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El Delegado 2 ( Duologia Los Delegados )

Capítulo 5 Capitulo 5

Palabras:1326    |    Actualizado en: 31/03/2022

qu

hé sonar mi celular y corrí a contestar, y cuando vi su nombre en la pantalla de llamadas, mi corazón d

y me preparo un poco de té para ver si puedo calmarme. Mientras pongo el agua a hervir, deci

a que tenía un padre muy posesivo y un tío que tambi

lla dijo que sintió durante el embarazo de Duda. Yo soy una mujer que si tiene ese anhelo y quien sabe, algún día, Dios los

no puedo tomar ese tipo de té. Y cuando termino de hacerlo , lo endulzo y empiezo a tomarlo para ver si me ayuda a calmarme, aunque es difícil, ya que contiene cafeína. Esc

a. Miro por la mirilla para ver si realmen

, quien no puede quitarle las manos de encima a su esposa, estoy un poco celoso por la forma en que la

o seguir molestándote — dice Diogo, saludándome con un beso en la me

vidar por ahora que David estuvo aquí. Y abro más la puerta para que entren. Observo a Nella

n bien!" Habla con

a mi cama y levanta a Duda, quien se despierta y mira

rácticamente explota al ver la ternura allí. Y

despertar? Nella pregu

leguemos a casa la metemos en la cuna - dice, y me mira

s que puedes contar conmigo, ¡siempr

ner una madrina maravillosa como tú! – declara Antonella

rmuro torpemente, y Diogo se ríe suav

a cuando se fueran, terminaría llorando como mantequilla derretida o podría aco

iente aquí! Pregunto, ahuyentándolos. Di

ro? pregunta

¡Pero es claro que

" y dice

e a dormir, el sueño es tu

la!" dice como si no me creyera, y tenía razón, sol

ibro que escribir,

tinúe. 'Le dije que estaba escribiendo una historia sobre un sacerdote y ¡se sorprendió! - dice riéndose mucho! Y me

omento riéndome del susto que me llevé y termino sonriendo dema

ácticamente ordena, y la dejo por el pasillo,

— le advierto,

?' pregunta, confundi

ara hacer preguntas?" l

Él se defiende. Y miro a Nella ,

gunta, cruzándose de braz

ontigo!" — Me desvío y, Dios, si no fuer

ojos brillantes y, además,

s imaginando cosas! -

convicción y continúa: — Estás muy diferente de

s que no están allí

que miente! Ella declara y me m

de leer libros sobre interrog

irás de todos modos! dice, y la

quien pone los ojos en blanco, y yo miro a Di

s vemos mañana!" Me quejo, queriendo que se

nte va a volver, esta mujer era un hueso duro de roer. C

duzco hasta la puerta. Cuando Anto

lo que me estás ocultando —m

o, ya que el jugo que hice se acabó. Tomo mi teléfono celular, que he dejado

mino sonriendo como un adolescente enamorado, sí, simplemente

ucho, mi herm

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