icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Su Último Acto de Venganza

Capítulo 4 

Palabras:1483    |    Actualizado en: 19/12/2025

ad. Solo fue la más pública, la más audaz. La primera vez que descubrí su traición fue en nuestro quinto aniversario de bodas. Había pasado semanas planeando un viaje sorp

mis oídos. No irrumpí, no grité. Simplemente me quedé allí, oculta por las sombras, observándolos, sintiendo cómo mi mundo se desmoronaba en polvo. El aire abandonó mis pulmones

a máscara de preocupación, pero sus ojos se movían nervi

ocupado! -dijo, su voz teñida de la preocup

rígida, el olor de su perfume

mi voz delgada, débil, apenas la mí

na actuaci

icina. Necesitaba despejar la cabeza. -Se frotó las sienes, una imagen perfecta de

s brazos una jaul

arañando mis entrañas, desesperada por escapar. Su desdén casual por mi dolor, sus mentiras fáciles, se burlaban de los cimientos mismos de nuestro

ozando incontrolablemente. Se arrodilló a mi lado, sus manos

yo mismo últimamente. La presión... ha sido inmensa.

e su madre que yo era la única. Y yo, aferrándome desesperadamente

nsé que podríamos reconstruir. Lo intenté. Fui a terapia, leí libros de autoayuda, incluso comencé a componer

imas, fotos de ellos cenando en restaurantes apartados, recibos de hotel. Brenda. Ella los envi

"Solo le gusta jugar. Tú eres el juguete

onfronté a Ricardo de nuevo, la

i voz cruda, temblando con un terror

tó la vista

licente, molesto. Hizo un gesto impaciente con la mano-. No

botó en su pecho-. ¡Estas son citas, Ricardo! ¡Me

na expresión fría y d

s mi esposa, mi alma gemela. Ella es... solo una distracción. Un desahogo. No significa

un monstruo insensible y calculador que no reconocía. El hombre que una vez me hab

Brenda, elevando su estatus, dándole contratos selectos, presentándola a sus amigos poderosos. Me marginó públicamente, convirtiéndome en la e

ortó mi acceso a nuest

s que les envías dinero, también lo pierdan todo. A menos que... -Hizo una pausa, una sonrisa cruel jugando en sus labios-. A menos que sigas el juego.

s manos temblaban constantemente, mi mente nublada por una niebla creciente. Ya no podía componer, ya no podía tocar. La música, mi único

cío sofocante. Pasaba horas navegando por las redes sociales de Brenda, alimentando mi obsesión, viéndola hacer alarde de su vida robada. A veces, creaba cuentas a

"Soy un instrumento roto", escribí en mi diario, "un violín con las cuerdas rotas, un pian

, la niebla cognitiva, todo tenía un nombre. Progresaba rápidamente, despojándome de mis habil

desorientada, los vi. Ricardo y Brenda. Pasaron, del brazo, riendo, sus rostros brillantes y despreocupados. Brenda, resplandeciente en un traje sastre, sostenía un ramo de lirios vibr

eptiblemente. La sonrisa vaciló, reemplazada por

ante, una grieta repentina en su

entina que amenazó con doblar mis rodillas. El miedo apretó mi corazón, un agarre frío y helado. Me estaba muriendo. Y estaba completamente sola. La idea de enfrentar la muerte, sol

tí un error. -Las palabras se sentían pesadas, con sabor a ceniza y derrota-.

adora extendiéndose por su rostro. Miró a Brenda, l

ó, su voz baja, llena de una pelig

n me debilitaba, desesp

quier

onrisa oscura

prendentemente gentil, selló nuestra retorcida re

Obtenga su bonus en la App

Abrir