CLARIDAD EN EL PUERTO
Ãtu
Gertrudis paseaban por el muelle, vieron
gustarÃa ir a Portug
lo en esta época del
stado all
eces el año pasado... pe
dÃa me sorpre
rdad eso
ente y ade
garganta desaprobando el comportamiento de su hija
ara mà - dijo Romero -. Soy copropietario ju
reguntó doña Leoc
, sólo es cuestión de elegir una temporada del año y una fecha en que viajarÃamos y l
ro - respondió la
a república. En el documento, le solicitaban su apoyo para recibir en alguna de sus propiedades a un grupo de criminales de alta peligrosidad para la estabilidad del gobierno. Por lo cual, era imperativo que esta información se mantuvi
ciar la misa y se disponÃa a descansar en su despach
o hoy no es dÃa de
mujer con cierto a
hablar
carta hace dos meses y medio - dijo sa
mÃa! ¿E
sÃ
..! ¡Eres toda una dama!
l tanto. La joven estaba muy mortificada por su h
endo que Federico podÃa estar
querÃan que tú estuvieras enterada d
mejor... Pero dij
stasio y los demá
o que
taron una reunión de madrugada ahà mismo con sus antiguas amistades. A la h
iren asà p
y a la vez se sentÃan apenados an
a misma de
a tu apellido? -
Ramos no
io -. Todos nos apellidamos igu
edes, aunque haya hecho u
ra lo importante es concentra
asio -. Al parecer el ejército trasladó algo muy valioso
asladado en esos carrua
ún que el ejército disfrazado
alquier detalle es importante. Cualquier c
a averiguar más?
l dueño de esos carrua
ez... Tiene una hacienda muy gr
podemos ir a un lugar
e la mirada de asombro de todos -. Us
invitó por supuesto a BenÃtez y BenÃtez. Todo para presentarle a Clarida
jovencita de 20 años a la sociedad, ella estab
d veracruzana. Allà se encontraba el señor gobernador, su esposa y su hija Gertrudis, acompañada de Romero. Estaban ahà también pod
er que todos los ojos estarÃan encima de ella; sino debido a la de
e habÃa esmerado por dar la mejor de las impresiones, y lo logró; tanto que su perfume inundó el lugar. To
la mujer. El mismo efecto lo sufrió por supuesto Romero, quien al verla de cerca al ser presentada por el sacerdote, besó su mano y no tardó en ponerse a sus órdenes. Por su parte, Claridad al conocer al hombre se s
ro habÃa mostrado hacia la joven recién llegada, nunca se lo habÃa mostrado a ella. La jove
erdote propuso un brind
preguntaban a la joven sobre la clase
strar a esta señorita la calidez mexicana, y alguno de
no y Romero se p
yo podrÃa... -
osa de Atilano. Este último fue obligado por su esposa a tomar asiento. Mientras Gertrudis comprendiendo que aún ni
quien le muestre el p
emás forzada ante la mirad
Romero BenÃtez será tu guÃa de
tinamente las notas de un par de violines y un piano com
mite est
jo ella un t
se del lugar cual niña berrinchuda. Su ausencia no fue notada por nad
se podÃa ver. Ambos en silencio tan sólo se limitaron a bailar y mirarse. Él acercándola más contra su pecho, parecÃa querer grabarse en la memoria c
o retirándose un poco de ella al
no ha he
é por mirarla en la m
sido muy
quiso dec
la sonrisa
millones de veces pero.
ó a bajar
nsará que soy un vulgar y atrev
a mostrarme el pueblo... Ha sido muy cortés y caballero. Sólo espero
al hombre casi de
e que si todas fue
evo sonrió
nos honrará con su pr
. Tengo comprom
vez el
na pregunta
no debÃ
si me disculpa voy al tocador - dijo el
o sólo querÃa conocer si alg
conductores de los carruajes de Romero, personas habÃan sido transportadas en ellos. El c
algo que ver con la des
acer ahora? -
espejarnos las dudas e