LA CASA AL FINAL DEL EMPEDRADO
Ãtu
que J. Arizmendi lanzara la pregunta sobre la
meda Gómez es mi... es...
tó también la joven de
a mirada de asombro y vergüenza de la joven; a quien
s señorita Gómez. Y pues en-can-tado - dijo J. A
, sólo comprendió que debÃa s
.. Aun no comprendo por qué nunca me hablast
n. Se sintió molesto ya que el hombre a nadie -incluyéndolo- le permitÃa llamarlo Juvenal. Par
al algo seco - ...pero tomemos asiento.
meda poniéndose de pie. Su insti
ándola del brazo - ... Eres muy amable
os de la joven incrédula, un par
el viaje y no desea hacernos compañÃa y
o apenada, mientras Vidal la inv
tó J. Arizmendi-... ¿
itación - se apresur
a escalando más grandes proporciones cada vez, y todo d
enerla viviendo aquà si tú tienes u
po. Luego habrá de regresar al lugar que le corresponde
eso? ...¡Pero
tó las manos contenie
idas, ambos hombres comenzaron a hab
invitado el señor presi
con su presencia el dÃa de la recepción señorita Alameda. Me e
cólera al oÃr esas palab
descansar a mi prima por hoy - e hizo por m
guna indiscreción que terminara afectando a Vidal. Pero fue cuando a los ojos de J. Arizmendi, Vidal hizo por despedirse de su supuesta
retire de aquà - dijo mientras
ita loción de maderas quemadas, asà co
e la joven, asà como su delicadeza y el
e ese momento ninguno olvidarÃa, y que se
Ãa guardado el vestido, e intentaba buscar las
de la madruga
. - intentó la joven habla
la, tomando asiento y dejando un malet
da -. Hoy tengo más
pie, sacando del pequeño maletÃn algo de comida que traÃa de la
e lágrimas al ver lo
ar como dios manda
bemos aprovechar... Ah y algo de vino - dijo poniendo dos platos y cub
- exclam
ecir que no
extendió su mano par
lar -dijo ell
a usted como para mi señorita... Si quier
orado, sujetó la silla del respaldo y la levantó un p
mer siéntese y ac
accedió toma
de tela sobre el regazo de la joven -. Pensándol
ven mientras el hombre s
cé medio pueblo a caballo para venir aquà y cenar con usted. Porque pensaba que no habÃa probado alimento, y por lo mismo yo no lo hice en mi casa. Porque pude hacerlo cuando mi amigo cen
Yo
Vidal pero ahora golpeando la
Mientras un silencio se hizo en la habitación, Vidal
ó Vidal mirando a la mujer -. Q
os - dijo ella proban
a arrastrado a mis
stido que no era mÃo...
l so
puedo permitir que se me vaya de las manos... Y menos por un detal
mpre
l es un tip
e lo p
nera él la respetará si sabe que
Vidal comenzó a guardar los pl
r dejar el hotel y ocuparÃa esa habitación; sin contar con que a partir de ese