INEVITABLE
nsado y harto de tener que lidiar con los problemas que me habÃa dejado mi padre y que habÃa asumido con el único fin de proteger el futuro de Eric e Isabel. Ella no sabÃa nada y querÃa mantenerla
e en el intento y termine siendo la persona que más daño les habÃa hecho y ... culpaba al karma por ser una zorra que jugaba con nuestras vidas a
s que estaba, le pasé el testigo y la responsabilidad a la única persona en la que confiaba en el mundo y que sabÃa que no me iba a dar la espalda. Isabel asumió el cuidado de Eric y se convirtió en lo más impo
o me jodÃa...
nicio duro y doloroso. Ella se ganó el amor incondicional de un adolescente agresivo y problemático con cariño y dedicación. Conquisto el amor puro de un niño que la miraba con un brillo de admiración y respeto cada vez que ella le sonreÃa o
racia y dignidad de las que yo carecÃa. Admiraba a Isabel como a nadie en el mundo y, aunque me enorgullecÃa de cada uno de sus logros me entristecÃa profundamente no haber sido testigo de muchos momentos puntuales de su vida. Lamentaba no haber visto
habÃa visto en la obligación de hacer cosas que lamentaba y cruzar limites que nunca hubiera imaginado y por ello, detestaba con cada fibra de mi ser a mi padre. Lo det
sas, pero que ocultara
habÃa perdido mucho tiempo en encontrarlo, y eso provoco más sufrimiento en mi hermano pequeño. Si hubiera descubierto mu
s alternativas, pero llegaba al mismo resultado: Eric sufri
de todo, no éramo
haces
ierda y la voz de mi consciencia, la persona que en muchas ocasiones me habÃa frenado de
on unos ojos negros penetrantes, que me facilitaba la vida y en muchas ocasiones habÃa servido
on el ceño fruncido
rta giratoria - me vas a matar de un susto. Les dirigà un breve salud
empeñas en beber - espeto con una mirada picara caminando eleg
aba sin parar el botón del ascensor. Me miró
onrisa y ella resopla exasperada entrando
ucionar todo este desastre, me quiero jubila
s de brazos apoyándomelo sobre la puerta metálic
- y no puedo con este estrés que supone trabajar con
a semana, Tess? - pregunte socarrón
o podrÃa sobrevivir ni
puertas se abrieron, pero Teresa apretó el botón de bloqueo
y el sonido metálico hizo eco en la oficina. Guarde silencio y me encamine hacia mi despacho con ella detrás de mÃ. Devolvà los saludos con seriedad del personal que se encontraba por a
a pantalla estaba rota, intente
l- pense c
rro la puerta. Resople y me acerque al sofá negro y tire el teléfono con fuerza
y me quito mis mejore
ses. Debes controlar ese genio tuyo - murmuro con desagrado sentándose en el sillón frente a mÃ, me miro con pr
los enorme edificios que se extendÃan an
gundos, gire el cuello en cÃrculos intentando liberarme d
nte - recordarme que Isabel no es mi mujer parece ser tu pasatiempo favorito. ¿Qué vas a
vanto y se acerco a la librerÃa de madera y abrió un cajón- la ultima vez compre un móvil de repuesto, en caso de que volvieras a romper otro - novio la caja en sus ma
ltorio. Me sentà jodidamente aliviado cuando metà la pequeña tarjeta en el nu
manos, pero me levante rápidamente y me lleve el teléfono a la oreja
u mens
eléfono? - me pasee por la oficina de un lado a otro con ganas de estrellar el dichoso aparato contra la pared al escuchar otra vez la voz robótica del buzón - llámala - le ordene a Teresa y ella sacudió la cabeza taja
ndo su móvil del bolsillo de
que mà desesperació
el altavoz y con cada timbre sentÃa que mi enfado aumentaba. Isabel sabia cabrearme cómo ninguna otra persona
n la estancia y cada parte de mi ser se relajo al escuchar
, este hombre se muere por hablar contigo, se muere por verte - dijo amablemente y yo baje
pie y me tape la boca con la man
que va a veni
resa con suavidad -
ere aparecer en mi vida. Quiero a alguien que quiera estar conmigo no que huya como siempre. ¡Me merezco a un hombre que luche por mÃ! - exclamo con emoción, cogà el móvil y quite el altavoz, me lleve el teléfono a la oreja
ón. He intentado hablar contigo cada dÃa desde hace dos meses y me evitas o me rechazas las putas llamadas - me pase la mano por el pelo y me se
vida a que quieras estar conmigo. No puedo esperar toda la vida a que me quieras lo su
- cada parte de mi te ama, joder. Todo el puto desastre an
e no te creo? - in
un puño la mesa- ¡Por ti! cada puto dÃa me levanto por ti. ¡Solo por ti! - tome aire porque sentÃa que me asfixiaba por el cu
esionando, pero necesitaba una reacción suya, necesitaba sus gritos, necesitaba sab
sta fue su silencio - no puedes decirme nada porque
más contigo, Alek -
-ordene, pero era más una suplica- joder, e
puesta que recibÃ
a co
ntrar las palabras para describir cuanto la necesitaba. No
ación agitada y me tome de un trago la bebida. Cerré los ojos
resencia, guarde silencio esperando su reprimenda,
camino la vas a perd
se- s