QUIÉREME, SÁLVAME
OS A
l, poniendo a todos alerta, asegurándose de que no son la cabina tres
agar el computador del cliente que constantemente s
el monitor. Un ruido ensordecedor sale de sus auriculares que relacio
hacia el reloj co
que es equivalente
4 min
caja alimentadora de enchufes revisando cuál es el que
entro del CPU da unas cuantas vu
a fue?! —exige con rude
e, mientras que los otros de su costado lo ignoran, de la misma manera
trés días enamorada de él. A
yo estuviera con
cé a trabajar e
Y
e pie y lo
culo y dejar de joder —su ataque verbal no
la
ltaba unas tremendas groserías que hasta el diablo se sentía ofendido. Eso fue en la primera semana, después con los
lo aprovechó a su beneficio. Aunque a veces dolía cuando mostraba i
Avisé —pongo mis ojos en b
¿quién pensaría q
de venir a primera hora al local a verme, ya que yo entraba a l
era a mis dóciles e inexpertas manos pasó a ser a la espalda baja, empezó a explorar m
7, pero no
días que me visita desde temprano. Hasta las 8:29 de la mañana es to
laridad o bie
ías a la maquina sigu
uéntala desde ahora —manda
j. Le falta 42 minutos
e seg
tadora mirada intenta int
ajo, por muy colada que esté
sumes —hablo fuerte evitando volver mi vista
e pediría
cerca a la mía, y cada que llega solo pide esa, intenté ofrecerle una dist
complacer
sus manos temblorosas por el mouse y se pone de pie, al intentar avanzar haci
rededor del cuello, lo que
elo, luciendo tierno y av
. Las otras veces solo se sonrojaba cuando tenía que
dos los audífonos s
albucea mirando a lo
nsancha por su
suavemente, cambiando mi to
eso lo hace sin alzar su vista, cuando se dispone a deposit
camente sube choc
s en el que concurre al negocio, me tom
o oscuro que lo trae corto, tiene pequeños mechones crespos que resbalan por su frente. Labios rosados en forma de corazón que le dan un matiz in
do mi mano —hasta mañana —a
cabizbajo, y ráp
nte, porque si, así
, ya e
del trabajo! —alzo la voz llamando la atención de
pués de fijarse la hora y apurado s
is —se estremece angustiado mientras separa su sencillo —sino me
i que l
*
ta de mi casa. Mi madre es la úni
te extrañe, mínimo desaparece por diez años —y
uando la veo entrar a su cuarto. Se escucha su
tirándome a la comodidad del m
ga —canturrea m
o sus palabras —payasa, y
siento es una man
do sobándome la cabeza —¡me
nuestra madre, viene r
mana, que está de lo más normal comiendo otr
ezó —se j
s cier
lances cosas
arle importancia a l
l ver que no le
onrisa de victoria cuando obligatoriamente se retira l
s pepas en mi blusa— ¿Qué? —digo a mi madr
iste? —c
dudando, la div
é es
er
oz, haciéndome parar e
ada hacia la cocina. Desde donde estoy se escucha l
o no odiosos. Mi vida no era la de la típica chica tonta enamorada del
l cuando estaba rodeada de su pres
lo en vac
las horas se reducirían a 3. El gran dilema que me g
niversidad? ¡Si aprobé la secundaria fue por mi padre! Todo me parecía difícil. Enfermería: ¿curar? no gracias. Medicina: ¿Muertos? pa
sperdició minutos sumamente
or Antropología, pues no
er año universitario, ansiosa era poco para describir el estad
llevar, siete, de los cuales cinco no me sonaban para nada.
*
novio al entrar al negocio. Depo
igirse a las ventanas, asegurándose
alanzarse mis labios antes de que termine la oración, pasa sus brazos rod
primero tengo que limpiar, lo haré rápido —comento, y me
onitores, que es con los que
te soncito que te para pidiendo esta
aya dado cuenta, así no haya sido con un propósito
se ve buena gente y no es un
acerca su pelvis a mi cadera, acción que me pone un t
arte besos por mi cuello, haciéndome cerrar fuertemente los ojos—. Ambos so