La nena del boxeador
eo
Da miedo - Madeline casi monta un escándalo cuando le he contado sobre mi "Amistad" con el boxeado
los
s haciendo un trabajo - en pareja llenábamos un cuestionar
a se han comido a beso
uestro alrededor para ver si nos miraban, per
r ti? - me preguntó miránd
ía de temerle?
o, ¿cuánto mide? ¿1,90? ¿No te da miedo que te pueda golpear? - la notaba preocupa
o a mi hermano? ¿Acaso no temes que te pueda atacar? Es mucho más alto que tú, ahora justamente
igual manera. Así que, yo no tengo por qué juzgar
tu casa? ¿Qué le dirás a tu
n unos compañeros de clase. Más nada. No quiero es
y a penas nos mirábamos. La casa estaba vacía sin Michael. Él es quien me h
e para la mía por unas noches al menos hasta que Michael salga de prisión. Yo iré a verlo mañana- Madeline siempre ha estado enamorada de mi herman
s noches en tu casa, hace mucho que no lo hacemos. - Ella y yo nos despedimos de abrazo al maestro t
alle para buscarme a mí. Se me hizo imposible no comérmelo con la mirada. Ho
mos- me tomó de l
DE LA MANO
era me di cuenta en el momento en que cruzamos la calle y me metió al auto. Me s
uzar la calle? - querí
ba cuando lo pude notar sonreír. Sin embargo, tuve que voltear la cabeza para no perderme e
ura más hermosa del univer
él me miró, no por mucho tiempo porque tenía que prestar atención a la carr
osas, no es por caballerosidad? Lo que pasa es que estoy aprendiendo e.... intento ser l
ijamente
ste por cuidarme y también, por como ya
as. Esto es para mí más que un intento cual valoro. Para mí esto es romance, e
dijo aquellas palabras obviamente para molestarme lo miré, y juntos reímos a carcajadas
sta, boxeador-
aría por ser la nena de un boxeador? - carraspeó -Perdón, de este boxeador- ¿qu
sas que comenzaba a hacer a cualquier mujer enloquecerían un tipo como él. Ya me molestó, obtuvo mi atención en el antro, logró a la perfección que yo cayera en su juego solo porque vió en mi cualidades que ninguna otra había tenido ante él, me besó, se comportó como todo un homb
antas vueltas para llevarme a la cama. Un tipo como él habla claro desde el princi
rte, pero tenía de manera u otra que hacerle ver como su egocentrismo, sus aires por las nubes y todo es
rna, y se me hizo imposible no querer convertirme en su protector. Que conste
o mis labios
r qué? - le cuestioné
incitaste a que me gustara lo distinto, pues con todas las chicas era la m
bita. Yo no soy una lanzada por más guapo que estes, soy la que
Ever. Y ah, es imposible que me queje de ti, lo que sí es posible es que, quien te ponga
arte de mi cuerpo, de mi piel,
ué decirle, esta vez n