El perverso juego del Rey
ualidad, determina tu
♚
ulio
s horas de sueño a mi lado durmiendo tranquilamente.
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dormir demasiado pero no por eso iba a despertar a Amaia, por lo que salí de la habitac
hico de l
s se escribía con ese chico. Al final ambas habíamos convencido a mamá de dejarla ir a la dichosa fiesta y,
a a la casa llena de chicas y chicos ebrios y ansiosos. La encontré luego de una larga
e sacó arrastrada y no
a para que viera la conversación con su amiga-
no te h
ato se cruzó de brazos y apartó la mirada como si
¿Por qué no me escribe
arte de chicos en esa edad solamente buscaban
experimentar las cosas por su cuenta y si
le escr
si fuera lo más obvio-, él fue el que me arrinco
ada logrando que riera-, creo que pasar tant
agua. Emyli se encogió de hombros mient
a garganta seca
de viaje a la c
mientras asentía dándome la razón-. No me emociona tanto, si me hace f
sarte con Austin?-pr
ninguna de las dos, pero no me interesaba buscar una tercera. Mamá había pasado 15 años de mi v
o es un m
gunte-reprochó Emyli e
abía evitado hacer
ería casarm
una opción. Pero Austin era la mía. No sabía si él conocía o no el plan de nuestras
or sonar
s las cualidades para ser un buen esposo, me había dicho que se iría de Terry y, tal vez
ía la pregunta: ¿Quer
o la atenta mirada de mi herm
lo que crees que le
hacen,
cubrió la boca y miró a la puerta como si no se creyera que no e
así se veía linda. Yo en cambio siempre tenía que c
hablando c
yo nos habíamos quedado muy en silencio. Amaia e
sentido y no iba a darle importan
rque la cocina es el lugar perfe
la situación se pone muy-bajo y subió sus
unos minutos Emyli pregunto por lo que llevaría Amaia al hotel donde
a sus palabras no podía dejar de pensar que a lo mejor..
udarme para tener un mejor futu
aia no dejaba de decir lo feliz que estaba de poder salir de fiesta cada noche, de bebe
gas hacía mucho calor y no planeaba estar sudando todo el líqui
to mientras que Emyli y Amaia iban cantando a mi lado una
or, estaba preocupada por mí, pero, me alegraba que se estuviera esf
sarme si me alejaba de casa, pero, estaba segura que no iba a pasarme nada malo. A final de cue
os maletas llenas de ropa de su hija mientras la ab
muro con su cara entre
acariciando su cabello castaño-, ya
de susurrar en un tono confidencia
í div
.. había hecho cosas que no podía en la fiesta, pero, Emyli debía vivi
te acostumbres a el
que se le habían escapado. Mamá me paso una mochila algo grande do
as a cuidarte-mu
tiendo como su corazón latí
aseguré-, cuida d
gual que mamá, pero, ella sabía de lo que
pretó con algo de fuerza-. Eira,
lo h
después de todo, era mi madre y era
rándose de mi para que pudiera ver sus ojos castañ
-aseguré con
Cuidate mucho hija, no hagas nada mal
spera porque estaba por comenzar la hora de abordar, así que me despedí de mamá, Emyli
l avión que haría una escala en Denver, C
por la ventana hacia la pista y a un avión cercano, según mi am
onmigo?-preguntó Amaia de
cabeza por no haber do
auriculares-, pero es un viaje algo largo, así q
enzar a encenderse al igual que la voz de una azafata que explicaba lo que debíamos hac
nzaba a avanzar por la pista muy lentamente-,
confundida mientras que ella con una sonrisa
de plata con una pequeña cruz. Era algo delicado pero her
s le agradecería
varias ciudades. Al llegar a Denver bajamos de nuevo al aeropuerto solamente por
ato y a mí me entraron muchas ganas de ir al baño. Trate de aguantar pero, cua
me impulse para abrirla como si fuera el baño de la universidad pero entonces, la pue
si
staba perfectamente peinado. A pesar de haberme disculpado él me miró como si yo fuera lo peor que había
rnas de estar sentada y el cuello pero no por eso
