Lo que la vida me robó
a llamada y no supe si sorprenderme o simplemente reír ante s
e mi escu
dy? El fin de se
a llamarme Mandy, decía que él no le daba chiqu
lesto –no me metas a mi en ese costal y por supuesto que no vas a venir, el punto de
. Yo los amo y los extr
todas las veces que me dijiste que me veía mal con determinadas prendas,
porté mal, pero si lo que querías era da
strarme a mi misma que puedo, que tengo el val
ro te advierto que a mi hijo no
estuviera enjuiciando de esa manera. El domingo lo pasé en casa con mi hijo, llamé a mi ami
ería. Él siempre había sido solito, Karen tiene una hija de ocho años con la que jugaba y se llevaba muy bien, pero con otras personas no convivía, no de su edad. Como no tenía una cuna para él ahí y me daba algo de temor que dormido se cayera, lo
entallada, es que ahora me sentía demasiado apretada en ella, mis pechos nunca fueron pequeños, pero vamos que ahora estaba en una 36-C y sentía que eran enormes y mis caderas se crecieron también un poco, que pasé de ser talla 9 a 13 de pantalón y eso en el atuendo que iba me hacía sent
os y que yo me iría también rota en mil pedazos y nada mas alejado de la realidad, mi pequeño demonio se emocionó al entrar y ver las paredes cubiertas de murales hermosos y coloridos, nos recibía un sistema solar precioso y con lo que él am
tras que reciben en la entrada -así es la
se de que estuviera todo lo que necesitaba y me entregó una lista co
lista -hoy por la tarde haré las
que tenga
quería lidiar con taxis. En quince minutos estaba en mi destino, diez minutos antes de la hora y nadie ha
la nueva
cho gusto -le estreché la mano y él la tomó con reservas.
icenciada, yo so
o aún escurriendo y el rostro a medio maquillar, apenas apare
" –Le dijo al guardia y siguió hablando como merolico mientras se terminaba de maquillar. Yo permanecí de pie frente a su escritorio y ya de rato que se l
tro visiblemente apenada -tome asiento por favor, el licen
bien, g
poco mas grande de la talla que realmente era él, su cabello entrecano se miraba curioso, como si fuera
vor -me indicó con un gesto de su man
ondí con un po
viaje? -Me preg
desde el viernes y me hace
dad y no hemos podido hablar, pero uno de sus abogados habló maravillas de usted, así que espero que podamos acoplarnos bien al trabajo. Por aquel lado -me indicó con
en, lic
ablarnos por
moda de tutearlo -dije
stros nombres ¿le parece? Ya se que soy
pe que estaría ag
nio, y me parece b
Amanda. ¿
a comenzar.
nde y cómo tenían ordenados los expedientes y fui dando un vistazo
cido -dije para
irma a la que pidió trabajo, aunque eso tiene arreglo aún. La veo en dos día
, francamente me dio un poco de pena, él me dio la oportunidad por vez primera de un empleo y lo m
a cambiarme de ropa, un pantalón tipo capri y una blusa halter, me puse unas balerinas negra
a la hoja que llevaba en su mano -es un "fante" -me
je a la maestra que me lo entregó, lu
ñana, adi
pidió de ellas
n hijo al que no quería exponer ante nadie ni a ningún tipo de situación y definitivamente verlo no sería algo como cualq
er con él, pedí en la guardería un par de horas extras para Emilio, la gu
gras de diez centímetros. Fui a mi trabajo y organicé la agenda de mi jefe, debía alcanzarlo en una audiencia y
a, es
sí es esto, tranquilo -le
de sentirme incómoda me agradó, es que lo sentí protector y paternal en demasía y eso me hizo sentir muy bien -me ll
-Pregunté
le gusta que lo
en mi primera clase
SHB
muy altas, en temporada de lluvia aquello era acogedor pero también apetecía fumar y la licenciada que nos impa
ieza a las oc
son ocho
ya no son las oc
etiré maldiciendo y me quedé sentada en una de las bancas del pasillo y cuando la clase terminó me pidió con una compañera que pasara al aula. Entré y me paré frente a él, guard
o, se cierra la puerta y nadie la abre -hizo énfasis en el nadie -mi evaluación es un 50% los ejercicios prácticos de clase, 30% el examen y 20% los trabajos de investigación. No repito indicaciones,
ecir y sí, me tragué mi orgullo
EL FL
e dio nombre, pero asumí que era en el que él acostumbraba frecuentar, yo siempre hacía sus reservaciones y en varias ocasione
r una reservación pa
al? -Me preguntó el
S
migo, ya l
ndo después que él, seguro estaría mole
ludarme con un suave beso en la mejilla. Abri
no verla, Sandova
octor, g
hombre me ponía en exceso inquieta, andaba cerca de los cuarenta aunque para nada los aparentaba, pinche genética tenía que apenas parecía un poco mayor que yo, bastante atractivo y de
rofesor, ya no es para
é las manos discretamente sobre
tó con una risa de lado
na bebiendo, so
l para los d
-la primera ¿de dónde ha conseguido mi número telefónico?
, sí, era un hombre muy influyente, seguía trabajando en la universidad pero ya se dedicaba mas a sus asuntos particulares, sin
una pregunta y no del
o casi escupo el trago de agua que
opiado me dio por titubear y segura estoy que
da y haciendo un suave masaje circular que me hizo
ena algo rara su respuesta ¿
ertencia -no me vuelvas a habla
sa -pero dime entonces
aber el motivo
a e intentando adivinar de qué habl
conmigo, y resulta que de un día para otro cambias de universidad y de
tiento y lo veo abrir
a todo, menos eso. Y aho
s tomaba la carta para ver el menú, de a
que tu esposo te imponga como norma t
o ningún tipo de norma, de hecho creo que contrataré
o, pensó quizá que era broma hasta que me vio e
l, solo diferencias
pa ¿es
jugaría co