Jugando con Placer – Libro 1

responsabilidades con ell

sí, tuve mis pocos casos, pero n

s sin pensar en las consecuen

chirriante del timbre me hizo s

olo puede ser el Sol. Tiré unos

olange de eso aunque quisiera, d

s de frmar el bendito acuerdo

adie sobre la existencia o los

en proceso posterior. Miré por la

aban con fuerza. - ¡Oye, cálmat

sollozó. Cerré la puerta, asust

ano y lo tomó, bebiendo todo el

alidad, necesito algo más fuerte

guardaba el licor. Fui tras ella

bebes toda esta botella, te queda

lla resopló molesta, pero dejó d

¿qué pasó? Le pregunté y solo

me hizo darme cuenta de que no

é un café". La llevé a la sala

to café, necesito alcohol, pre

Negué con la cabeza. "Idiota qu

rvé mientras se dejaba caer en e

l por la que no me lanzo de cab

jar otra angustia, la única vez

fé fuerte y se lo llevé. Solange

aba corrido, su rostro ligeramen

s conversar? Pregunté y palmeé

su taza en la mesa de café y s

le lo sucedido. La última vez qu

nociendo , disfrutando el uno de

ra me acaba de dejar. "Lo sient

sé por qué me sigo enfadando ta

dad ", dijo con un dejo de risa,

del tipo que salta y disfruta c

emos que eso realmente puede

to que si su nombre estuviera es

n su primera noche de placer. "

ueos?" ¿Para establecerse, toma

Desde que se convirtió en editora

tado confnada en esa ofcina el

de Renata? Ni en sus sueños e

ice- para robarme el lugar. '¿P

titrés, pero ya es asistente de e

njusto cuando obtienes lo que q

importante es que su ascenso se

sé amiga, pero si sigue así, pron

taré órdenes de esa niña malcria

qué pasó con esa estafa de perder

ro la conozco tan bien que sé

infnitamente peor. - No sé, creo

Noté que no me decía nada, pero

aga impresión de que lo sé. - É

i predecible. "¿Algo así como 'él

a como tú, no debería sufrir por

o señalarlo -dijo, con expr

e hombre, sin mencionar que todo

o que pienso? Es un pollo, no est

abrazó con fuerza. - Te juro q

a y mira esas piernas? Apretó

ás perdiendo", bromeé y me puse

te - coincidió en su momento, c

el mío en un brindis "Olvidémon

de los hombres que son estafa

é sintiendo un peso en mi homb

. Lo empujé a un lado y tomé mi

"Solange, espero que estés aquí

esde el otro lado, sorprendiéndo

llo. Se colgó en mi cara. Miré a

olange, llamó tu jefe. Ni siquie

la saqué de la cama, ella cayó d

rme como un muerto. Llamó tu jef

edirán. Ella abrió mucho los ojo

Son las nueve y media. "Maldita