o reducido con un montón de desconocidos pero
, yo no tenía ganas de entrar en una discusión con un desconoc
n otro evento. Me senté y recosté mi cabez
lpe, s
o voltear la mirada al pasillo donde había
egunte c
egura de que Amaia tampoco porq
sted-me tendió
ata como si de repente no se h
explicarle-pero yo
mujer amablemente-
fundida-, ¿No es de casualid
enviándole cosas como bebidas o comidas a ella. Cosa que mi amiga disfrutaba, cl
me enviará algo era mu
de los pasajeros me dio la orden expresa de
do esto er
o a la cabeza. ¿Y si la enviaba el hombre del baño?, no... podía ser él. Había sido d
nzó a explicar la azafata al ver que no le decía na
hombre que le pidi
ombre-confesó-. Pero por lo que s
cómo
si había sido él o... algún otro pasajero sin ningún otr
ctivo. Cabello negro, ojos
tí, era él
copa con una so
vino?, lo último que me hubiera esperado era este gesto luego
conocía y que seguramente no volvería a ver. A lo mejor había ten
ido. Contuve una sonrisa al darme cuenta que en realidad me g
de la copa sentí a Ama
no?-preguntó
mucho. No me gustaba en general el sabor
tí omitiendo la parte de que algu
sorpresa antes de sonreí
s entrar en el mundo del alcohol-ca
quedaba en la copa de un solo trago. SI me cruzaba con él
r en el mundo d
o de bajar me tomó de la mano emocionada antes de arrastrarme entr
tó se
siguientes días y de lo mucho que íbamos a hacer. Al llegar a un hotel muy gr
o la mirada de las personas a nuestro alrededor
vertida-, pero yo
aburrida
s?-sentí mi celular vibrar-. No puede
ia estaba recibiendo las llaves para alejarme de ella y hab
Qué tal el vuelo?, ¿Les paso algo
ndía, de hecho, me hacía sentir bien q
as-. No nos pasó nada-exceptuando lo del bañ
via escuchar esto-confe
para ver a Amaia mirando su celular al lado del
ujo
está g
i ambiente-confesé escuchando la música qu
liviada por mi respuesta-. ¿Ya
ecorrer la ciudad-mentí, es
se interrumpió a ella misma-. ¡Los Collins están llegando!-gri
ecirle algo?-pregunte confu
era c
No es como que me importará demasiado lo que Austin tuviera que decir r
emocionada-. Ya tengo que
nada porque ella mi
Austin. Suspire y guarde mi celular antes de acercarme a Amaia que estaba habland
una coleta antes de que ambas fuéramos a dar una vuelta por la
el rumor de que sales a esco
ir, pero Amaia me miraba fijamente sin
o más ilógico del mundo-
caramelados en una cafetería-parecía
solas con Austin fue el día que fui a visitar a papá que estaba esperándote en
parecía ilógico que se hubiera esparcido un rumor tan ridículo. Era
rato-. Si yo fuera hombre y te tuviera enfren
reí al
os en el hotel antes de volver a la habitación para que Amaia se alis
os y cuidando a mi amiga de un montón de aprovechados, p
e quedaba sobre la mitad del muslo, no era tan ajustado co
o de comer al
ella me dijo que me esperaría en la habitación y yo s
ente a mi cualquier impulso de ir abajo desapa
ue fuera solo una horrible coincidencia, p
gradable co
e hubiera gustado hacer algo más q
ctivo. Parecía tener un par de años más que yo, pero parecía ser m
aceptar su gesto y agradecérselo s
iro la mano para que las puert
edia sonrisa-, aunque supongo
dice?-pregunt
bviedad-, debió de disgustarle lo suficien
o no era lo que había pasado, pero, ¿Có
avergonzada-, es solo qu
-. Lamento haber entendido mal la situación, p
e sonreír al adivinar la intención del gesto, pe
año muy atractivo, amable y que me hacía senti
é rápidamente-, todo
sa para tratar mal a nadie-dio un paso ace
aba en el marco del ascensor, con una mano contra la ranura de la puerta para que estas no se cerrarán y con la cab
pasaba?, es
compostura-, acepto sus disculpas y espero
uro que
do las hizo parecer mucho más intensas
no había venido aquí para ser el entretenimiento de, p
