CAMINO A LA REMINISCENCIA
rollo colosal capaz de darme una realidad alt
u piel es suave, su tez blanca y el cabello castaño que
-no oculto la im
je que te colo
ue no coinciden con las dictaminadas, si fuese el caso este
que se acerca a Elías. Un hombre que pos
ostr
su cara, y aunque se pueda notar a simple vista lo enfadado que esta, me es imposible obviar lo atractivo q
u índice estrepitosamente a c
e arruga en
lo conociera de antes, cosa absur
dago. Instintivamente me acer
o, ojos color negro que se m
a, para después hacer un ademán restándole interés
la noche en un bosque donde la violen o asesinen. Dado
o, o sea ni me ofrece desayuno. Su m
on el paso de los tiempos -es
encia de agradecer por haber aceptado que duerma aquí
ada a este tipo de trato puesto que so
..
DE ÚLTI
mos rápidamente al televiso
o que confirma mi j
llo, por lo cual se sospecha de un posible secuestro, ya que todo apunta que la desaparición fue en su mismo lecho. Las autoridades se han pronunciado ale
er
munes y corrientes. En estos momentos era seguro
rita como
to que se muestra por toda la pantalla. Su vista no deja la imagen, hasta que el hijo lo ob
Elías, quien me ve con la curio
i verdadera apariencia, so
padre, quien parece estar co
tiene los mis
. Y no solo son los ojos, su cab
orbes con fuerza, es como si quisiera evitar so
nos a la vez que hace su camino a una puerta a
de las cosas y si tú no me las dice
el pacto de reproducción. Su existencia rompe múltiples reglas y no solo
ve a tu habitaci
a una persona mayor, su propio aspecto físico es la de u
raba desc
o? Más importante aún ¿Por qué aq
*
de la casa hicieron retumbar sus puertas dejándome so
a montaña poco baja, en la cima para ser más exacto. Sin embar
entro es una zanahoria, con una tristeza inmensa la cojo y pr
en el sillón donde amanecí con tortí
hora al
tengo h
ano porque dependemos de la energía que nos proporcionan los alimentos para poder utilizar los poder
no captar las voces claras, entonces me levanto sin vacilar para ir a chismosear.
esfuerzo sin realizar ruido y doy pasos
ta donde se distinguen las dos figuras sent
oigo con
o se ve
mo tú, no es l
ce, lo h
que ver n
la ver
osa, hace que mis nervios
al menos cuando se supone
a en mi pecho. Niego, aun cuando
arla. La que ni siquiera se tomó la molestia de saber si estabas con vida. Esa señora Elías, es tu
sonido agudo que hace soste
no retrocedo por el impacto pero mis rodillas fallan y ca
ojos se conectan con l
o se des
o en mi
al p
n la g
de cabeza i
uce... no se ha
scanea con la mirada,
i vista
una maldi
ap
lí
r que su hijo existe? -co
de éste otro parado y con act
racias a dos personas, es una parte de ti, no puede no saberlo -se gira de manera brusca di
s pe
N
a mis labios sin s
rento al sujeto. Si éste algo sab
una mano alrededor de su oreja en se
ificultad al ver
hí está mi cobardía, haciendo acto de presencia. Los ojos del
informa de forma escueta
baja y camino apr
el pestillo la puerta del cuarto de baño, tant
dirijo al espejo que e
punto de reventar. No me sorprende ver a mi pi
lo, mis ojeras se reducen una milésima de centímetro y
diéndome salir. Mi audición ya está en perfecto estado, y el no ser definitivamente un ser h
a con total claridad, que por un momento me da
oca cuando oigo improp
rmurando por lo bajo, rodeo el mango de la puerta con mis delgados
o logro ver la figura frente a mí, lo impone
a por marchar
quedado estancada d
de verme como si de un sueño se tratase o
pronunciar ningún sonido, sus labios se entre
e la furia
al cuarto de baño cerrando con el se
de brillantina fuera hecho, empieza a brillar por las gotas de sudor que recorr
po tenso, su agarre en mi brazo s
aparecía E
me iba
aquí? -escupe de ma
último a estas instancias. Me
me, E