requiere su pres

prisa, su respiración dejó de ser y

spertó? —pregun

a exigir su presencia a causa del dinero? ¿La gente ahí no se daba cuenta que acababan de jugar con sus sentimientos? Era increíble cómo e

e decir y con tantos para desquitar su cor

mujer frente a él. Esa misma sonrisa

verlo frente a ella —, acabo de arreg

tó Fernando no enten

presencia hace un rato, se hizo hace tres días. Ya e

, ya que quizá hubiera tenido que pag

te de su pequeña felicidad o mejor

tamente

e lo único qu

radecer? —continuó Miria

con los ojos liger

hasta que un ligero golpe de su compañera la tra

sta ese momento comprendió qué q

como agradecimiento? —pro

cirle eso al señor Montalv

volvió a

ambién me haría bi

e dedicó a su amiga ob

—invitó

elicadeza de su sonrisa?, ¿cómo era la torpeza de sus pasos al sentirse nerviosa?, ¿c

a con decir que Miriam era del tipo de mujer que reía olvidando su d

pre fueron divididas como solo

ner, vino que probó sabiamente. Más tarde, el sabor del vino blanco en su boca dejó de ser para encontrarse con aquel vino rosado, v

o tinto, con ese color rojo que seduce, que invita al descubrimiento, que esconde imp

o suspiró profundamente después del

de ese parque frente al hospit

tal? —preguntó Miriam después de una

seis meses

O

sido muy difíciles

aptó la mirad

lla

debido a un accidente automovil

la conversación de una noche, de su vida personal. Miriam era algo

asta ese momento, él afirmaba el matrimonio del que mil artículos en internet hablaban. Un matrimo

difícil —d

s difícil de todo lo que he pa

¿Q

ió. —Hace cinco años pe

aron genuinamente, ¿no era

su bello nombre. Se llamaba Andrea Marina —comenzó mientras su mirada se

trabajo podía esperar para Miriam. De pronto

ospital..., ¿quién es? —preg

mportante de mi vida. Ac

a que sabía, él necesitaba sin ped

nando, clar

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