buena noc
o que me interesará demasiado sabe
spondió él con una
a buena noche,
nte, señ
taba usando lo mismo que había dic
e sus ojos ponían sobre mí, como si me retará a irme sin deci
a ser el entretenimiento de un hombre. Venía a
bién buena noche
do las ganas de ir a por un postre y solamente quería mantener lejos a aq
e nos das lo que merecemos. ¿Pero podrías p
sonrisa, ya enfundada en su lindo vestido y con u
s ojos antes de hacer u
-as
muy ajustada ni muy reveladora, un jean y unos te
nte por no perder el tiempo pidiéndome que me c
e vibraba en los pies y que tenía un segundo piso destinad
ar una botella de vodka. Estuvo 15 minutos conmigo mientras ella b
de una cabellera rubia se movía al ritmo
ido. Solamente estaría aquí hasta que Amaia se cans
la caminata que habí
burrida aunque no quitaba la vista de Amaia que ahora se contoneaba c
señorita Adams-habló una voz muy cerca de mí-,
amiseta blanca ligeramente abierta y la parte inferior
able sobre la mús
ueríamos porque, aquí estaba él ora vez, toma
uta del
udiera controlar todo lo que quisiera con tal de hacerse sentir. Pero
isfruta bastante
beso con el mismo tipo con el que había estado bail
divertido-. ¿No l
ipo de ambi
a estar en una fiesta, bar o discoteca, pero no me gustaba que Amaia es
ría vol
su ambiente?,
usado para él y el que había usado Amaia para mí, fruncí el ceño pero ante
personas para comenza
traños y muy confiados bebiendo
gares-alzo la vista para verme
omo si disfrutará la sensación de decirme así, decía cada s
qué es
re él, como si no se creyeran que hubiera elegido sentarse aquí donde una c
que yo tampoc
a e ilógica del mundo. Puso su codo sobre la mesa y apoy
para protege
hubiera podido escucha
omo si hubiera escuchado mal. Él asi
n lugar como este-aseguró casi serio-, cualquiera querría apr
una sola mirada-aseguré con obviedad-, h
a como para darle más secretismo a lo que diría-. No se da
. Una muy graciosa carcajada ante la
ban a Amaia cuando estaba conmigo y cuando se fue t
d el que se eq
e la hambruna mundial en mi cara o algo similar. Me encogí de hombros y mire ha
scuche-. Señorita Adams-alzó la voz para que lo viera y de mala gana lo hice-, no se nec
creo
tanto se quiénes y que es lo que ordenan. Desde que se sentó ha
preguntar porque no me habían llegado si es que era verdad pero la respuesta llego
hace cuánto que sa
do, menos aun cuando no lo conocía de nada. ¿
ranquilamente, luego otra y otra al pasar
n una completa desconocida cuando estaba segura que podía te
ría de mí?, fuera lo que fuera de
ingún lado, mierda. ¿Ahora donde se había metido?, si la encontraba
a a su
a volviera la vista a donde él estaba
irritada porque Amaia desapareci
, si la busca puedo ayudarle a que mi
er su equipo qu
rió abiertamente viéndose bien e
ón sonaba tentadora porque no tendría que pasearme entre la gente
ra tan
seguramente hizo que su equipo de segu
r qué me ayudaba?, ¿Por qué había decidido sentarse
aba, menos sentid
antes de que llegara un hombre alt
stablecimiento desde hace t
ormación. Amaia se había ido, me
o haberme dejado sola, la había visto ebria
con la mirada y baje entre las personas, empujando hast
jado mi celular
tonces ella tenía que encontrarme, ¿
yo podía pedir todo lo que quisiera, no quise pensar en eso mientras espera
ita y sentí que me molestaba
de quedaba el hotel, pero me daba igual
hizo que quisiera lanzarme debajo
o conocía no me había hecho nada ni me había insinuado nada
en el asiento de enfrente y yo baje el auto para que el
a mi amiga y sabía que ella no me abandonaría sin razón, espe
staba en el hotel o no habr
ra cosa que no fuera encontrar a mi amiga. Tome el ascensor y me baje en el piso de nuestr
rataba de Amaia y un sujeto que es
aba bien, pero, mañan