Punto de vista de Scarlett:

"Cálmate, Scarlett", trató de persuadirme Charles. Fui hacia la puerta y la abrí, indicándole la salida, mientras le lanzaba una mirada filosa, mezcla de enfado y frustración.

"Está bien, volveré mañana", dijo con un suspiro y caminó en dirección a la puerta.

En ese momento la ráfaga de luz de un relámpago lo iluminó todo, seguida por el retumbar de un trueno. Una repentina lluvia comenzó a golpear las ventanas.

Ninguno de los dos se esperaba este capricho de la naturaleza.

Charles miró hacia afuera, tratando de medir la magnitud del aguacero.

No podía asegurarlo, pero me pareció ver un fugaz viso de satisfacción en su semblante.

"Me iré cuando escampe, ¿está bien?", preguntó mirándome con su cara severa de siempre.

"Me da igual", respondí. Ya la indignación se me estaba pasando.

Charles fue al dormitorio y yo a la sala, donde me acomodé en el sofá para continuar repasando mi guion. Todavía estaba un poco irritada, pero hice todo lo posible para controlar mis emociones y concentrarme en el trabajo.