La amada de la bestia

La primera vez, que la vio, fue en el carruaje de su familia sus ojos lo habían atrapado de todas las maneras posibles, la segunda vez; en el parque. Su enca

es la señorita Samanta Márquez. Ellas son mis hijas, Dulce Darcis, mi primera hija hembra, Ela Esmeralda

nterés, solo una esmérala le llamo la atención, era una esmeralda en forma de copo de nieve, tenía un juego muy hermoso, pero le faltaba algunos detalles para ter

joya que tiene la Señorita Du

le devolvió la sonrisa con dulzura. ― si me permi

de Marina intervino en lo que Sama

ueña cafetería que tenía por los bocadillos recién hechos por una de las acompañantes. En la sala se encontraba un ambiente tenso por la irritación que presentaba Samanta al ver como e

viéndola? ― pregunto Samanta co

tó a Samanta, pues no era la primera vez ni la última vez que

a no se compara conmigo.

a mirada irritante de Teseo hiz

ue tenía para ver. Miro una en particular, era un amuleto de or

or Darcis, el cual quedo conte

lo que va con usted. ―

os, las damas pegaron una exclamación al ver el niño en un est

ue Ela con su voz preocupada se acercó a su her

, ese hijo... ― se contuvo para no lanza una blasfemia para que su padre no lo regañara p

a él. Abriendo los ojos Milán se encontró con tantas personas que el corazón se

r. ― la dulce sonrisa de Ela tran

mon. ― respondió

elajando y todos lo moretones fueron desapareciendo y sus heridas sanaron como arte de m

res Salmon― las palabras del señor Darcis, tomo por so

l alborota de su hermano. Le trajo la bandeja llena de dulce y bocadillos acompañado

desconfianza que transmit

lia que te quiera, una infancia feli

a de amor. ― las palabras de Ela hizo estremezo a Marina. ―Esper

ba pensando, todas las preocupaciones que tuvo en el pasado, una vez; que su esposa se fue y tuvo que criar el solo a dos niños y un bebe recién nacida. Dio sus frutos cada día de su ex

la muerte de mi padre, no hubo otro hombre que le enseñara así que tuve que ser madre y padre. Fue difícil, la

constante. ― sonri

? ― pregunto con cautela mirando al ni

será una nueva aven