Ella no supo ser Julieta
asó el dorso de su mano por su frente para quita
avar sus manos y los pinc
guardando las cosas en su mochila mientras sus compañeros salían al descanso de veinte mi
por su calva, intentando recordar su nombr
ser la pelirroja que hasta los
, ella se puso de pié, colgándose
ió su atención
ella? -pidió -Es que yo estaré revisando estas pruebas -señaló c
hizo una mueca
ía de los estudiantes preferían pasar los minutos de descanso
la maestra en una esquina, hablando con un alumno y comenzó a caminar a su d
casi idéntica a la original. Por el brillo de los colores, supo que estaba recién hecha,
ot -una voz masculina la sa
hico del día anterior
dijo, atándose un
tió una brocha pequeña para comenzar
tura delgada, era bastante alto y usaba lentes. Su mirada se paseó por su cuerpo, su cara y terminó en sus manos
emplando sus muñecas y las venas que se le marcaban en los braz... -Hey -sa
ueca de "¿Qué?". Eliot se pasó una man
a Van Gogh -pre
ja tipo ¿WTF? Y siguió aplicando pega a su imitación, Mia le avisó a la maestra Hernandez acerca del llamado de
a de pega se secase, en eso, su amiga Bea e
oca con ambas manos al ver la pintu
entras cubría el lienz
n lo que él metía los pinceles en un vaso con agua -pued
al de que se detuviera-. No pondré nada a p
ot! -
ancas en tal caso -se se
s, no chingues -lo miró com
nte, a lo que la chica con mechas am
fuiste ayer en la salida? Te busqué y te busqué y no te conseguí -le r
estó simple y pasó el brazo por el cuello
irarlo con los ojos entrecerr
igo de la chica, no, ¿por qué aún ella lo quería como su mejor amigo? Ella lo adoraba, por supuesto,
perarás? -le h
unos metros de la puerta del salón, vieron
entó -les avisó un
ndaria público, que todos hacían lo qu
ar a los de noveno -avisó Bea
r al salón de música apenas supo
e su bolso de lado para revisar el hor
io la vuelta para i
izó los dedos por sus cinco cuerdas, cuando que las vibracion
uele»
las cuerdas. Se sintió flotar sobre un nubarrón mientras la noción del tiempo se perdía, tocó y tocó sin importar que comenzaba
necen en la tierra aún cuando
dos tuvo la intención de cantarla también, pero el anhelo se disipó al instante por miedo de recordar cosas m
econocido al escribir y tocar esa canción un catorce de febrero en la calle mientras cam
o hizo que dejase a Valeria a un lado. Apoyó su cabeza en el espaldar de la silla
, veintiuno, veintidos... Hasta que su
n de música de nuevo, salió del lugar al ver la hora en su ce
zo de Eliot y se enc
darme con ideas para mi fiesta -comentó
es para eso, Bea -él
o y quiero que mi cumpleaños sea extra fabuloso -a
esivo, así que la ch
Le gustas a Pipper y quiero que no solo la dejes bab
as no me caen
ser acaudaladas, ella también lo era, pero destilaba humildad
labios y sontó una exhalación profunda-. Pero
iot para no ent
que le desagradaban. A última hora pondría una excusa para no ir a ese cumpleaño
cía, y mucho menos cuando aquella pelirroja se sentó
da a su pecho. Su cabello era cobrizo natural, como el de ella... Aproximadamen
an al unísono que le hablara, pero a veces, aunque e
ra? Podrían hasta colocarla en un museo, y
N
que lo hicieras -recostó la
n aunque las dijese él mismo-. No insistas, Bea -carraspeó su garga
o para encararlo-. Ser participe de ciertas notas sube tus c
No me va bien, pero tampoco me sentiría orgulloso de que en la univ
le hizo una seña a la pelirroja de que subiera y ella lo hizo, mirá
ya no tenía