Noventa y nueve veces, y nunca más

protegía a su esposa y cuñada". Julia concedió entrevistas llorosas desde la cama de su hospital, tejiendo una historia de terror y la valentía desintere

r general, su frágil amor verdadero, y la esposa celo

eina de hielo" y "la heredera manipuladora". La gente le arrojaba café a m

ono, cerré mi laptop e ignoré

eles finales para mi padre, transfiriendo sus activos locales restantes a su sede europea

a, la casa donde crecí. La casa donde mi madre había muerto. Había estado vacía duran

e. Su aroma aún persistía en el aire, una débil mezcla de lavanda y libros viejos. Pasé la mano por su tocador, su estanterí

rodillé e introduje su fecha de nacimiento como código. Se abrió con un clic. Dentro, sobre un lecho d

familiar y elegante llenaba la página. Escribió sobre su orgullo por mí, sus esperanzas para mi futuro, su amor incondicional. Escribió

mi padre me habían empujado a este matrimonio. Había sido fría y distante. Nunca pude decirle que tenía razón. Nunca pude decir que lo

e oído. Apareció en la puerta, su rostro lleno de lást

a señora Gaby. Tenía una extraña y nerviosa expresión en su rostro. Me dio un pequeño y vacilante asentimiento

sar lo que significaba, un

evo, hermanita?

sonrisa victoriosa en su rostro. Se sirvió una copa

espesa por el llanto. Rápidamente escondí la plum

s feliz. Alejandro está redecorando la villa para mí. Deshaciéndose de todos tus deprimentes muebles grises

nuevo tipo de ira. "Mentiste sobre todo. Sobre

tado mintiendo desde el día en que tus padres me trajeron a casa. Fue tan fácil. Siempre fuiste

malicia. "Tú y tu madre. Tal para cual. Tan nobl

el aire antes de que siquiera lo pensara. El chasquido de m

vándose la mano a la cara, con los

z baja y peligrosa, "vuel